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La mujer fallecida y un herido, atendidos en la acera.
Una mujer muerta y 16 heridos al arrollar una moto la terraza de un bar en la avenida Burjassot de Valencia

Una mujer muerta y 16 heridos al arrollar una moto la terraza de un bar en la avenida Burjassot de Valencia

CARLOS GARSÁNA.RALLO

Martes, 30 de junio 2015, 00:29

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El asfixiante calor llenó ayer la terraza del bar Azahar. Eran las ocho y media de la tarde y un nutrido grupo de clientes copaba las mesas del establecimiento, en el número 211 de la avenida de Burjassot. Un brutal accidente de tráfico cambió todo en apenas tres segundos. De la tranquilidad al drama. El conductor de una motocicleta de gran cilindrada (al parecer una Kawasaki) se salió de la calzada y arrolló prácticamente todas las mesas del establecimiento, repleto al final de una calurosa jornada. Una vez la moto se detuvo, el escenario era dantesco: una mujer fallecida y al menos 16 heridos, entre ellos un bebé. Tres de las dieciséis personas heridas continúan hospitalizadas, una estable y otras dos en observación de Urgencias. Mesas y sillas por el suelo, vasos rotos, sangre en la acera y rostros de estupefacción entre los allí presentes ante lo increíble del siniestro.

El hijo de la mujer fallecida no tardó en llegar al lugar. «Hijo de puta», clamaba con el gesto descompuesto y tras golpear varios vehículos. También se acercó un amigo de la víctima mortal, de 74 años de edad. Los facultativos trataron sin éxito durante 40 minutos de reanimar a la mujer.

De inmediato, la avenida, de dos carriles, se llenó de agentes de la Policía Nacional, Policía Local y siete ambulancias para asistir a todos los heridos. Para facilitar la atención a las víctimas se decidió cortar la vía -una de las de mayor longitud de Valencia- desde la calle Pintor Matarana hasta Mestre Miguel Galán.

La policía comenzó su investigación. Recabó la versión de varios testigos para reconstruir el siniestro. Una de las vías con las que trabajan los especialistas es un exceso de velocidad por parte del conductor. Existe un dato que respaldaría esta tesis: a menor velocidad no hubiera arrollado todas las mesas de la terraza.

Algunos testigos hablaron incluso de una imprudencia añadida. El hombre circulaba haciendo lo que se conoce como un caballito, avanzar sólo con la rueda trasera. Y no sólo en el momento del siniestro sino que, al parecer y siempre según los vecinos de la zona, lo había hecho a lo largo de toda la jornada. Al menos otras fuentes, también residentes de Benicalap, comentaron que una furgoneta estacionada en doble fila hizo amago de reiniciar la marcha y fue entonces cuando el conductor de la motocicleta perdió el control.

Los agentes evacuaron al motorista, que también figura entre los heridos leves por el siniestro, a un centro hospitalario. El objetivo era que se le practicara un análisis de sangre para determinar si había consumido alcohol. Se trata de un procedimiento habitual en siniestros con víctimas mortales para cotejar los resultados con los arrojados previamente por el etilómetro. No se informó del resultado de la prueba por aire espirado.

Los testimonios de los clientes resultan escalofriantes. Una mujer, Virginia Soler, se encontraba justo dentro del bar en el momento del brutal impacto. «Me acababa de sentar. De repente, hemos visto cómo la moto se llevaba las sombrillas y toda la terraza». A continuación, aparecía el conductor, todavía con el casco puesto. «Nos ha dicho que un coche se le había cruzado», manifestó.

La mujer se percató de que estaba «desorientado». No sabía muy bien «qué había ocurrido». Desde el primer momento, se mostró muy preocupado por la mujer que estaba en el suelo y que resultó fallecida. «Había un bebé en el suelo de tan solo 11 días. He sido la primera en cogerlo. La abuela no podía porque le dolía el brazo. Se ha llevado un golpecito. Cuando lo he cogido lloraba, pero se calmó enseguida».

Ángeles Ruiz vive justo en la finca de al lado. Bajó a la calle nada más escuchar el estruendo. «Ha sido acojonante», relató. La mujer se sentó junto al conductor de la motocicleta y le giró la silla para que no viera las consecuencias de su accidente. ¿«Qué ha pasado, qué ha pasado?», repetía constantemente. Otro testigo del siniestro fue más expresivo acerca de la mecánica del accidente: «Ha barrido la terraza como un dominó».

En el bar Saint Moritz, situado en el número 229 de la avenida Burjassot, también llegaron los ecos del accidente. «Vimos gente correr y por eso nos asomamos», explicó uno de sus responsables, todavía con el susto de haber visto una moto empotrada contra varias mesas de la terraza. «Hay heridos pero no sabemos más, aunque parece muy grave lo que ha ocurrido», apuntaba preocupado, mientras detallaba la presencia de varias ambulancias y patrullas. Frente al bar está la farmacia y óptica Bravo. Al poco de suceder la farmacéutica explicó: «Una moto se ha llevado la terraza por delante. Nosotras estábamos dentro de la farmacia y no lo hemos podido ver. Hemos oído un ruido muy fuerte. Se notaba que era una moto y luego muchísimos golpes. Lo primero que hemos pensado es que se había matado el conductor».

El listado de heridos es extenso. El más grave es el caso de un varón, que sufre un neumotórax, y que fue trasladado al Hospital La Fe. Otro hombre, este con múltiples traumatismos, fue evacuado al Clínico. Al mismo centro, fue trasladada otra víctima con una fuerte golpe en la rodilla. Otros cinco contusionados terminaron en La Fe. El mismo destino que el bebé, cuyo estado no reviste gravedad. El General también recibió a cuatro afectados.

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