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Contaminación atmosférica en Pekín (China).
La contaminación de China mata más del doble que cualquier otra región del mundo

La contaminación de China mata más del doble que cualquier otra región del mundo

Mientras el Gobierno chino reitera su compromiso con los acuerdos medioambientales de París, la revista 'Nature' alerta de las nocivas emisiones atmosféricas en Asia

Daniel Cabornero

Miércoles, 29 de marzo 2017, 19:05

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Una reciente investigación ha estimado la mortalidad prematura asociada a la contaminación del aire por partículas finas (PM2.5) como resultado del transporte atmosférico, junto a la producción y consumo de bienes o servicios en 13 regiones de 228 países, y advirtiendo de que las emisiones chinas causaron más del doble del número de muertes en todo el mundo que las de cualquier otra región.

Publicada este jueves en la revista Nature, dicha investigación se ha coordinado desde Norwich (Reino Unido) por la Universidad de East Anglia (UEA) y desde Irvine (Estados Unidos) por la Universidad de California (UCI). Los autores se han centrado en las muertes por enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, cáncer de pulmón y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Y han determinado respecto a China esta mala estadística, seguida de las emisiones producidas en La India y el resto de la zona asiática. Por ejemplo, la contaminación china por PM2.5 está relacionada con más de 64.800 muertes prematuras en otras regiones, incluyendo más de 3.100 muertes en Europa Occidental y EE UU. Mientras tanto, el consumo europeo-occidental y estadounidense está vinculado a más de 108.600 muertes prematuras en China.

"Nuestros resultados revelan que los impactos interregionales en la salud asociados con la contaminación de PM2.5 como resultado del comercio internacional son más altos que aquellos que resultan del transporte de contaminantes atmosféricos a larga distancia", ha comentado Dabo Guan, coautor del estudio y profesor de Economía sobre el Cambio Climático de la Escuela de Desarrollo Internacional (en la UEA).

El artículo de Nature ha chocado de lleno con las últimas declaraciones del Ministerio de Exteriores chino, cuyo portavoz había reiterado en la víspera el compromiso de su país con los acuerdos contra el cambio climático que se cerraron a finales de 2015 en París (Francia). "No importa cómo cambien las políticas de otros países; como un país grande y desarrollado, las metas y las decisiones de China no cambiarán", aseguró Lu Kang.

"Nosotros todavía mantenemos que todas las partes deben avanzar con los tiempos, aprovechar las oportunidades, cumplir sus compromisos...; y, con seriedad, dar pasos proactivos para presionar conjuntamente para el cumplimiento del acuerdo", afirmó el portavoz ministerial de Exteriores, que incluso criticó al presidente de EE UU, Donald Trump, después de que éste aprobara un decreto para desmantelar normas medioambientales aprobadas por su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama.

Compartir los costes

Dabo Guan y sus compañeros han sostenido que, si el coste de productos importados es menor porque hay controles menos estrictos de contaminación aérea en esas regiones donde se producen, entonces los consumidores pueden ahorrar a expensas de vidas perdidas en otros lugares. "La mortalidad prematura relacionada con la contaminación atmosférica es algo más que un problema local y nuestros hallazgos cuantifican hasta qué punto la contaminación atmosférica es un problema mundial", han explicado.

"El comercio internacional está globalizando aún más la cuestión de la mortalidad por contaminación atmosférica al permitir que las actividades de producción y consumo estén físicamente separadas. En nuestra economía global, los bienes y servicios consumidos en una región pueden implicar la producción de grandes cantidades de contaminación atmosférica y la mortalidad relacionada en otras regiones", ha añadido Guan.

Los autores han sugerido que pueden ser efectivas las políticas regionales que regulan la calidad del aire imponiendo un precio a las emisiones contaminantes; en algunos casos, podría compartirse una parte considerable de los costes generales de dichas políticas con los consumidores de otras regiones. Pero "hay evidencia de que las industrias contaminantes han tendido que migrar a regiones con regulaciones ambientales más permisivas", lo que implica que puede haber tensión entre los esfuerzos de una región dada para mejorar la calidad del aire y atraer inversión extranjera directa.

¿Un beneficio sanitario?

"El mejoramiento de las tecnologías de control de la contaminación en China, India y en otras partes de Asia tendría un beneficio sanitario desproporcionadamente grande en esas regiones y en todo el mundo y es de interés global la cooperación internacional para apoyar esos esfuerzos de reducción de la contaminación y reducir las 'fugas' de emisiones a través del comercio internacional", ha subrayado el artículo de Nature.

"La manera en que la fabricación y el comercio se estructuran en el mundo hoy significa que la contaminación atmosférica se ve desproporcionada por las personas que viven en o cerca de las regiones productoras, a menudo lejos de donde se consumen los bienes", ha precisado Steven Davis, también coautor del dosier y profesor de Ciencias del Sistema Terrestre en la UCI.

El equipo de investigación ha establecido que, de los 3,45 millones de muertes prematuras relacionadas con la contaminación por PM2.5 en 2007, alrededor del 12% (unas 411.100) estaban relacionadas con los contaminantes del aire en una región diferente del mundo; y alrededor del 22% (unas 762.400) estaban asociadas con bienes y servicios producidos en una región para el consumo en otra.

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