Borrar
Beatriz Domínguez-Gil.
Beatriz Domínguez-Gil: «50 donantes por millón es nuestro objetivo»

Beatriz Domínguez-Gil: «50 donantes por millón es nuestro objetivo»

La nueva directora de la Organización Nacional de Trasplantes calcula que se alcanzará "esa cifra mágica" en cuatro o cinco años

EFE

Viernes, 26 de mayo 2017, 11:50

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

"50 es la cifra mágica que resumiría cuantitativamente nuestros objetivos a corto y medio plazo", señala la nueva directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, quien vaticina que habrá 50 donantes por millón de habitantes en cuatro o cinco años. Domínguez-Gil, que sustituye al doctor Rafael Matesanz en el cargo, se estrena en el puesto con objetivos claros: aumentar el número de donantes (actualmente es de 43,4 por millón), que la ONT siga siendo líder en donación y trasplantes durante 25 años más -serían ya 50 encabezando el ránking mundial- y superar los 5.000 trasplantes anuales.

En la primera entrevista que concede tras ser nombrada responsable de la ONT, ahora con categoría de Dirección General, Domínguez-Gil manifiesta su intención de seguir las indicaciones de su antecesor antes de dejar el cargo: "La necesidad de innovar. Él dice que continuamente hay que mover el agua". Reconoce que haber llegado a 43,4 donantes por millón de población (este año se pueden alcanzar los 44-45) "son unos datos de excelencia difíciles de mantener porque tenemos un contexto epidemiológico complicado". No obstante, cree que "la cifra mágica tiene que ser la de 50 dentro de cuatro o cinco años".

Después de 25 años de liderazgo mundial, otro de los retos en la nueva etapa es conseguir que la donación y el trasplante de tejidos, células, progenitores hematopoyéticos (médula ósea) y terapia celular "tenga tanto brillo y esplendor" como han tenido los órganos sólidos. "La ONT quiere apostar por esta línea de trabajo y nuestra nueva situación nos lo va a permitir con más facilidad", señala.

Entre tanto, la organización desarrolla vías alternativas de donación que pretende consolidar, como es la detección de potenciales donantes fuera de UCI mediante la cooperación con los servicios de urgencia para "que a toda persona en el momento del fallecimiento se le de la opción de culminar su vida con altruismo y solidaridad" donando sus órganos.

Otra de las vías en las que se trabaja desde hace años es en la donación en asistolia (de personas que fallecen de muerte no encefálica tras una parada cardiorespiratoria). Es un tipo de donación técnicamente más compleja porque en el momento en que los órganos dejan de estar perfundidos con sangre oxigenada empiezan a perder su viabilidad para ser trasplantados. El impacto de la donación en asistolia "ha sido espectacular" y está "aumentando exponencialmente" en hospitales trasplantadores con muchos recursos pero también en otros pequeños gracias a la colaboración entre ellos. De hecho, este procedimiento representó el pasado año el 25% del total de las donaciones y a fecha de 15 de marzo alcanza ya el 32%. "Es el que nos ha permitido -sostiene- superar definitivamente ese reto de los 40 donantes por millón que nos marcamos en 2008".

Otro objetivo es lograr que la donación de vivo no resulte gravosa ni perjudique laboralmente al donante y el Ministerio está ya "trabajando en este sentido". En su opinión, es muy importante que esta donación se contemple como "un motivo de baja laboral protegida, similar a la de maternidad". Además, la ONT está explorando otro tipo de medidas como seguros de vida que garanticen que "el donante vivo esté protegido a todos los efectos". "Es una obligación moral de nuestro sistema garantizar su protección integral", apunta. En 2016 se realizaron un total de 369 trasplantes de donante vivo (341 de riñón y 28 hepáticos).

Turismo de trasplantes

Un fenómeno "peculiar" de España que preocupa a la ONT es el denominado turismo de trasplantes, personas extranjeras no residentes que vienen "atraídos por la excelencia de nuestro sistema y que se intentan colar en las listas de espera", lo que, a su juicio, es "éticamente inaceptable". "No es que permanezcamos ajenos a la desesperación de estos pacientes y sus familiares, pero puede dar lugar a un efecto llamada que ponga en peligro la sostenibilidad del sistema sanitario en general y el de trasplantes en particular", advierte Domínguez-Gil.

La directora hace hincapié: "Cada órgano que se utiliza para un trasplante en un ciudadano que no reside en España de forma habitual se lo quitamos a un ciudadano español". Y es que la mortalidad en lista de espera para un órgano vital se estima en un 5%, aunque hay pacientes que se excluyen de la misma por empeoramiento, con lo que el porcentaje puede ser mayor.

Para hacer frente a este fraude "a corto plazo", la ONT plantea fijar un tiempo mínimo de residencia en España de dos años para acceder a un órgano teniendo en cuenta que la media de espera para un trasplante renal es de año y medio. En los próximos años, la ONT quiere centrar sus trabajos en la calidad y la seguridad para mejorar los resultados de los órganos mediante nuevas técnicas de preservación que permitan avanzar en la donación en asistolia, pero también en donantes más complicados, como de los de edad avanzada.

También, en los años venideros, según la directora, se tiene que hacer una inversión en investigación en general, y en trasplantes en particular porque "el sistema lo necesita", y el futuro vendrá de la mano de la terapia celular y de la creación de órganos bioartificiales y artificiales. Para ello habrá que esperar. Será a medio plazo. Pero esto "no es ciencia ficción".

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios