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Los científicos espaciales inspeccionan un tubo volcánico. ESA
Por la mina hacia Marte

Por la mina hacia Marte

Científicos de la Agencia Espacial Europea se preparan bajo tierra para la búsqueda de vida en el planeta rojo

J. LUIS ALVAREZ

Lunes, 23 de octubre 2017, 00:05

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Hasta ahora era habitual ver a los astronautas preparándose para su viaje espacial en grandes piscinas o en el fondo del mar Caribe. Sin embargo, el proyecto de los viajes a Marte ha cambiado el concepto de la preparación de los viajeros espaciales. Al entrenamiento bajo el agua, emulando las condiciones de gravedad cero, ahora se suma el adiestramiento para la búsqueda de vida marciana, lo que se hace en las entrañas de la Tierra.

Por ese motivo, varias decenas de científicos y especialistas en instrumentación de todo el mundo se encuentran estudiando las posibilidades de vivir en otros planetas a un kilómetro bajo la superficie terrestre, en una mina del Reino Unido. El astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) Matthias Maurer se ha unido a esta expedición, que durante dos semanas desarrolla la quinta salida de Investigación en Analogía Minera. «Algunos de los lugares más interesantes para la exploración planetaria se encuentran bajo nuestros pies», explica Charles Cockell, director del Centro de Astrobiología del Reino Unido.

Algún día, los exploradores espaciales podrían vivir bajo tierra, en tubos de lava o en las cavernas de la Luna y Marte, ya que ofrecen los entornos más adecuados para establecer asentamientos humanos. Al igual que ciertas regiones del todavía inexplorado planeta rojo, la mina de potasa de Boulby, en el noreste de Inglaterra, presenta salmueras que podrían albergar vida microbiana. «No imaginaba que soluciones con tal concentración de sal pudieran ser un buen lugar para comenzar a buscar signos de vida», reconoce Matthias Maurer desde el interior de la mina. «Hay tanto que podemos aprender en la Tierra sobre otros planetas», añade.

Este astronauta de la ESA trabaja con un equipo de detección de vida, taladros y cámaras para la exploración robótica y humana. Una de sus tareas es adiestrar a sus compañeros en el funcionamiento de un martillo robótico que algún día podría formar parte de un vehículo 'rover' en Marte.

También participa en este proyecto personal asignado a la misión ExoMars de la ESA, que se está preparando para enviar un robot explorador al planeta rojo en 2020. Estos expertos prueban los prototipos de una cámara de alta resolución y un paquete de sensores para medir el vapor de agua en una exploración bajo la más completa oscuridad.

Está previsto que en noviembre, durante cinco días, el curso de geología Pangaea de la ESA -en el que participan 18 organizaciones y cuatro agencias espaciales- traslade sus laboratorios a los paisajes casi marcianos de Lanzarote. Los túneles y las formaciones volcánicas que la lava ha creado en esta isla canaria serán el escenario perfecto para que un equipo formado por 50 personas, entre astronautas, expertos en paseos espaciales, ingenieros y científicos estudien las herramientas y las técnicas de muestreo para explorar otros planetas. Algunas de las herramientas desarrolladas en la mina inglesa se probarán para la investigación geológica de los tubos de lava.

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