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Las viviendas compartidas suelen regirse por conceptos energéticos y ecológicos para reducir los consumos y humanizar los espacios habitables. RC
Vivir en una casa común ya es posible

¿vivirías en una comuna como esta?

Empieza a construirse en unos días el primer edificio de uso compartido de Madrid. Unos 40 colectivos aspiran a levantar su casa lejos de la selva del mercado. «No es el modelo habitual pero funciona», dicen sus socios

ANTONIO CORBILLÓN

Domingo, 20 de mayo 2018, 12:03

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«No nos metimos en esto para hacernos una casa de ensueño, sino que nuestras metas son mucho más ambiciosas». Hace una década, el colectivo de vecinos Entrepatios recorría las calles de Madrid con una furgoneta y un megáfono denunciando la especulación urbanística. Cuando pinchó la burbuja inmobiliaria, que ahogó a tantos y benefició a unos pocos, del pozo de dramas familiares también surgió una oportunidad. Otra manera de hacer las cosas. La vivienda como necesidad básica, pero, ¿se puede sacar de la lógica del mercado? ¿Hay otras vías más allá del alquiler, que sólo enriquece a los rentistas, y la compra, que endeuda por años y años frente a un banco?

La cooperativa Entrepatios buscó su propia respuesta. Cuando acabe la Semana Santa comienzan la construcción de esa meta «mucho más ambiciosa»: su edificio cooperativo en el barrio de Las Carolinas (distrito de Usera). Serán 17 familias que compartirán un inmueble que pretende ser emblemático. El primer edificio en régimen de derecho de uso compartido cuyos estatutos han sido aprobados por la Comunidad de Madrid.

«Es casi imposible que un coletivo logre su objetivo sin ayuda profesional»

Paco ROmero | Ecohousing verde

Además de recuperar las tradicionales corralas madrileñas, será una equilibrada distribución de 17 pisos privados junto a amplios espacios comunes: terraza jardín con huerto, talleres, local y patio ajardinado abierto al barrio... Además de los últimos conceptos en construcción energética y ecológicamente sostenible. «Hicimos el diseño junto a ellos, no a pesar de ellos. Se trataba de conseguir el edifico que ellos querían», resume Fernando Campos, uno de los miembros del equipo SATT Arquitectura Abierta que ha elaborado el proyecto. Ha sido un proceso de diez años, que se fue concretando gracias a la ayuda de grupos de expertos en nuevas formas de urbanismo como Cohousing Verde, que se han encargado de «hacer el trabajo sucio para que los cooperativistas disfruten después tomando decisiones», explica uno de sus socios, Francisco Romero.

Un invento del norte de Europa

  • Desde Escandinavia. El 'cohousing' se acuñó en 1988. En estos 30 años, el 10% de las familias danesas, y en amplias zonas de Holanda o Alemania, comparten promociones.

  • ¿Qué es el cohousing? Un modelo de vivienda colaborativa que destaca los conceptos de comunidad. Combina viviendas con espacios comunes para la interacción y apoyo vecinal.

  • La clave: el suelo. El suelo en España es escaso y muy caro. La ley no prevé aún la figura urbanística del 'cohousing', aunque varias administraciones van adaptando sus normas y abriéndose a colaborar con estos colectivos. En Madrid se preparan otras tres cooperativas. Hay intentos en el País Vasco o La Rioja... En Barcelona se ha cedido un solar (75 años) para crear una cooperativa.

«Hacemos los diseños junto a los usuarios, no a pesar de los usuarios»

F. Campos | SATT arquitectos

Aquí no hay un promotor que te enseña unos planos, eliges y pagas. Tampoco habrá un portal, como único espacio común, y las casas. Sino un proceso de abajo arriba. Grupos de personas que se unen por afinidades y piensan en crear y compartir un edificio que se acerque a sus expectativas. «Nos unía a todos la preocupación por minimizar el gasto energético, la creación de espacios con sello eco-ambiental y un deseo de compromiso con el barrio», argumenta Luis González Reyes, que pertenece al núcleo inicial del colectivo Entrepatios. En toda esta iniciativa hay un esfuerzo por añadirle salud al desgaste que suele suponer acceder a la vivienda en España. «Además del ahorro de energía y el bajo impacto medioambiental, se ha buscado en todo momento un edificio sano. El interior se resuelve con materiales no tóxicos que aporten una nula o mínima emisión de compuestos orgánicos volátiles», precisa Iñaki Alonso, director ejecutivo de SATT Arquitectura Abierta.

