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A. RALLO
Lunes, 22 de septiembre 2014, 00:15
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valencia. Las estadísticas de las Oficinas de Atención a Víctimas del Delito (Favide) muestran una triste realidad. Los delitos perpetrados contra los mayores de 65 años de edad son protagonizados en la mitad de los casos por los propios familiares de la víctima.
Los trabajadores de estas dependencias atendieron a 659 personas a partir de la citada edad durante los primeros seis meses del año. Los empleados orientan a los afectados acerca de las medidas judiciales que deben adoptar e informan de los trámites a seguir.
La mitad de los autores de estos hechos son familiares. El conseller de Justicia y Gobernación, Luis Santamaría, destacó que en el 14% de los supuestos es el propio hijo el que atenta contra su padre. El porcentaje se eleva al 77% si se amplía el análisis a los conocidos.
Los datos de atenciones demuestran que las personas de 65 años se encuentran cada vez más desprotegidas. Si en el mismo periodo de 2013 las oficinas atendieron a 558 personas; este ejercicio la cifra se ha disparado un 18%.
Tipología
El delito más frecuente es contra el patrimonio, es decir, hurtos, robos o estafas. De hecho, uno de cada cuatro delitos están relacionados con estas modalidades. En los juzgados resulta relativamente frecuente los juicios en los que la fiscalía acusa a los cuidadores o personas que ayudan en las tareas domésticas de expoliar el patrimonio de los ancianos. El ministerio público realiza una gran labor de prevención en este sentido con la vigilancia de cuentas bancarias de personas que se encuentran incapacitadas para velar por su patrimonio.
Los mayores de 65 años también son víctimas fáciles de los amantes de lo ajeno. Así, el pasado mes de marzo, la policía arrestó a dos mujeres, de 18 y 27 años, que abordaban a sus víctimas -personas mayores o delicadas de salud- para pedirles colaboración con una ONG. Aprovechaban cualquier descuido para quitarles cualquier tipo de objeto de valor.
En segundo lugar del balance de las oficinas de atención, aparece la violencia de género con el 16,37% de las atenciones. Se trata de un porcentaje que se sitúa muy por debajo del 47% global que supone para el resto de los usuarios atendidos.
Además, los mayores son víctimas de delitos contra la libertad y el honor en un 14,4%, y de lesiones y contra la integridad física en un 14%. A continuación, figuran las agresiones por violencia de género y casi de manera residual los atentados contra sus derechos y deberes familiares o por el abandono de familiares o incapaces.
Por la mañana y en casa
Otros datos curiosos acerca del informe son que la mayoría de todos los delitos anteriores se registran durante las mañanas y , en especial, en el domicilio del propio afectado. Seis de cada diez víctimas reconoce que atraviesa diferentes problemas económicos, y el 80% recibe algún tipo de prestación social. Respecto a la procedencia de los usuarios de la tercera edad que acuden a las OAVD, el 90% son españoles.
El personal de Favide no sólo realiza esta orientación inicial sino que también hace un seguimiento de los casos. Las Oficinas de Atención a las Víctimas del Delito, al igual que otras empresas públicas, sufrieron un expediente de regulación de empleo en 2011, circunstancia que obligó a cerrar algunos puntos de atención. Los trabajadores sufrieron también un recorte en sus salarios. La Generalitat tenía previsto ahorrar un millón de euros con estos recortes.
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