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Los investigadores pretenden entender qué cambios cerebrales hacen a las hembras agresivas durante el periodo de crianza.
Cómo surge la agresividad en el cerebro

Cómo surge la agresividad en el cerebro

Investigadores de la Universidad Jaume I desarrollan un modelo en ratones hembras madres, que se vuelven violentas para proteger a sus crías, para dar respuesta a esta pregunta

redacción

Miércoles, 7 de octubre 2015, 09:00

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El modelo creado por investigadores de la Universitat Jaume I ha sido publicado en la revista 'Frontiers in Behavioral Neuroscience' y constituye una estrategia innovadora que permite analizar la zona cerebral conocida como «el cerebro socio-sexual» a través de la comparación de cerebros de ratones hembras en situaciones fisiológicas en las que su comportamiento difiere sustancialmente para poder ver cómo surge la agresividad en el cerebro.

Así, y mediante el estudio del comportamiento maternal de ratones hembra, han detectado que las hembras que son madres desarrollan un comportamiento agresivo frente a los ratones machos, algo que las hembras vírgenes no expresan. Como explica la doctoranda Ana Martín Sánchez, autora de la tesis doctoral que ha dado pie a este método, «una hembra normalmente no es agresiva. Para que agreda, tiene que ocurrir que sea madre y tenga unas crías que defender. Hemos visto que en estos casos, cuando se le acerca un ratón  macho, la hembra lo va a atacar siendo tan o más agresiva que un macho».

Cuestión de feromonas

Las investigaciones previas del grupo habían demostrado que las hembras vírgenes se sienten atraídas por una feromona que los machos expulsan en su orina. Pero tal como señala la investigadora Carmen Agustín, «los estudios recientes del Laboratorio NeuroFun de la UJI han demostrado que la misma feromona masculina que genera atracción en una hembra virgen, induce agresión en una hembra madre».

Esta agresión está determinada por la zona cerebral conocida como el «cerebro socio-sexual». Una zona primitiva del cerebro, similar en todos los vertebrados, que es responsable de comportamientos instintivos, no cognitivos, y por ello muy difíciles de controlar. El modelo desarrollado por los investigadores de la Universitat Jaume I contribuirá a entender cómo esta zona del cerebro gestiona nuestro comportamiento social.

En este sentido, el modelo propuesto permitirá comprender cómo surge el comportamiento agresivo en el cerebro a partir del estudio de un animal que entra en un modo agresivo en una situación fisiológica definida como es la maternidad.

Y es que el estudio indica que con la maternidad se produce un cambio de comportamiento puntual debido a un cambio en el cerebro. «Tenemos un animal que entra en un modo agresivo reversiblemente. A través de la comparación de los cerebros de las hembras vírgenes y de las madres mediante el estudio de sus circuitos neuronales o de sus patrones de expresión génica, pretendemos entender qué cambios cerebrales hacen a las hembras agresivas durante el periodo de crianza», afirman los investigadores.   

Para ello,el equipo combina el análisis del comportamiento de los animales con estudios de la distribución de neurotransmisores y sus receptores en las neuronas del cerebro socio-sexual.

El modelo desarrollado por el grupo NeuroFun de la UJI es un importantísimo avance para el estudio de los mecanismos que desencadenan la agresividad y permitiría, mediante el análisis de esas zonas del cerebro y del cambio en la expresión de determinados genes, diseñar una estrategia farmacológica para disminuir la agresividad.

Así, este método constituye una oportunidad única para descubrir las bases neuronales de la agresividad y sus mecanismos de control, pero también para estudiar otros comportamientos socio-sexuales de enorme importancia en nuestra especie como la atracción o los comportamientos maternal y paternal.

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