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Morate, durante el juicio. Foto: Efe | Vídeo: Atlas

Morate preguntó por la prescripción de los delitos antes de la desaparición de las jóvenes

Durante el juicio, una prima del acusado ha reconocido que le tenía miedo

J. V. Muñoz-Lacuna

Cuenca

Martes, 24 de octubre 2017, 12:45

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Sergio Morate, el único acusado por el asesinato de su exnovia, Marina Okarinska, y una amiga de ésta, Laura del Hoyo, en agosto de 2015 en Cuenca, preguntó a un amigo, licenciado en Derecho, un día antes de los crímenes por la prescripción de los delitos y los procesos de extradición. Así lo ha revelado este martes uno de los testigos que han comparecido en la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Cuenca.

Otro testigo de los 39 que comparecerán hasta el final de la vista oral ha confirmado que Sergio Morate le pidió prestado el coche el mismo día de la muerte de las dos jóvenes, el 6 de agosto, y que el vehículo que presuntamente podría haber utilizado para trasladar los cadáveres apareció el día siguiente con el maletero vacío. Durante la sesión de este martes también ha testificado el responsable de un comercio al que acudió Morate días antes del doble crimen con la intención de comprar cal viva.

«Mi primo me daba miedo»

Uno de los testimonios más llamativos lo ha protagonizado una prima de Sergio Morate a quien éste telefoneó tras la desaparición de las dos víctimas para que cancelara todas sus cuentas en las redes sociales. “Tenía miedo porque pensaba que a mí me podría hacer lo mismo que se decía que había hecho”, ha explicado la joven, que sospechaba que su primo había secuestrado a Marina y a Laura.

Sin embargo, en esta segunda sesión del juicio la gran sorpresa ha sido la ausencia de tres testigos que pueden resultar fundamentales: tres amigos rumanos que dieron refugio a Sergio Morate cuando éste marchó a Rumanía mientras era buscado por las fuerzas de seguridad españolas. Uno de ellos lo acogió en su casa pero no ha acudido a testificar por videoconferencia a los juzgados de la ciudad rumana de Timisoara porque está trabajando en Alemania. Tampoco ha comparecido su hermano –en paradero desconocido- ni su esposa, que ha alegado que no tenía a nadie con quien dejar a su hijo pequeño.

A pesar de este contratiempo, el presidente del tribunal ha pedido a las autoridades rumanas que adopten las medidas necesarias, incluso la fuerza policial, para que estos tres testigos puedan declarar el miércoles o el jueves.

«La he liado gorda»

Efe.-"La he liado gorda, estoy jodido". Esto dijo Sergio Morate a los policías que lo recogieron a su llegada a España, tras ser extraditado de Rumanía, a los que -según el relato de uno de los agentes- admitió que estaba muy enamorado de su expareja Marina Okarinska y, también, arrepentido de la muerte de Laura del Hoyo.

Morate les relató que su relación con Marina, tras cuatro años, empezó a enfriarse en febrero o marzo de 2015, cuando ella viajó por primera vez a Ucrania ese año, y lamentaba que "le había dado todo", que se había portado muy bien con ella, que le había dado todo lo que le había pedido.

Pero también pensaba que "le contestaba mal y lo trataba mal" y que, como consecuencia de "todos estos desaires", tuvo que ir a un psicólogo. "Se levantaba por la mañana y había días que decía tengo que hacerlo", pero después pensaba en su familia, en su vida y se reprimía, pero luego "volvía a esa idea obsesiva", según este relato.

Entre otros detalles, les dio a conocer que el día que ocurrieron los hechos no contaba con que Laura acompañara a Marina a su casa, que no quería que subieran, pero que, una vez que lo hicieron, cerró la puerta con llave y ya no contó más.

Sin embargo, -les precisó- metió sus cuerpos en dos bolsas de basura, que los transportó en el maletero y entre los asientos a Palomera para enterrarlas. Como no soportaba ver la cara a Marina, "se la tuvo que tapar con otra bolsa de basura".

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