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Los humanos necesitan moverse para localizar mejor la ubicación de los sonidos

Los humanos necesitan moverse para localizar mejor la ubicación de los sonidos

«Moverse en una fiesta nos ayuda a discriminar entre sonidos en el alboroto», señala como ejemplo un investigador

Europa press

Madrid

Martes, 13 de marzo 2018, 00:47

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La capacidad de estimar distancias a fuentes de sonido con precisión puede ser crucial para la supervivencia. Un nuevo estudio realizado bajo la dirección del profesor Lutz Wiegrebe, en el Departamento de Biología de 'Ludwig-Maximilians-Universitaet' (LMU) en Munich, Alemania, arroja luz sobre un mecanismo novedoso empleado por los humanos para estimar su distancia relativa de las fuentes de sonido. La investigación, publicada en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', revela que los humanos pueden realizar esta tarea más eficientemente cuando se les permite moverse.

"A los humanos nos cuesta evaluar, visual o acústicamente, cómo de lejos está un objeto de nosotros -explica Wiegrebe-. Nuestro sistema visual utiliza, entre otras cosas, el fenómeno del paralaje. Cuando nos movemos, la posición aparente de un objeto que está más cerca de nosotros se mueve más dentro de nuestro campo visual que un objeto ubicado más lejos. Este movimiento relativo proporciona información sobre la distancia relativa de los dos objetos. La localización de los sonidos es particularmente desafiante cuando la naturaleza de la fuente de sonido no está claramente definida. No es tan difícil para nosotros estimar nuestra distancia de una ambulancia que está a alta velocidad cuando escuchamos su sirena. Pero cuando el sonido es desconocido, no podemos decir si estamos escuchando un sonido débil cerca o un sonido más fuerte más lejos".

Wiegrebe y su equipo se propusieron determinar cómo nuestro sistema auditivo se enfrenta a esta situación. Los experimentos se llevaron a cabo en una cámara no reverberante para garantizar que los participantes no pudieran evaluar las distancias relativas desde la ubicación de los sonidos sobre la base de ecos o reverberación. Los sujetos en el experimento llevaron gafas de protección sobre los ojos vendados y se controlaron los movimientos de sus cabezas.

Estaban sentados frente a dos fuentes de sonido que podían colocarse a diferentes distancias del sujeto. Una de las fuentes, elegidas al azar, emitía tonos agudos y otros sonidos de tono bajo. La tarea de los sujetos consistía en determinar cuál de las fuentes de sonido estaba más cerca de ellos.

"Los participantes que movieron las partes superiores de su cuerpo hacia los lados -para que las fuentes de sonido estuvieran más hacia la derecha y luego hacia la izquierda- pudieron estimar mejor la distancia entre las fuentes de sonido. Este resultado demuestra que los humanos pueden usar paralaje de movimiento auditivo para estimar distancias relativas de las fuentes de sonido ", señala Wiegrebe. De hecho, los individuos pudieron hacerlo incluso cuando la diferencia de distancia entre las dos fuentes de sonido era de solo 16 cm.

Los científicos luego llevaron a cabo dos experimentos más. En uno, los sujetos fueron movidos pasivamente de izquierda a derecha en una plataforma de movimiento, y en el otro, los que hablaban se movieron. Los resultados mostraron que los participantes obtuvieron mejores resultados cuando se les permitió moverse activamente.

"Esta interacción entre el automovimiento y el sistema auditivo es notable", dice Wiegrebe. Claramente, facilita el procesamiento del cambio esperado en las posiciones relativas de las fuentes de sonido en el cerebro. Este mecanismo también es una ventaja en situaciones en las que diferentes sonidos inciden en los oídos desde distintas direcciones. "Por ejemplo, moverse en una fiesta nos ayuda a discriminar entre sonidos en el alboroto. El movimiento altera las propiedades de sonido espacial en nuestros oídos y nos permite determinar qué fuentes de sonido están más cerca de nosotros", añade.

Como muestra el estudio, los humanos hacen uso inmediato del paralaje auditivo de movimiento asociado con el auto movimiento para localizar los sonidos. "Sin embargo, con la práctica, también es posible mejorar la percepción de paralaje auditivo", añade Wiegrebe. Aún no se sabe si otros mamíferos explotan o no el paralaje de movimiento auditivo.

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