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Fotos del castillo Mothe- Chandeniers en Francia

Miércoles, 31 de enero 2018, 15:25

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El castillo de Mothe-Chandeniers está situado en una pequeña localidad de la región gala de Nueva Aquitania llamada Les Trois-Moutiers. El edificio, del siglo XIII, es una joya del patrimonio medieval francés conocido, coloquialmente, como el 'Castillo de la Bella Durmiente'.

Efe / Instagram
El castillo de Mothe-Chandeniers está situado en una pequeña localidad de la región gala de Nueva Aquitania llamada Les Trois-Moutiers. El edificio, del siglo XIII, es una joya del patrimonio medieval francés conocido, coloquialmente, como el 'Castillo de la Bella Durmiente'.
El castillo de Mothe-Chandeniers está situado en una pequeña localidad de la región gala de Nueva Aquitania llamada Les Trois-Moutiers. El edificio, del siglo XIII, es una joya del patrimonio medieval francés conocido, coloquialmente, como el 'Castillo de la Bella Durmiente'.

Sin embargo, parte de su encanto proviene de la triste historia que le rodea. Y es que, el edificio centenario se encuentra actualmente devastado por el paso del tiempo. La vegetación se ha apoderado de sus instalaciones y aunque su estructura está aparentemente conservada, sus interiores y tejados se han caído por completo.

Efe / Instagram
Sin embargo, parte de su encanto proviene de la triste historia que le rodea. Y es que, el edificio centenario se encuentra actualmente devastado por el paso del tiempo. La vegetación se ha apoderado de sus instalaciones y aunque su estructura está aparentemente conservada, sus interiores y tejados se han caído por completo.
Sin embargo, parte de su encanto proviene de la triste historia que le rodea. Y es que, el edificio centenario se encuentra actualmente devastado por el paso del tiempo. La vegetación se ha apoderado de sus instalaciones y aunque su estructura está aparentemente conservada, sus interiores y tejados se han caído por completo.

Pero para que este castillo volviera a lucir espléndido como en sus orígenes, la startup Dartagnans.fr organizó una campaña de 'crowdfunding'. El objetivo: salvar la magestuosa propiedad para que no cayera en el olvido.

Efe / Instagram
Pero para que este castillo volviera a lucir espléndido como en sus orígenes, la startup Dartagnans.fr organizó una campaña de 'crowdfunding'. El objetivo: salvar la magestuosa propiedad para que no cayera en el olvido.
Pero para que este castillo volviera a lucir espléndido como en sus orígenes, la startup Dartagnans.fr organizó una campaña de 'crowdfunding'. El objetivo: salvar la magestuosa propiedad para que no cayera en el olvido.

Para participar en 'Adopta el Castillo de Mothe-Chandeniers', así se llamó a la iniciativa, se debía aportar una donación superior a los 50 euros. Lo que no se podían imaginar sus creadores es que se superarían con creces todas sus expectativas.

Efe / Instagram
Para participar en 'Adopta el Castillo de Mothe-Chandeniers', así se llamó a la iniciativa, se debía aportar una donación superior a los 50 euros. Lo que no se podían imaginar sus creadores es que se superarían con creces todas sus expectativas.
Para participar en 'Adopta el Castillo de Mothe-Chandeniers', así se llamó a la iniciativa, se debía aportar una donación superior a los 50 euros. Lo que no se podían imaginar sus creadores es que se superarían con creces todas sus expectativas.

El pasado mes de diciembre, esta web que organiza crowdfunding para salvar construcciones milenarias ya había recaudado más de un millón y medio de euros.

Efe / Instagram
El pasado mes de diciembre, esta web que organiza crowdfunding para salvar construcciones milenarias ya había recaudado más de un millón y medio de euros.
El pasado mes de diciembre, esta web que organiza crowdfunding para salvar construcciones milenarias ya había recaudado más de un millón y medio de euros.

A través de la página se pedía una "segunda vida para el castillo" e invitaba a sus futuros propietarios a conservar su aspecto único.

Efe / Instagram
A través de la página se pedía una "segunda vida para el castillo" e invitaba a sus futuros propietarios a conservar su aspecto único.
A través de la página se pedía una "segunda vida para el castillo" e invitaba a sus futuros propietarios a conservar su aspecto único.

A partir de ese momento, cualquiera que donase fondos para el proyecto se convertiría automáticamente en copropietario del castillo. Sin subastas ni intereses económicos, ya que quienes organizaron la iniciativa lo hicieron tras un pacto con su actual propietario.

