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La uveítis afecta a 47.000 personas en España y suele causar fuerte dolor, visión borrosa y/o enrojecimiento en algunos casos.
Sólo el 8% de los españoles conoce qué es la uveítis

Sólo el 8% de los españoles conoce qué es la uveítis

La enfermedad es una de las principales causas de ceguera prevenibles en países desarrollados

redacción

Jueves, 6 de octubre 2016, 09:00

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Según los datos que se desprenden de un estudio realizado por la Asociación de Pacientes de Uveítis (AUVEA) entre la población española para conocer el grado de conocimiento de los españoles sobre esta enfermedad, solo el 8% de la población declara saber qué es y, de este porcentaje, sólo la mitad lo identifica claramente con la úvea, la capa media del ojo.

Sin embargo, cuando se les pregunta a los encuestados sobre el sentido más importante para ellos, el 90% valora la vista como el sentido más importante, muy por encima del oído, el tacto, el olfato y el gusto.

Asimismo, a pesar de que se trata de una de las principales causas de ceguera prevenibles en países desarrollados (10-15% de los casos de ceguera son causados por uveítis) y una causa común de pérdida de visión entre personas en edad laboral, la mayoría de los españoles no sabe nada sobre esta enfermedad.

Percepción errónea sobre la uveítis

Según revela el estudio, existe una percepción errónea entre la población española sobre a quién afecta la uveítis, ya que los encuestados la relacionan sobre todo con personas a partir de 50 años. Sin embargo, la uveítis se empieza a desarrollar en adultos jóvenes con toda su vida laboral por delante, por lo que las consecuencias de la enfermedad afectan a su calidad de vida en prácticamente todos los ámbitos. «Suele aparecer entre los 20 y 45 años y, aunque es menos frecuente, también puede aparecer durante la etapa pediátrica», aclara el doctor Alfredo Adán, presidente de la Sociedad Española de Inflamación Ocular (SEIO) y Director del Instituto de Oftalmología del Hospital Clínic de Barcelona.

¿Qué es?

 La uveítis es la inflamación de la úvea, la capa media del ojo, una parte de las membranas que recubren el ojo. Afecta a 47.000 personas en España y suele causar fuerte dolor, visión borrosa y/o enrojecimiento en algunos casos. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica que si no se trata puede traer consigo una importante pérdida de visión o incluso ceguera. Puede tener un gran impacto en los pacientes, tanto a nivel físico como psicológico y social. La pérdida de visión y el dolor limita considerablemente la calidad de vida de las personas que padecen esta patología: incapacidad para conducir o trabajar, pérdida de la independencia, sensación de aislamiento y depresión, miedo a perder la visión, entre otros.

«La uveítis suele aparecer entre los 20 y los 45 años y, aunque es menos frecuente, también puede aparecer durante la etapa pediátrica. Hasta ahora se utilizaban los corticoides o inmunosupresores que, además de conllevar frecuentes efectos secundarios, en muchas ocasiones resultaban ineficaces. Actualmente, los fármacos biológicos están abriendo nuevas vías de tratamiento y han provocado un gran salto cualitativo en el manejo de la enfermedad y en la calidad de vida de los pacientes»,  explica el doctor Alfredo Adán.

Prevención

Según revela el estudio, a pesar de la importancia que la población da a la visión, solo el 10% acude al oftalmólogo para hacerse una revisión general. La mayoría no piensa en la vista como un sentido que requiera revisiones periódicas. Sin embargo, los especialistas aconsejan hacerse una revisión oftalmológica cada seis meses. Únicamente con este gesto preventivo se pueden detectar enfermedades como la uveítis y comenzar a tratarlas a tiempo para que causen el mínimo impacto posible en los pacientes.

Según comenta Silvia Matrai, paciente de uveítis, esto y el desconocimiento de la uveítis por parte de la población contribuye también al hecho de que los primeros síntomas o molestias aparentemente menores de la visión se pasen por alto y no se les de importancia sin tener en cuenta que pueden indicar algo serio».

 La prevención no evita padecer la enfermedad pero sí reduce su impacto de manera que los pacientes diagnosticados precozmente y tratados adecuadamente puedan mantener gran parte de su calidad de vida, reducir notablemente los brotes y llevar una vida normal.

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