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TONI BLASCO/EP
Miércoles, 25 de mayo 2016, 00:38
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La Policía Nacional ha alquilado una nave de más de 200 metros cuadrados para exponer nueve toneladas de cobre y más de 1.000 objetos robados en zonas rurales de Valencia, Cuenca y Albacete para que la ciudadanía pueda acudir a identificarlos. Los agentes también recuperaron animales, como un pastor alemán, ocas o gallinas. Los objetos fueron intervenidos en dos chalés de Riba-roja de Túria que parecían «la cueva de Alí Babá», según afirmó una mando de la policía, de una banda desarticulada.
El delegado de Gobierno, Juan Carlos Moragues, acompañado del comisario jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia, Alfredo Garrido, informaron de esta brillante operación policial que se ha saldado con la detención de 16 personas, cuatro de ellos en prisión sin fianza por orden judicial, y la identificación de otras 20. Los objetos también se van a colgar en Twitter para facilitar su identificación.
La banda estaba perfectamente organizada, pero a juzgar por la gran diversidad de los objetos recuperados era poco selectiva en sus asaltos, ya que robaban desde juguetes infantiles, pasando por tarros de champú y hasta un cuadro de Jesús el Nazareno, farolas de jardín, contadores de agua, puros, viejas guitarras, cuernos de ciervo, garrafas de aceite de oliva y bicicletas de todas las marcas y tamaños con sus respectivos cascos. Ni las mascotas habían escapado a su afán delictivo. Desvalijaban casas y explotaciones ganaderas y agrícolas.
«Arrasaban con todo», señaló Moragues. Por ello, se desconoce la cuantía de lo sustraído ante la variedad de objetos robados. La mercancía era vendida en chatarrerías y mercados de segunda mano de Rumanía y países del este. No obstante, no han encontrado ni dinero, ni joyas ni relojería porque se sospecha que se procedía a la inmediata salida de España de estos objetos. Moragues destacó que gracias a «la eficacia y eficiencia» de la Policía Nacional la población está «ahora mucho más tranquila y segura».
En los registros también se ha encontrado una escopeta de cañones paralelos y un centenar de cartuchos, seis pistolas detonadoras que simulan a la perfección a las armas reales y siete cuchillos de grandes dimensiones.
Tal es el volumen de los miles de enseres incautados, que la policía se ha visto obligada a alquilar una nave de 200 metros cuadrados en Quart de Poblet para poder exponer de forma visible y ordenada en tres filas los objetos al efecto de su posterior reconocimiento y recuperación por parte de sus legítimos propietarios.
El comisario Alfredo Garrigo destacó que cuando accedieron a los dos chalés parecían las cuevas de Alí Babá por la «ingente» cantidad de objetos empaquetados que había listos para ser trasladados a Rumanía. De hecho, las habitaciones contaban con los elementos imprescindibles para dormir, ya que estaban llenas junto a piscina y zonas aledañas de objetos robados y los corrales llenos de animales. Además, se encontraron los camiones que estaban ya preparados para salir, unos también robados y otros que habían comprado con los beneficios que obtenían.
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