Rodeado por un gran lago artificial, el inmueble cuenta con ocho siglos de vida. Durante la Revolución Francesa fue saqueado y parcialmente destruido, pero en 1809 François Hennecart lo compró y lo restauró conservando gran parte de su diseño original. Años después, en 1870, el barón Edgard Lejeune lo restauró pasando a ser el castillo de estilo romántico que se ve en la actualidad. Lo rodeó de grandes viñedos y creó un particular sistema de calefacción que más tarde, en 1932, causaría un gran incendio que destruyó varias de sus instalaciones, como la biblioteca, y múltiples objetos de gran valor.
Efe / Instagram
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.