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Viernes, 5 de enero 2018, 08:11
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Empieza uno a leer uno de esos hilos famosos en Twitter y parece que se encontrará con una tristísima historia de abandono animal tan común en España, donde la cifra alcanza los 400 abandonos diarios según la Fundación Affinity. Pero no. Nada más lejos de la realidad. De repente, un giro inesperado consigue sacar una buena sonrisa. El protagonista es Tizón, un perro Mastín enorme de color negro, y que ha protagonizado uno de los temas más comentados en las Redes Sociales gracias a lo que cuenta sobre él Manuel Delgado - tuitero especialista en marketing. El can, que 'trabaja' como pastor de Ovejas en Navacerrada (Madrid), es un jeta y además reincidente. Un viejo conocido de los servicios de emergencias madrileños, que reciben varias llamadas diarias a su costa y un gran 'actor' que ha robado el corazón a los amantes de los animales en Twitter gracias a su técnica para conseguir un poco de comida. El 'Goya' - comestible en este caso - para el mejor estafador de lo que va de 2018 es para Tizón. Aquí, su historia al completo:
Este es Tizón. Es un mastín. Nuestras vidas se cruzaron el domingo pasado, mientras iba con la bici cerca de Navacerrada, Madrid.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Os cuento. pic.twitter.com/OHh4uUOskG
Iba subiendo por una pista cuando vi a una pareja parada en la cuneta, junto a un perro que permanecía inmóvil. Al llegar a su altura, les pregunté si todo iba bien y me dijeron que el perro iba andando hacia ellos y, de pronto, se había desplomado.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Como digo, estaba completamente inmóvil y no reaccionaba si le animabas a levantarse ni nada. Por lo demás, estaba en perfecto estado: limpio, sano y reluciente.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Ella estaba llamando al número de teléfono que Tizón llevaba grabado en el collar. También iba el nombre, por eso lo sé. El número no estaba disponible, pero le dejó un mensaje. Como no podían hacer mucho más, dijeron que se iban.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Como digo, estaba completamente inmóvil y no reaccionaba si le animabas a levantarse ni nada. Por lo demás, estaba en perfecto estado: limpio, sano y reluciente.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Yo creí que, puestos a llamar a alguien, mejor llamar al 112 para avisar de que el perro estaba ahí tirado. Se esperaron un poco a ver qué nos decían.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
A todo esto, el bicho seguía sin reaccionar y, de vez en cuando soltaba un tímido lamento. Llamé a @EmergenciasMad
En el centro de llamadas del 112 se centraron en ubicarnos bien. Después, me pasaron con la policía local de Navacerrada.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Tras unos segundos de espera, contesta un policía. Lo primero que me pregunta: "¿Es un mastín negro?"
"Ese es el perro pastor de ahí, de la Barranca. Verá que hay unas ovejas por ahí cerca. Él es quien las cuida. Tiene permiso para estar suelto."
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
"Vale, bien, hasta ahí de acuerdo, pero Tizón está aquí tirado inmóvil, no sé qué tiene que ver su profesión en esto", pensé.
"Ese perro está fingiendo", me dice el policía.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Ahí sí que flipé de verdad. "¿Cómo que fingiendo?"
"Nos llama alguien casi a diario con la misma historia. Resulta que el perro tiene la costumbre de hacerse el muerto cuando se acerca algún paseante, para que le hagan caricias y le den comida."
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Yo flipando realmente fuerte. El bicho estaba a mis pies, lamentándose.
"Ya verá usted cómo, si se aleja, el perro se levanta y se va tan campante. Pueden dejarlo ahí, que no le pasa nada."
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Efectivamente, con sólo alejarte unos pasos, se incorporaba. Te volvías a acercar y volvía a su numerito de víctima de atropello. Nos partíamos de risa, claro.
Tizón es el mejor actor que he visto en mucho tiempo. Debía de pesar unos 70 kilos y tenía una mandíbula y un cuello con los que te puede arrancar un brazo casi sin hacer fuerza.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Pero Tizón no quiere tu brazo: quiere tu bocata. Y tus caricias.
Tizón es el Billy Elliot de la sierra de Madrid: le dijeron que debía ser pastor, pero él quiere ser actor.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Eres un cabroncete achuchable, Tizón. pic.twitter.com/0FP9h2ckTX
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