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El detenido custodiado por dos policías, ayer, poco después de que se entregara en Paterna. :: dgp
El preso fugado se entrega a la policía  tras hablar por teléfono con su expareja

El preso fugado se entrega a la policía tras hablar por teléfono con su expareja

La mujer fue asesorada por un agente en Xàtiva para que apaciguara los ánimos exasperados del recluso, que sufrió el desengaño amoroso

JAVIER MARTÍNEZ

Martes, 24 de enero 2017, 00:17

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El preso que se fugó el sábado por la noche tras saltar de una ambulancia en marcha se entregó ayer a la Policía Nacional de Xàtiva después de que su exnovia y su abogada lo convencieran. El delincuente reincidente Juan Alejandro M. B., de 28 años, se arrepintió de haber huido tras un desengaño amoroso y le dijo a su letrada el lugar donde se ocultaba en Paterna. En esta localidad fue detenido por un delito de quebrantamiento de condena, según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de la Comunitat Valenciana.

Una conversación telefónica que la mujer mantuvo con el recluso influyó en su decisión de acabar con la fuga. Una vez que se entregó, el preso fue trasladado a la comisaría de Xàtiva, donde la policía lo interrogó y realizó las diligencias para entregarlas en el juzgado.

Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional habían montando sendos operativos de vigilancia en el entorno familiar del delincuente y en los alrededores de la vivienda de su expareja en las localidades de Paterna y Xàtiva, respectivamente, para detener a Juan Alejandro M. si se acercaba por estos lugares.

Además, la exnovia de recluso fue asesorada por la policía para que pudiera apaciguar los ánimos exasperados del fugitivo. Como ya informó LAS PROVINCIAS, el preso se intentó suicidar el sábado por la noche en la cárcel de Picassent tras decirle su pareja por teléfono que la relación entre ellos había terminado. Luego protagonizó una espectacular fuga en la V-30 cuando lo trasladaban al Hospital General. El recluso rompió la ventanilla lateral de la ambulancia a pesar de que tenía una mano engrilletada. El conductor del vehículo sanitario aminoró la marcha junto a la mediana, y en esos momentos, el preso saltó a la calzada con gran riesgo de ser atropellado por dos coches. Estos frenaron bruscamente al igual que la patrulla de la Guardia Civil que circulaba detrás de la ambulancia.

Uno de los agentes también saltó del vehículo policial en marcha y salió corriendo detrás del recluso pero no logró alcanzarlo. El fugitivo llevaba el brazo derecho en cabestrillo y la mano vendada con cortes en los tendones, por lo que le engrilletaron la otra a la camilla de la ambulancia.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) criticó ayer la falta de personal y de formación en la unidad que se encarga de la conducción y custodia de presos y detenidos. Esto ha mermado la seguridad en los traslados, ya que muchas veces realizan estos servicios guardias civiles que no están especializados en la vigilancia de reclusos, según AUGC. El sindicato de prisiones ACAIP denunció también que funcionarios de la cárcel valenciana han tenido que acompañar al conductor de la ambulancia en varias ocasiones en traslados de presos, aunque esto no está contemplado en la normativa penitenciaria. El delincuente que se fugó el sábado fue condenado a dos años y medio de prisión por cometer varios robos, con el procedimiento del butrón, en estancos y otros establecimientos. Además, Juan Alejandro M. está pendiente de otro juicio.

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