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J. A. MARRAHÍ
Viernes, 19 de junio 2015, 00:01
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La Policía Nacional ha puesto fin al negocio de una banda que engrosaba sus bolsillos a costa de las tuberías por las que discurre el agua de los valencianos. Los investigadores imputa al grupo el robo de 5,6 toneladas de canalizaciones hidráulicas de la ciudad, cuya venta en el último año les reportó alrededor de 10.000 euros.
Las investigaciones se iniciaron en febrero, después de una oleada de sustracciones de estas piezas en varios puntos de Valencia. Los ladrones se llevaban tubos metálicos empleados en las reparaciones de conducciones hidráulicas. Se trata de elementos colocados de manera provisional por los operarios a la espera de piezas definitivas.
Una vez con el material, los delincuentes lo vendían en el mercado negro. A lo largo del último año sustrajeron 5.600 kilos de canalizaciones metálicas. Alrededor de 3.600 eran de latón, según fuentes policiales. Los agentes descubrieron que el material, a veces nuevo o con muy poco uso, estaba llegando al mercado, por lo que siguieron el rastro de las ventas hasta dar con los sospechosos: cinco presuntos ladrones de origen español y moldavo.
Uno de los delincuentes llegó a realizar 72 ventas de tuberías, operaciones por las que obtuvo casi 9.000 euros, como confirmaron las mismas fuentes. Al daño hay que sumar las continuas reposiciones de material robado.
Los detenidos, de entre 36 y 53 años, carecen de antecedentes policiales. Todos ellos quedaron en libertad después de declarar ante la policía y ahora tienen la obligación de comparecer ante el juez cuando sean requeridos.
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