Efe / Instagram
A partir de ese momento, cualquiera que donase fondos para el proyecto se convertiría automáticamente en copropietario del castillo. Sin subastas ni intereses económicos, ya que quienes organizaron la iniciativa lo hicieron tras un pacto con su actual propietario.
A partir de ese momento, cualquiera que donase fondos para el proyecto se convertiría automáticamente en copropietario del castillo. Sin subastas ni intereses económicos, ya que quienes organizaron la iniciativa lo hicieron tras un pacto con su actual propietario.

El encanto de este palacio y la generosidad de la gente han hecho que Mothe-Chandeniers pase a ser la posesión material colectiva más grande del mundo con 18.632 dueños de 115 países. El dinero para salvar este castillo casi en ruinas se consiguió en menos de tres meses y la operación se llevó a cabo la última semana de 2017.

Efe / Instagram
El encanto de este palacio y la generosidad de la gente han hecho que Mothe-Chandeniers pase a ser la posesión material colectiva más grande del mundo con 18.632 dueños de 115 países. El dinero para salvar este castillo casi en ruinas se consiguió en menos de tres meses y la operación se llevó a cabo la última semana de 2017.
El encanto de este palacio y la generosidad de la gente han hecho que Mothe-Chandeniers pase a ser la posesión material colectiva más grande del mundo con 18.632 dueños de 115 países. El dinero para salvar este castillo casi en ruinas se consiguió en menos de tres meses y la operación se llevó a cabo la última semana de 2017.

Rodeado por un gran lago artificial, el inmueble cuenta con ocho siglos de vida. Durante la Revolución Francesa fue saqueado y parcialmente destruido, pero en 1809 François Hennecart lo compró y lo restauró conservando gran parte de su diseño original. Años después, en 1870, el barón Edgard Lejeune lo restauró pasando a ser el castillo de estilo romántico que se ve en la actualidad. Lo rodeó de grandes viñedos y creó un particular sistema de calefacción que más tarde, en 1932, causaría un gran incendio que destruyó varias de sus instalaciones, como la biblioteca, y múltiples objetos de gran valor.

Efe / Instagram
Rodeado por un gran lago artificial, el inmueble cuenta con ocho siglos de vida. Durante la Revolución Francesa fue saqueado y parcialmente destruido, pero en 1809 François Hennecart lo compró y lo restauró conservando gran parte de su diseño original. Años después, en 1870, el barón Edgard Lejeune lo restauró pasando a ser el castillo de estilo romántico que se ve en la actualidad. Lo rodeó de grandes viñedos y creó un particular sistema de calefacción que más tarde, en 1932, causaría un gran incendio que destruyó varias de sus instalaciones, como la biblioteca, y múltiples objetos de gran valor.
Rodeado por un gran lago artificial, el inmueble cuenta con ocho siglos de vida. Durante la Revolución Francesa fue saqueado y parcialmente destruido, pero en 1809 François Hennecart lo compró y lo restauró conservando gran parte de su diseño original. Años después, en 1870, el barón Edgard Lejeune lo restauró pasando a ser el castillo de estilo romántico que se ve en la actualidad. Lo rodeó de grandes viñedos y creó un particular sistema de calefacción que más tarde, en 1932, causaría un gran incendio que destruyó varias de sus instalaciones, como la biblioteca, y múltiples objetos de gran valor.

Su último dueño fue un jubilado que adquirió la propiedad en 1963, pero que dedicaba la mayor parte de su tiempo a las propiedades aledañas descuidando aún más el viejo castillo. Su deterioro y abandono total llegó en 1993. Ahora, al Mothe-Chandeniers le espera una segunda oportunidad.

Efe / Instagram
Su último dueño fue un jubilado que adquirió la propiedad en 1963, pero que dedicaba la mayor parte de su tiempo a las propiedades aledañas descuidando aún más el viejo castillo. Su deterioro y abandono total llegó en 1993. Ahora, al Mothe-Chandeniers le espera una segunda oportunidad.
Su último dueño fue un jubilado que adquirió la propiedad en 1963, pero que dedicaba la mayor parte de su tiempo a las propiedades aledañas descuidando aún más el viejo castillo. Su deterioro y abandono total llegó en 1993. Ahora, al Mothe-Chandeniers le espera una segunda oportunidad.

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