«El modelo nunca será hegemónico, pero demostramos que funciona»

Luis gonzález | Cooperativista

RC

Semillas de nuevo urbanismo

La inspiración llega desde el norte de Europa, donde las viviendas de uso compartido son habituales desde hace treinta años. De hecho, el término 'cohousing' cumple justo tres décadas. En Dinamarca, el 10% de los inmuebles son de todos y de nadie. Así viven 125.000 familias. En el barrio berlinés de Kreuzberg se construyeron más de 200 inmuebles. La mayoría todavía existen. En Holanda o el resto de Escandinavia la vivienda social no la promueven las administraciones, sino entidades cívicas.

Pero, si ya es difícil que un grupo de personas se convierta en promotor, las cosas se complican en España, donde todavía no hay leyes que den seguridad jurídica a la copropiedad colectiva. «La banca clásica te pone caras raras -continúa Romero-. Aquí no hay 17 hipotecas sino un solo crédito, y cualquier banco exige garantías de supervivencia de esa cooperativa». Al final, el proyecto de Entrepatios ha sido posible gracias a la banca ética, que supo adaptarse «al hecho de que no somos propietarios, sino usuarios, y el préstamo es mancomunado», aclara González Reyes.

«Estos proyectos dan un salto cuando ves quee otros los hacen realidad»

miguel mira | asociación jubilares

Al menos 40 colectivos, la mayoría personas que preparan su jubilación, están ahora mismo en España buscando salidas a sus aspiraciones de decidir dónde, con qué características y, sobre todo, cómo y con qué tipo de personas desean compartir su vida. No todos lo lograrán. «Sin ayuda profesional, el 90% están condenados al fracaso», advierte Romero.

¿Y los precios?

Lo que empezará a ver la luz en unos días y ocuparán las familias en 18 meses es el final de un largo proceso que empezó con el boca a boca. Un tiempo de choques contra muros legales que parecían infranqueables y entradas y salidas de cooperativistas. Pero la 'semilla' de Entrepatios no sólo cuajará en la entrada de las máquinas en su solar en breve. La segunda promoción ya tiene terreno y usuarios (27 personas, 10 familias) en Villa de Vallecas. Con la misma filosofía ecológica, energética y abierta al vecindario. «Y ya hay gestiones para una tercera e incluso cuarta promoción. Y también los hay en fase inicial en el País Vasco o La Rioja. No será hegemónico, pero es un modelo que puede funcionar y queremos que todos se aprovechen de nuestra experiencia», ofrecen en Entrepatios, convertidos en santo y seña del 'cohousing' en España. Más de 60 cooperativistas se integran en sus grupos de trabajo, que sortean dudas gracias a gestoras de iniciativas colectivas como Lógica Eco o estudios de diseño implicados en la economía social como SATT Arquitectura.

«El consumo de energía casi nulo es posible si se tiene voluntad colectiva»

i. alonso | cooperativ. y arquitecto

También Barcelona, con una Ada Colau elevada al poder municipal desde las plataformas antiespeculación y antidesahucio, ensaya su propia fórmula. En la cuna del cooperativismo catalán, barrio de Sants, se construye el edificio de la cooperativa La Borda. Sobre los restos industriales, el Ayuntamiento cedió un terreno durante 75 años a sus promotores. «El bloqueo de la posibilidad de especular es la principal virtud del modelo: los socios no pueden vender ni alquilar el piso por un precio más alto de lo estipulado colectivamente», explican desde La Borda.

Una vez más, se repite un intento, gestado desde la base, para «recuperar un concepto casi desaparecido: el de las comunidades vecinales. Tiene mucho que ver con la idea de usar las cosas en lugar de obsesionarse en poseerlas», filosofa Francisco Romero. En todos ellos, la misma experiencia. Años de conversaciones, asambleas y papeleos. Obstáculos superados desde lo colectivo y la participación. Un paso por delante de unas administraciones que sólo ahora empiezan a enterarse y buscan asesoramiento en los propios colectivos. «La Ley del Suelo vasca estudia incluir este concepto. Y la Asamblea de Madrid debatirá una propuesta del PP sobre cesión de suelo», confirma Francisco Romero desde Ecohousing Verde. También Andalucía muestra interés y avances en la materia.

Entre todos intentan aprender a conjugar sus futuros microcosmos de convivencia comprometida. Sin necesidad de estar todo el día pendientes. «Vivir juntos... pero por tu cuenta», podría ser el lema a inscribir en el felpudo del portal de estos edificios que aspiran a dejar de ser rarezas para convertirse en alternativas. Cuando se le pregunta a Luis González Reyes cómo será su vida dentro de año y medio, imagina una colectividad que «no le dará la espalda al barrio, que tendrá nuestros locales comunes a su servicio». También una vida «más confortable y coherente, con ayudas entre todos y un tejido social que lo hará todo más humano».

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