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Un panadero extrae del horno unas barras recién cocidas. :: r. c.
Leña al refranero

Leña al refranero

650 panaderos piden retirar el dicho 'Pan con pan, comida de tontos'. «No nos dignifica», dicen. Otros muchos oficios son también objeto de ácidos proverbios

JOSEBA VÁZQUEZ

Martes, 23 de mayo 2017, 20:43

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«Los tontos somos legión. Los que disfrutamos del sabor inconfundible del buen pan. Y seguiremos siendo tontos mientras exista el refrán que denigra a toda una profesión, a un gran producto y a todos los amantes del pan». La web 'www.elpannoescosadetontos.com' saluda a quien a ella se asoma con este enunciado que deja bien a las claras su principio programático y su objetivo. Más de 3.900 firmas apoyaban a última hora de la tarde de ayer un texto que persigue eliminar del refranero el conocido dicho 'pan con pan, comida de tontos'. Una pretensión que bordea lo utópico, al menos a corto plazo, porque borrar del mapa arraigadas sentencias populares exige en el mejor de los casos mucho tiempo y porque, además, no queda ni medianamente claro cuál es la autoridad o institución competente para dictaminarlo.

La campaña que trata de anular este proverbio ha sido promovida por un colectivo que agrupa a 650 panaderos de todas las provincias de España y la respaldan famosos como la actriz y presentadora Tania Llasera o el humorista y guionista Luis Piedrahita. La intención de esos seis centenares ymedio de profesionales del horno, la corteza y la miga es presentarse este mismo jueves en Madrid y entregar la petición, junto a las firmas recopiladas, una carta y una barra de pan, en las sedes de la Real Academia Española y en el Instituto Cervantes. Fuentes autorizadas de la primera ya explicaron ayer a este periódico que, en realidad, la RAE no ostenta autoridad alguna en esta cuestión. «El diccionario abarca términos y palabras; no recoge refranes. En todo caso, la Academia nunca entra en este tipo de polémicas; si lo hiciera no podría ocuparse de su trabajo». Tampoco en el Instituto Cervantes, organismo público nacido en 1991 para «promover universalmente la enseñanza, el estudio y el uso del español», piensan que el asunto les competa.

No es este, en todo caso, el aspecto que más inquieta a los impulsores de 'el pan no es cosa de tontos'. Lo detalla uno de ellos, el panadero Francesc Massana, que regenta el Forn Massana en la localidad barcelonesa de Cornellá de Llobregat. «Lo que sucede con este refrán es que no refleja lo que es el oficio de panadero, no lo dignifica del todo. Y al propio producto tampoco. No nos sentimos identificados con él». A partir de ahí, la campaña tiene un tinte básicamente reivindicativo, enfocado a realzar un trabajo que quienes lo realizan dudan que se encuentre debidamente valorado.

«Vendemos un 47% menos»

«La intención es dar a conocer el sacrificio de este oficio, lo que cuesta a miles de profesionales sacarlo adelante cada día», profundiza Massana, que aporta además unos datos que preocupan a su gremio. «Según los datos del Ministerio de Agricultura, en los últimos diez años el sector de la panadería artesana ha perdido un 20% de cuota de mercado, provocando que vendamos un 47% menos que hace una década». Así las cosas, para los afectados es más importante resolver este problema que identificar a la autoridad competente en materia de refranes. No obstante, el hornero catalán insiste en que, «tal vez», el proverbio en cuestión podría adaptarse levemente por otro que dijera, por ejemplo, 'pan con pan, comida de todos'.

¿Y no hay en todo esto también una intención publicitaria, Francesc?

No, no. El objetivo es mucho más reivindicativo que publicitario.

Fue la plataforma denominada Pan de Masa Lenta MUM, creada hace dos años, la que planteó la iniciativa que culminará pasado mañana. Ese colectivo, que ha crecido desde los 400 maestros artesanos originales hasta los 650 actuales, defiende la elaboración de un pan a base de masa madre y con un proceso de fermentación mínimo de dieciséis horas y tiempo de reposo también muy largo. Ese sistema de producción garantiza «mejor sabor y un alimento más digestible y duradero», afirma Massana.

Nadie queda libre

El refrán, definido por el Diccionario de la Lengua Española como «dicho agudo y sentencioso de uso común», está tan arraigado en los intestinos culturales que se antoja tarea de titanes cualquier modificación. Tampoco es cuestión de sentirse señalado por su espíritu jocoso y burlón, porque muy pocos usos, vicios, hábitos humanos y oficios están libres de su verbo mordaz. El refranero español, tan rico en adagios, tan creativo y ocurrente, tan corrosivo a veces, nos toca a todos de una u otra forma.

Aunque es cierto que, en lo relativo a las actividades profesionales, hay gremios por los que parece sentir una especial inclinación. Ocurre, valga como ejemplo, con el mundo de las leyes. 'De tontos y confiados comen los letrados', llega a decirse. Un mensaje que se expresa de forma incluso más áspera: 'Cuando toma cuerpo el diablo, se viste de fraile o de abogado', reza otro proverbio. Nada que reprochar al respecto tienen en el Consejo General de la Abogacía. «Una de las fuentes del Derecho es la costumbre y los refranes es algo que pertenece al acervo popular», señala un miembro de su gabinete de Comunicación. «Generalmente son frases ingeniosas que hay que tomar como lo que son, y en nuestro caso nadie se siente molesto por ellas en absoluto», añade. Este parece un enfoque adecuado, el que invita a tomar con sentido del humor estas sentencias, por críticas que puedan resultarnos.

El propio 'pan con pan, comida de tontos' ahora en discusión no parece tan negativo si se observa con amplitud. El Centro Virtual Cervantes (CVC) interpreta así su significado: «El pan es bueno y gastronómicamente apreciado, pero no hay que limitarse a él. El refrán recomienda la variedad en la alimentación y, empleado en sentido general, rechaza la unión de lo que forma un conjunto monótono o de poca utilidad por ser semejante».

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