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Deporte sí, pero con responsabilidad

Deporte sí, pero con responsabilidad

Una vez hemos tomado la decisión de dejar a un lado el sedentarismo, debemos elegir la práctica deportiva más afín a nuestra condición física

remitido

Valencia

Martes, 17 de octubre 2017, 09:18

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Conocer tus límites, mejorar tu rendimiento y practicar deporte de forma segura, son los 3 argumentos que deben servirte para convencerte de la importancia que tiene hacerse un chequeo médico especialmente diseñado para deportistas.

Desde el Servicio de Cardiología del Deporte del Hospital IMED Valencia, se recomienda realizarse reconocimientos cardiológicos periódicamente, ya que hay ciertas patologías de origen cardiológico que pasan desapercibidas aunque el deportista se encuentre bien y que pueden causar algún evento fatal.

Para prevenir estas patologías, primero se realiza una historia clínica completa y una exploración física. Posteriormente se realizan tres pruebas complementarias:

Electrocardiograma: nos dice el ritmo del corazón, estima cuánto miden las cavidades del corazón y nos proporciona mucha información de la presencia de arritmias.

En todos los casos debe ir acompañando de una historia clínica completa (preguntando también por la historia familiar) y una exploración física minuciosa.

Esta primera aproximación nos puede sugerir la presencia de muchas patologías. Es lo mínimo que se debe hacer siempre.

Ecocardiograma: según la edad, las causas de muerte súbita son diferentes y de esto dependerá hacia dónde se debe orientar el resto del estudio.

Por ejemplo, en menores de 35 años la principal causa es que el deportista tenga una cardiopatía congénita (de nacimiento) como por ejemplo que alguna parte del corazón sea más grande, y eso y otros problemas se pueden descartar con el ecocardiograma. En los menores de 35 años es casi mejor un ecocardiograma del corazón que una prueba de esfuerzo, al menos para descartar problemas en la salud.

Además, nos permite ver si el corazón del deportista está bien adaptado al deporte.

Prueba de esfuerzo o ergoespirometría: en los mayores de 45 años el problema más frecuente es que las arterias del corazón tengan colesterol y, aunque esta patología sea más difícil de diagnosticar, una prueba de esfuerzo puede ser que nos ayude a desenmascararlo, por lo que en este rango de edad adquiere más importancia. Dependiendo de la prueba de esfuerzo que se haga (con o sin análisis de gases espirados), también nos dará información sobre las capacidades físicas del deportista. Los resultados de este tipo de chequeos son esenciales para poder practicar deporte con seguridad, responsabilidad y acorde a la condición física de la persona. Esto es especialmente importante en deportes como el running, en el que si el deportista desconoce su verdaderos límites y circunstancias físicas, difícilmente podrá planificar un entrenamiento acorde a su fisiología y acabará haciendo los entrenamientos que se encuentran por internet o el de sus amigos. Lo realmente malo es practicar deporte para el que no estás preparado.

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