¿No sabes qué carrera estudiar? Verdades y mitos sobre Periodismo y Comunicación Audiovisual

Además, la crisis económica ha afectado con fuerza el ámbito mediático, con reducciones de plantilla y fusión de puestos de trabajo (la temida polivalencia) que han borrado a muchos medios pequeños del panorama. El cambio de paradigma tecnológico y social con la digitalización e internet ha puesto las rutinas profesionales patas arriba y son, probablemente, las profesiones que más han cambiado en los últimos años. Así que si tus prioridades a la hora de elegir carrera son el sueldo y la salida profesional, vas por mal camino. Pero no todo es negativo, porque Internet ofrece todo un abanico de posibilidades impensables hace veinte años y está consiguiendo abrir el sector a profesionales al margen de los grandes grupos de comunicación. Nuevos contextos, nuevos retos y nuevas oportunidades para trabajar en la información.

Si llegados a este punto eres de los valientes que todavía quiere estudiar Periodismo o Comunicación Audiovisual, te ilustramos con algunos de los bulos y leyendas que tendrás que acostumbrarte a escuchar y con consejos para sobrevivir a tus años universitarios:

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Serán, probablemente, las frases que más hayas escuchado si estás pensando estudiar Periodismo. Pero precisamente, internet y el entorno digital han configurado una selva de sobreinformación donde la labor de contextualización y la necesidad de veracidad y confianza es más apremiante que nunca. Así que no, ni el periodismo ha muerto y ni cualquiera con un blog es periodista. Lo que necesita la carrera son profesionales con vocación, educados en la cultura digital y dispuestos a darle un refrescante giro a una profesión que ha de actualizarse y avanzar al mismo tiempo que la propia sociedad. El periodismo es tan fundamental como la medicina o economía, a pesar de estar mucho menos reconocido; es un puente de información entre los ciudadanos y su entorno (cercano y lejano) y cumple así una función democrática fundamental para que estos puedan tomar sus propias decisiones con conocimiento de causa.

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Bueno, esto es cierto en el caso de Comunicación Audiovisual. Pero donde el resto de la gente ve un simple entretenimiento, para nosotros es formación pura y dura. Pasarse horas y horas viendo películas, cortos y otra serie de producciones es la mejor manera de empaparse del lenguaje audiovisual y dominarlo con mayor precisión y creatividad. Es como la lectura y escritura: difícilmente serás un gran escritor si no has abierto ni un libro en tu vida. En C.Audiovisual es imprescindible conocerse al dedillo las películas y directores más importantes de la historia del cine, de cualquier género y estilo, así que tampoco creas que vas a pasar la carrera viendo solo a Tarantino.

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Real. Para ser periodista es fundamental estar al pie del cañón en la actualidad mundial, nacional y local. Se debe estar informado en todo momento y no solo de los temas que más nos gusten, se ha de conocer el panorama general de cualquier ámbito informativo, así como estar al tanto de las tendencias en internet y redes sociales. Y al margen de la lectura de noticias, se deben leer libros, crónicas y reportajes para desarrollar habilidades reflexivas y de redacción.

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Es otro de los lastres que acarrea la profesión. La tarea del periodista/comunicador ha sido tradicionalmente tildada de 'fácil' e incluso 'de lógica', especialmente por los alumnos de ciencias puras. Pero la realidad académica difiere bastante de esta utopía: a escribir decenas de artículos, crónicas y reportajes se le ha de añadir el dominio de las capacidades de locución y habla frente a un micrófono/cámara (con su correspondiente control emocional) e incluso, a día de hoy, el control de técnicas de edición y montaje de video. Probablemente, los que afirman que son carreras fáciles no tengan ni la menor idea de la cantidad de textos que se leen, ni del volumen de entregas, exámenes y aprendizaje que exigen estos grados. Porque no basta con conocer a Truman Capote o a Robert Capa, el desarrollo de técnicas de redacción, expresión oral y comunicación frente a la cámara son más difíciles de adquirir que memorizar y vomitar temario.

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En la rama de la información, los grados están planteados para dar pinceladas sobre los temas sociales básicos: economía, historia, política… Darás todas estas materias y conocerás lo imprescindible para tener una cultura base con la que poder entender e interpretar lo que pasa en la sociedad. Así que, como en cualquier carrera, olvídate de eso de 'estudiar solo lo que me gusta'. Además, también tocarás un poco de los principales ámbitos profesionales dentro de la rama: desde periodismo deportivo a económico o político (si optas por este grado) hasta animación 3D, programación web y dirección artística si te decantas por la rama audiovisual. ¿La parte buena? Que conocerás mejor de qué va cada cosa y tendrás más claro qué es lo que en realidad te gusta para poder especializarte.

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Otra de las reacciones más comunes al comunicar que piensas dedicarte al ámbito de la información, y que, lamentablemente no es del todo mentira. Olvídate de las jornadas fijas y de horarios cómodos. Trabajar en un medio de comunicación implica estar operativo fines de semana, noches y festivos, porque la actualidad no para y la información hoy día tiene que ser al minuto. En comparación con otras carreras, estudiar Periodismo o C. Audiovisual implica tener un trabajo con horario más complejo y comprometido, aunque esto también sucede con Medicina o Enfermería. Lo realmente preocupante es la polivalencia que se ha adueñado del sector. Las clásicas estructuras que separaban la figura del periodista y el fotógrafo van quedando cada vez más disueltas en los medios (en función de su tamaño) y es bastante habitual que nos pidan que seamos capaces de hacer de todo. Un intrusismo profesional en el que se fusionan dos funciones básicas y diferenciadas, con la consiguiente pérdida cualitativa de exigir a un profesional los conocimientos de otro para los que no está tan formado.

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La falta de confianza en la profesión es una de las problemáticas más acusadas dentro de la misma, y ha agravado aún más la crisis del sector. Coberturas nefastas y partidistas como las de la antigua Canal 9 hacen que los ciudadanos hayan dejado de creer en las informaciones de los medios y su negativa ante el pago por sus contenidos sea cada vez mayor. La 'cultura de lo gratuito' ha encontrado la excusa perfecta con este tipo de informaciones manipuladas para el público más escéptico, que lleva por bandera eso de 'para que me mientan, lo veo gratis' y 'los periodistas son igual de mentirosos'. Así que los nuevos profesionales tendrán que hacer un doble esfuerzo para demostrar que el periodismo de calidad aún existe, mediante el compromiso de la objetividad y la transmisión de valores (como la negativa de dar enfoques machistas o discriminatorios.

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No hace falta tener un sexto sentido para desarrollar estas profesiones, pero sí que es preciso estar 'avispado' para detectar noticias donde otros solo ven anécdotas y tener creatividad para componer contenido original y de calidad.

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Pese a la distorsionada imagen del periodista de redacción que muchos tienen, trabajar en la información es bastante arriesgado. No hace falta ser corresponsal de guerra o rodar escenas de alto riesgo, los periodistas y comunicadores han de estar preparados para desplantes, inclemencias climáticas y hasta agresiones.

También te hará falta algo de humor para superar las épocas de exámenes y entregas finales, así que te ilustramos con algunos de los ingeniosos mensajes que circulan por las redes sociales sobre estas profesiones: