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Un furgón de la Policía Nacional abandona el garaje comunitario de Godella donde ayer apareció Maite sin vida. :: jesús signes
Hallan muerta en su garaje a la mujer de Godella tras 20 días de búsqueda

Hallan muerta en su garaje a la mujer de Godella tras 20 días de búsqueda

La mujer estaba tumbada en la parte trasera de su deportivo y la investigación apunta a que se quitó la vida

J. A. MARRAHÍ

Viernes, 23 de enero 2015, 23:42

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La desaparición de Maite Oró se cerró ayer con un triste e inesperado final. El cuerpo sin vida de la vecina de Godella que llevaba 20 días desaparecida fue localizado por la Policía Nacional en el lugar más insospechado: dentro de su propio coche, aparcado en el garaje de su casa. Pese a las intensas labores de rastreo de las últimas semanas, ni su familia ni ningún agente había inspeccionado todavía a fondo el interior del vehículo, cuyas puertas estaban cerradas.

El caso está todavía bajo secreto de sumario y la policía aguarda el resultado de la autopsia para aclarar las cirunstancias exactas de la muerte. Pero los primeros indicios apuntan a que la mujer, afectada por una depresión, se quitó la vida, muy posiblemente por una ingesta de medicamentos. Así se desprende del análisis del cadáver, que no presentaba signos externos de violencia. El turismo, un Peugeot deportivo de tres puertas, no presentaba manipulaciones dignas de sospecha.

Maite, de 53 años, casada y madre de dos hijos, fue vista por última vez el sábado 3 de enero. Según sus familiares, en la tarde de ese día acompañó en coche a su hija de 20 años hasta la estación de metro de Godella. Eso sucedió sobre las seis y media de la tarde. Después regresó a su casa, aparcó en el garaje y ya nadie supo más de ella. El plan inicial era ir a recoger a la joven por la noche en la estación, pero eso ya no ocurrió. La chica regresó a casa por sus propios medios sin encontrar en la vivienda a su progenitora.

Pasaban las horas y Maite no regresaba. El bolso, la chaqueta y su documentación estaban en casa, pero no el teléfono móvil. Le llamaron con insistencia, pero nadie respondía. Tampoco las llaves del vehículo aparecieron en la vivienda. Los familiares de la mujer comprobaron que el coche estaba aparcado en su lugar y cerrado. En ese primer vistazo en medio de la preocupación, no detectaron que la mujer estuviera en el interior.

Y ya nadie se preocupó por ese vehículo. Al día siguiente, el marido de Maite denunció la desaparición ante la Policía Nacional. Pocos días después, la familia y los compañeros de la vecina de Godella apelaron a la colaboración ciudadana y hubo intensos rastreos en los que participaron policías, perros adiestrados y hasta un helicóptero.

Nadie de la familia regresó ya al garaje. La joven de 20 años no usa coche. Tampoco su hermano, que es menor. El marido de Maite emplea otro vehículo con el que viaja de manera habitual. Ni siquiera los otros cinco vecinos que aparcan en el pequeño garaje comunitario apreciaron signos de que Maite pudiera estar sin vida en el deportivo.

Fue ayer por la mañana cuando agentes del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior acudieron al garaje con intención de examinar el Peugeot en busca de pistas. Al parecer, una investigación sobre el móvil de Maite lo situaba en su propia casa. Bastó romper un cristal para descubrir el cuerpo sin vida. La mujer yacía tumbada en el estrecho hueco entre los asientos delanteros y los traseros. La hija de Maite y su novio asistieron con dolor al terrible hallazgo. El resto fue trabajo de la Policía Científica y del juzgado de guardia de Paterna, que ha decretado el secreto de sumario.

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