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La niña fue rescatada por el agujero que hicieron en la puerta varios agentes. :: manuel molines
La custodia de la niña de dos años desencadenó el acuchillamiento

La custodia de la niña de dos años desencadenó el acuchillamiento

La pareja estaba en trámites de separación y el padre apuñaló a su hija para vengarse, según una asociación de familiares de etarras

JAVIER MARTÍNEZ

Lunes, 16 de enero 2017, 23:25

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Las desavenencias surgidas en torno a la custodia de la niña de dos años desencadenaron el brutal acuchillamiento de la pequeña, según las investigaciones de la Guardia Civil, cuando faltaban solo dos meses para que dejara de vivir con su madre en el centro penitenciario de Picassent. La menor se encuentra estable dentro de la gravedad y anoche seguía ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) del Hospital La Fe, donde los sanitarios se afanan en atenderla.

El padre se entregó a la Policía Local de Benifaió tras asestar varias cuchilladas a su hija en la espalda, el tórax y la mano izquierda. Como ya informó ayer LAS PROVINCIAS, la brutal agresión tuvo lugar el domingo por la mañana en el domicilio de Stylianos M., de 49 años, que fue detenido y acusado de un delito de asesinato en grado de tentativa. El hombre está previsto que pase hoy a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Carlet.

Stylianos, que nació en Etiopía pero tiene nacionalidad griega, estuvo en prisión una larga temporada tras ser condenado por un delito de tráfico de drogas, y fue entonces cuando conoció a la madre de su hija: la etarra Sara Majarenas Ibarreta. La niña ha estado viviendo con su madre en cuatro cárceles españolas, concretamente en Picassent, Villahierro (León), Soto del Real y Aranjuez (Madrid), pero su padre solía recogerla los viernes en los últimos meses para pasar los fines de semana con la pequeña fuera de los muros de la prisión.

Según informaron fuentes de Instituciones Penitenciarias, Majarenas fue trasladada hace un año y medio al módulo especial de madres de la cárcel valenciana. Tras salir de la cárcel, el padre alquiló un piso en la localidad de Benifaió para poder visitar a su pareja y a su hija. Sin embargo, para que un menor salga de prisión, es indispensable el permiso expreso de la madre, que firmó una y otra vez todas las autorizaciones por escrito.

El pasado viernes nada hacía presagiar el brutal acuchillamiento, aunque Stylianos escribió en su perfil de Facebook una frase preocupante: «Dios protégeme de los amigos» porque «ya sé quienes son mis enemigos. Amén». También puso en tela de juicio un comentario compartido por un amigo que definía la paciencia «como la llave que abre la puerta de la felicidad». Tras recoger a la niña en la cárcel de Picassent, el expresidiario la trasladó a su domicilio en la avenida Caixa d'Estalvis, donde la acuchilló dos días después. La rápida actuación de una patrulla de la Policía Local de Benifaió y otra la Guardia Civil evitó la muerte de la menor. Los agentes rompieron la puerta con una maza y un ariete, rescataron a la pequeña y posibilitaron que recibiera atención médica urgente en el rellano del edificio.

Según la normativa penitenciaria, las hijas de las reclusas pueden vivir con sus madres hasta los tres años de edad. El próximo mes de marzo se acababa este plazo y la niña tenía que irse a vivir con su padre o con sus abuelos maternos. Así, las desavenencias surgidas en torno a la custodia de la menor desencadenaron la custodia de la menor.

Además, la asociación de familiares y allegados de presos de ETA, Etxerat, aseguró ayer que el padre intentó matar a su hija «para vengarse de su pareja», de la que estaba en trámites de separación. La madre y el padrastro de Majarenas viajaron el domingo a Valencia tras ser informados del acuchillamiento. La pareja acudió a La Fe para interesarse por el estado de la pequeña y luego visitó a la etarra en la cárcel.

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