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Bar Jema de Miranda de Ebro. Ruth Laguna / Las Provincias
Hacienda se queda con el millón de euros de un boleto de lotería

Hacienda se queda con el millón de euros de un boleto de lotería

Pedreas aparte, cada año se dejan de cobrar 20 millones en premios. Uno de 4,7 lleva seis años en los tribunales en busca de dueño

ANTONIO CORBILLÓN

Viernes, 25 de mayo 2018

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Hasta la pasada medianoche, cuando los clientes del bar Jema de Miranda de Ebro (Burgos) sacaban la cartera para pagar sus consumiciones, sus trabajadores les soltaban el mismo comentario. «Revisa también el forro por si llevas el boleto premiado». Puri, una de las camareras, no recuerda cuántas veces ha podido soltar la frase. «Ni cuántos boletos he revisado para nada». Pero no era baladí. En juego estaba un millón de euros. Un apostante se gastó 25 euros el pasado 23 de febrero en rellenar el especial del Lluvia de Millones. Se trata de una variante del Euromillones que juegan todos los países europeos. Una rifa que se realiza dos veces al año y en la que no juegan los números al azar elegidos por el jugador, sino la combinación de dígitos que marcan el código de barras de la apuesta.

Aquel día creó en España siete nuevos euromillonarios (dos de ellos en Bilbao y Puzol, localidad de Valencia). Pero el afortunado mirandés ya no cobrará su premio. Con el cambio de fecha se agotó el plazo de tres meses y un día para hacerlo efectivo. «Los premios caducan a los tres meses, contados a partir del día siguiente a la celebración del sorteo», insisten machaconamente desde la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE). Como en los casinos, una vez más gana la banca... pública. Es decir, Hacienda.

El revuelo que se generó en febrero en la localidad norteña burgalesa llenó la ciudad de afortunados 'fantasma'.

Ahora lo será de verdad. El bar Jema ha mantenido el típico cartel de 'Premio millonario.... vendido aquí'. Pero en Miranda casi habían olvidado este golpe de la fortuna. Hasta que, hace unos días, llamaron desde SELAE al despacho de apuestas del Jema para recordar que el millón de euros seguía sin propietario. Usuarios y lugareños especulan con que su hoy ya 'infortunado suertudo' miró la combinación de los números y, al no lograr premio, tiró el resguardo sin revisar el código.

Quien sí decidió mantener la prueba de su 'condenada' suerte fue el dueño de un décimo del 53.404 del sorteo del Gordo de la Navidad de 2011. La Lotería Manises (Valencia) repartió 200 millones entre los clientes que adquirieron el número. Pero no todos lo celebraron con champán. «Hubo uno que encontró el décimo seis o siete meses después; demasiado tarde para cobrarlo», recuerda el dueño del despacho, Rafael Sanchís. Resultado: 125.000 euros para las arcas públicas.

10, 17, 24, 37, 40 y 43. Las peripecias de esta combinación de números de una Primitiva dan para un serial televisivo. Sellado a mediodía del 30 de junio de 2012 en La Coruña, su jugador se gastó un euro. Por la noche, ese resguardo valía 4.722.337. Dentro de poco más de un mes se cumplirán seis años y nadie los ha cobrado todavía. Y, en este caso, tampoco Hacienda. Quien lo rellenó no dejó rastro alguno. Pero el boleto apareció tres días después supuestamente en el mostrador de otra administración de Lotería distinta. Su dueño, que además es hermano del delegado de la SELAE en el territorio coruñés, devolvió el boleto, cuya desaparición fue publicada catorce meses después en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).

A la caza de esos 4,7 millones de euros se presentaron más de 200 personas. Pero sólo una había presentado la reclamación antes de que todo el mundo se enterara de que se buscaba a su dueño. Era un hombre de 75 años ya fallecido, aunque su familia sigue litigando por hacerse con un premio que consideran suyo. Su abogada, Belén Canosa, lleva más de un año esperando a que la Audiencia de La Coruña rectifique a la jueza que rechazó su extraña petición: realizar una prueba de ADN al billete, que hoy se guarda en una caja fuerte en la sede central de Loterías en Madrid. «Lo tienen ellos pero no está garantizada la cadena de custodia», advierte la letrada gallega.

- ¿Qué aportaría esa prueba?

- Aportaría que ha sido tocado... por mi cliente. Tenga en cuenta que es un papel rugoso para que no se borre la tinta. Deja huella. Por eso es fundamental hacerla.

Sospechas

La abogada critica la forma en que la SELAE gestiona estas situaciones. «Deberían mejorar sus métodos. No hay ninguna lista cerrada y pública de control de los premios». Además, no fue el organismo público quien advirtió de la falta de cobro, sino la intervención del Ayuntamiento coruñés. Desde la distancia, el lotero que encontró el resguardo premiado, Manuel Reija, espera acontecimientos. Es el único que tendría derecho a quedarse con el premio si no se establece un 'ganador judicial'.

Habría que viajar en el tiempo hasta el 14 de septiembre de 1995 para encontrar otro gran millonario fallido. Un boleto de la Primitiva sellado en Piedrahíta (Ávila) dejó sin cobrar sus 292 millones de pesetas (1,75 millones de euros). Pero son mucho más habituales los pequeños premios que se quedan por el camino. Con su experiencia, la letrada Canosa se sigue preguntando «a cuánta gente le han pasado cosas así y a cuánta le pasará en el futuro».

La SELAE también lleva las cuentas de eso. Desde ese 2012 del billete de La Coruña, apostantes afortunados han dejado de cobrar al menos 119 millones de euros. El pasado año supuso «el 0,40% sobre las ventas totales del conjunto de los juegos (8.917 millones)», confirman en el organismo estatal. Es un dato oficial, pero algunos loteros consultados creen que la cifra «es irreal, porque no interesa darla». «Rondará los 50 millones» por año, calculan en el portal de venta digital Ventura24. Según las estadísticas que manejan en esta web, hay entre un 30 y un 70% de premios pequeños o medianos, las pedreas, que no se cobran. A ellos se añaden todos los décimos que no tienen comprador y resultan agraciados, y que también ingresa Hacienda. La SELAE es muy rentable, ya que ha dejado de pagar 15.445 millones de euros en premios en los 516 sorteos que ha organizado entre 2012 y 2016. Además del 'mordisco' fiscal del 20% de los premios de más de 2.500 euros que se aplica desde 2013.

Para evitar estos requiebros de la suerte, internet se ha convertido en un reaseguro. Rafael Sanchís, que regenta junto a su hermano Fran la tercera administración que más vende de España (tras La Bruxa d'Or y Doña Manolita), insiste a sus clientes que compren desde su web. «Tenemos el control sobre el décimo, les avisamos si toca y tramitamos el cobro al día siguiente», recuerda. Rompe con la tradición de adquirir billetes en el lugar de vacaciones. O los intercambios de números que luego no sabemos dónde guardamos. Pero evita el disgusto de que el día que la suerte llama al timbre le demos un 'portazo'.

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