Borrar
Recompensa por cazar a estos piratas

Recompensa por cazar a estos piratas

Estados Unidos paga hasta tres millones de dólares por pistas que conduzcan a la detención de un 'hacker'. No es el único cuya cabeza tiene precio

MIKEL FONSECA

Lunes, 27 de marzo 2017, 20:47

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La escena empieza a volverse habitual: una gran empresa se ve obligada a comparecer ante los medios para explicar que su seguridad ha sido comprometida y que delincuentes podrían haberse hecho con información sensible de sus usuarios. Yahoo o AshleyMadison son dos de los ejemplos más sonados, pero según un reciente informe de Kaspersky Labs, cada segundo se produce un ataque online. En 2016, la compañía contabilizó más de 155 millones de asaltos informáticos. Es el mundo de los gángsters 2.0.

Con el rostro iluminado por sus pantallas y la identidad oculta por la red, los ciberdelincuentes llevan a cabo todo tipo de delitos, pero la estafa y el robo de información suelen ser sus predilectos. La mayoría son lobos solitarios, pero otros dirigen todo un sindicato del crimen. A algunos incluso les ampara el gobierno de su país, lo que ha provocado una batalla silente desde el final de la Guerra Fría.

El denominador común es un gran dominio de la informática unido a un instinto criminal, lo que les convierte en objetivos muy escurridizos para la Policía. Por eso las autoridades buscan la colaboración ciudadana. Como ya hizo en su día con forajidos y mafiosos, el FBI ha colgado carteles de 'Se busca' con sus fotos y suculentas recompensas.

Evgeny Bogachev Ruso

Creador del virus más peligroso del año

El gran capo de la lista de los ciberdelincuentes más buscados es este excéntrico 'hacker' ruso cuya cabeza vale tres millones de dólares para el FBI. Se le acusa de crear el 'GameOver Zeus', un tipo de virus capaz de infectar una red de ordenadores para distribuir el 'cryptolocker', el temido secuestrador de dispositivos informáticos que tantos estragos ha causado en 2016. Además, el FBI estima que llegó a tener el control de un millón de ordenadores, algunos pertenecientes a gobiernos de todo el mundo o a mandos militares desplegados en Siria o Ucrania. También se le atribuye el robo de cientos de millones de dólares en distintas estafas. A pesar de que el agente del FBI J. Keith Mularski lo cataloga como «muy paranoico», Bogachev vive en Rusia, concretamente en Anapa, un 'resort' del Mar Negro, donde no oculta su gusto por los coches caros, los paseos en barco y los felinos. Mientras que otros 'hackers' rusos han sido detenidos recientemente, este Al Capone 2.0 se exhibe sin miedo, lo que hace sospechar que tras su teclado se esconden unas manos más poderosas.

'Hackers' de sombrero blanco

  • No todos los piratas informáticos son delincuentes. Algunos ponen sus conocimientos al servicio de la ley, colaborando con la Policía o las empresas para detectar vulnerabilidades en los sistemas o rastrear a los culpables de un ataque. Se les conoce dentro del mundillo como 'hackers éticos' o 'de sombrero blanco'.

  • Es el caso de Tsutomu Shimomura, experto en seguridad y antiguo 'hacker' que se hizo famoso por colaborar con el FBI para arrestar a Kevin Mitnick, uno de los primeros piratas informáticos de la historia. O el de Charlie Miller, que puede presumir de ser la primera persona en quebrar la seguridad de un iPhone. La Agencia de Seguridad Nacional de EE UU no dudó en contratarle.

Nicolae Popescu Rumano

Estafó más de tres millones de dólares

Se le atribuye una sofisticada estafa masiva a través de internet, en la que vendía coches y otros productos de lujo inexistentes a través de múltiples webs de subastas. La trama se completaba con una red de lavado de dinero digital. En total, se calcula que estafó más de tres millones de dólares. En 2010, él y otras 68 personas fueron detenidas por la Policía antiterrorista de Rumanía en la operación 'Valea Regilor' (Valle de los Reyes). Pero Popescu consiguió eludir la cárcel aprovechando un vacío legal y huyó del país. Desde entonces se encuentra en paradero desconocido. En 2012 el FBI colgó el cartel de 'Se busca', con una recompensa de un millón de dólares por cualquier pista que conduzca a su detención.

