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Un adulto debe dormir entre 7 y 9 horas todos los días.
El 32% de los españoles no tiene un sueño reparador

El 32% de los españoles no tiene un sueño reparador

Los problemas del sueño son una preocupación para la salud pública mundial debido a que la falta de sueño se asocia con daños en la motivación, la emoción y el funcionamiento cognitivo

redacción

Jueves, 10 de noviembre 2016, 08:45

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A pesar de que dormir es una actividad vital para el funcionamiento óptimo del organismo humano, y de que los expertos recomiendan que se haga durante un mínimo de 7 horas seguidas, el 32% de los españoles admite no tenerlo así, por lo que muchos tienen sensación de cansacio durante el día, según datos del 'Primer estudio sobre salud y descanso' de la Fundación de Educación para la Salud del Hospital Clínico San Carlos (FUNDADEPS) y la Asociación Española de la Cama (ASOCAMA).

También resulta imprescindible mantener una correcta higiene de sueño. Este concepto hace alusión al conjunto de comportamientos y recomendaciones ambientales destinadas a promover un sueño saludable que proporcione una mejor calidad de vida. En este sentido, se han planteado varias cuestiones necesarias para mejorar el descanso que van desde saber cuántas horas se debe dormir, hasta cuáles son las condiciones ambientales de alimentación y las prácticas deportivas idóneas.

Condiciones idóneas

De media, un adulto debe dormir entre 7 y 9 horas todos los días. Sin embargo, el 80% de los encuestados en un estudio realizado por la Fundación de Educación para la Salud del Hospital Clínico San Carlos de Madrid en 2008, reconocieron dormir menos de 7 horas diarias, lo que se traduce en un problema de salud que afecta a la mayoría de la población española.

Aunque los hábitos de sueño se van modificando con la edad, se ha demostrado que los españoles se han ido alejando de los del resto de países europeos. Así, solamente un tercio de los españoles reconoce dormir las horas necesarias durante los días laborables. Una de las razones que explica esta alteración en el horario de sueño es la emisión de los programas de mayor audiencia más tarde que en el resto de Europa, de ahí, que se haya retrasado el horario de la cena y en consecuencia, la hora de acostarse.

Beneficios de una hora más

Con el cambio de hora en otoño como lo que hacemos es aumentar una hora de sueño, nuestro organismo no nota síntoma alguno. Sin embargo, en primavera, cuando se adelanta una hora y como resultado se duermen 60 minutos menos, son muchos los que sostienen tener una especie de jet lag, provocándoles cefaleas, irritabilidad, falta de concentración y de atención. Este simple hecho pone de relieve la necesidad de cambiar los hábitos de sueño para poder descansar mejor y ser más productivos.

Recomendaciones para una higiene del sueño saludable

  • muy práctico

  • Por todo ello, los expertos de la aseguradora de salud ASISA han elaborado una guía que recoge consejos para mejorar la salud a través del sueño y que propone seguir algunas rutinas diarias como las siguientes

  • -Regularizar el horario de despertar

  • no debe haber más de dos horas de diferencia entre días laborables y no laborables.

  • -Mantener unas horas de sueño estables,

  • dentro de los límites recomendados, puesto que tanto el exceso como la privación de sueño, son perjudiciales para el sistema metabólico, endocrino e inmunológico.

  • -Modificar el horario televisivo para acostarse antes

  • y así incrementar la duración de sueño, sobre todo, en días de trabajo.

  • -Mantener un horario regular

  • de comidas y evitar cenas copiosas.

  • -Realizar ejercicio con constancia,

  • disciplina y prudencia. Llevar horarios regulares de entrenamientos, evitándolos al menos tres horas antes de dormir.

  • -Darse una ducha de agua caliente

  • antes de dormir puede facilitar el inicio del sueño.

  • -Dormir a oscuras y en silencio,

  • evitando el uso de dispositivos electrónicos con emisión de luz al menos dos horas antes de horario de sueño habitual.

  • -Apagar el móvil

  • o dejarlo fuera de la habitación durante la noche.

  • -Controlar las condiciones ambientales del dormitorio

  • colchón y almohada cómodos y adecuados, mantener la habitación a oscuras (usar antifaz si es necesario), sin ruidos y con aire cálido en la habitación y mantener las extremidades calientes.

  • -Cuidar el sueño aunque se trabaje a turnos.

Actualmente, los problemas del sueño son una preocupación para la salud pública mundial debido a que la falta de sueño se asocia a daños en la motivación, la emoción y el funcionamiento cognitivo, tal y como indican diversos estudios neurológicos. Basándose en las evidencias, resulta imprescindible establecer unas normas y hábitos de sueño saludable para proteger la salud de las personas.

El sueño de calidad se inicia aproximadamente dos horas después del comienzo de la producción de melatonina, que se produce al inicio de la fase descendente de la temperatura corporal central y de la fase ascendente de la temperatura de la piel distal. Por su parte, el final del sueño ocurre espontáneamente unas dos horas después del inicio de la fase ascendente de la temperatura central y se asocia con una bajada en la temperatura de la piel distal y con el cese de la secreción de melatonina. Cuanto más nos alejemos de esta ventana temporal, que es nocturna por naturaleza, peor será la calidad de nuestro sueño.

La doctora Paula Giménez Rodríguez, directora de la Unidad del Sueño de Clínica HLA Vistahermosa (Alicante) y delegada de ASISA en Alicante, explica que «es importante establecer un horario de sueño, acostarse y levantarse siempre a la misma hora porque ayuda a dormir mejor. Eso sí, este debe respetarse incluso los días festivos, evitando que el desfase con el descanso diario sea de más de dos horas».

Problemas de salud

«Se ha encontrado relación entre sueño de corta duración y presencia de fatiga diurna, afectación psicomotora, accidentes, deterioro de la salud física y psicológica y bajo rendimiento académico o laboral. Por eso, dormir una hora más mejoraría notablemente la salud de la mayor parte de la población», agrega la doctora.

Del mismo modo, se ha demostrado que la carencia de sueño es un factor de riesgo en enfermedades graves, como diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares. Así, en el informe 'Monica' (Monograph and Multimedia Sourcebook) publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se demostró la relación entre los trastornos del sueño y el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral en el largo plazo: durante el período de estudio, casi dos tercios (63%) de los participantes que tuvieron un ataque al corazón también presentaban trastornos del sueño. A su vez, la manifestación de la tensión social en la población se traduce en estos trastornos del sueño, puesto que están estrechamente asociados con los estados negativos afectivos, como ansiedad, depresión, hostilidad o agotamiento vital.

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