Alexsey Belan Letón

Un nombre que aparece en todos los escándalos

Este treintañero, de origen letón y con pasaporte ruso, destaca por su capacidad de camuflaje. Además de cambiar de aspecto con frecuencia, utiliza su nombre -si es que es el verdadero- con todas las grafías posibles (Alexsei, Aleksei, Aleksey Belan, y así sucesivamente) y viaja constantemente por todo el mundo. Ha vivido en las Maldivas y en Tailandia y fue visto por última vez en Grecia. Se le acusa de robar las bases de datos de tres importantes compañías médicas estadounidenses relacionadas con el Obamacare, con nombres e historiales médicos. Belan usó luego esa información para extorsionar a las empresas. Su nombre también figura en el escándalo del 'hackeo' en las pasadas elecciones norteamericanas y en el de Yahoo. El FBI ofrece 100.000 dólares por informaciones de su actual paradero.

Firas Dardar y Ahmad Al Agha Sirios

Dos soldados digitales al servicio del Ejército sirio

Bajo los alias en la red de 'The Shadow' y -Th3 Pr0'- se esconden dos integrantes del Ejército Electrónico Sirio (SEA por sus siglas en inglés) responsables de múltiples ataques cibernéticos contra medios de comunicación, entre ellos la BBC, 'The Guardian', CNN y 'Forbes'. Al primero, además, se le acusa de urdir una red de secuestro de teléfonos. Se les sitúa en Siria, y se ofrecen 100.000 dólares por su captura.

Peteris Sahurovs Letón

Un falso comercial de publicidad envenenada

A sus 21 años, este letón contactó con un periódico estadounidense haciéndose pasar por el vendedor de publicidad de una cadena de hoteles. Pero sus anuncios, colocados en la web, eran venenosos: al hacer 'clic', se descargaba un virus que exigía 50 euros al usuario. De no aceptar, el ordenador quedaba totalmente inutilizado. Sahurovs consiguió más de dos millones de dólares ya que, presuntamente, repitió el modus operandi con otras compañías. Su recompensa es de 50.000 dólares.

Shaileshkumar P. Jain Indio

Bjorn Daniel Sundin Sueco

Extorsionaban a sus víctimas con un virus que no existía

A través de anuncios infectados colocados en páginas legítimas de terceros, Jain, de origen indio pero con nacionalidad estadounidense, Bjorn, sueco, y su banda secuestraban el navegador del usuario, haciéndole creer que su ordenador estaba al borde del colapso. De manera muy oportuna, su empresa -Innovative Marketing, Inc- aparecía ofreciendo la solución en forma de un antivirus. El programa en cuestión era igual de falso que la amenaza, lo que no impidió que, entre 2006 y 2008, estafasen más de 100 millones de dólares a usuarios de más 60 países. Cualquier información que conduzca directamente al arresto de alguno de los dos se premia con 20.000 dólares.

Noor Aziz Uddin y Farhan Arshad Pakistaníes

Secuestraban móviles para llamar a su propia línea erótica

Uddin y su socio Arshad aprovecharon un fallo de las compañías telefónicas estadounidenses para hacerse con el control remoto de casi 5.000 móviles, con los que llamaban a una línea erótica de pago. Esta línea, por supuesto, era propiedad de Uddin y Arshad. Se les acusa de estafar más de 50 millones de dólares a lo largo de cuatro años de actividad. Esta técnica, llamada 'PBX hacking', es una de las más comunes entre los piratas e incluso pueden consultarse tutoriales en YouTube. Algunos medios reportan que los dos estafadores han sido detenidos en Pakistán tras haber viajado por decenas de países; sin embargo, el FBI mantiene activada su ficha con 50.000 dólares de recompensa.

Carlos Enrique Pérez Melara El Salvador

El 'hacker' que sólo atacaba a infieles

El cartel de este pirata, llamado el 'hacker del amor', ha sido el último en descolgarse de la pared de los más buscados del FBI. El salvadoreño, por el que se ofrecían 50.000 dolares, se ofrecía en la red como un «espía de amantes». Sin embargo, después de recolectar información sobre el infiel, tarjeta bancaria incluida, aprovechaba para hacer algunas compras a su costa. Contratar los servicios de este desenmascarador de infieles incluía de regalo un 'kit' con software para espiar a la pareja sin necesidad de poseer grandes conocimientos informáticos. El FBI seguía su rastro desde 2005 hasta que fue detenido a principios de febrero de este año. Irónicamente, la noticia se hizo pública el día de San Valentín.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios