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Gallos en Eurovisión

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Ucrania cumple su amenaza y niega la entrada al país a la representante rusa por cantar en un concierto en la Crimea ocupada. Moscú llevará el caso ante la ONU

GUILLERMO ELEJABEITIA

Jueves, 23 de marzo 2017, 20:18

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Todavía no se ha escuchado la primera nota en el festival de Eurovisión y las estridencias políticas de algunos participantes ya amenazan con arruinar el espectáculo. Ucrania recogió ayer el guante de Rusia y prohibió la entrada al país a su representante en el certamen, que se celebrará el próximo 13 de mayo en Kiev, con el argumento de que la cantante participó hace un par de años en un concierto en la ocupada región de Crimea. A tenor de los últimos acontecimientos, parece que ambos países han decidido convertir esta edición del concurso en una pelea de gallos con más carga política que musical.

La representante rusa -Julia Samóylova, una joven de 28 años que se mueve en silla de ruedas porque sufre una apostrofia muscular espinal- no podrá pisar suelo ucraniano, ni siquiera para participar en la cita internacional. Según explicó el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), su delito es haber «cruzado la frontera ilegalmente» en 2015, cuando la joven participó en un recital que los rusos organizaron en la recién anexionada península de Crimea. Kiev, que no renuncia a recuperar el estratégico enclave, considera que haber accedido sin autorización a su territorio es una violación de sus leyes, razón suficiente para excluir del festival a su archienemigo.

El Kremlin no tardó en advertir que la decisión podría hacer peligrar el proceso de Minsk para la paz en el este de Ucrania. La Cámara Pública de Rusia, un órgano consultivo, llevará el caso ante la ONU y el Consejo de Europa. «La comunidad internacional debe decidir si le va a seguir la corriente al SBU, y alentar así a los radicales ucranianos, o si va a demostrar que sus valores fundamentales siguen vivos», declaró María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso. En la misma línea, el viceministro del ramo calificó la resolución de «enésimo acto indignante, cínico e inhumano de las autoridades ucranianas».

El veto a la concursante rusa no tiene precedentes en la historia del festival. La Unión Europea de Radiodifusión trató de aplacar los ánimos expresando su «gran decepción» por lo sucedido -«sentimos que va contra el espíritu del concurso y contra el principio de inclusión que está en el centro de sus valores»- y anunció que seguirá insistiendo para que Ucrania dé marcha atrás.

¿Más expulsiones?

Su comunicado surtió el efecto contrario. Indignado, el viceprimer ministro ucraniano, Viacheslav Kirilenko, tronó en Twitter contra la organización: «No tiene sentido que traten de convencer a Ucrania para que cambie su decisión, mejor que convenzan a Rusia para que envíe a un participante que no haya violado nuestras leyes». El mismo argumento que deja fuera a Samóylova podría reducir aún más la nómina de participantes. Al parecer, la representante armenia también pisó Crimea sin autorización. «Con este ejemplo, demostraremos a los rusos y a otros países que Ucrania es un país soberano e independiente», afirmó un consejero de Interior en la televisión local.

Numerosas voces políticas interpretan la polémica como una jugada maestra del Kremlin. En las últimas semanas, muchos ciudadanos y colectivos rusos habían pedido a sus autoridades que no enviara candidato al concurso porque se celebra en territorio enemigo. Diputados, periodistas y personalidades de la cultura argumentaban que su representante se arriesgaría a ser objeto de «burlas» en un país que el año pasado ganó precisamente con una canción crítica con el imperialismo ruso. El tema, titulado '1944', hacía referencia a la deportación de la población tártara de Crimea ordenada por Stalin en aquel fatídico año.

En lugar de atender las peticiones de boicot, decidió enviar a una candidata inaceptable para su oponente. Kiev se ha visto obligado a decidir entre renunciar a su posición política en torno a Crimea o negar la ilusión de participar en el concurso a una joven que se ha convertido en ejemplo de superación para toda Europa. Cualquiera de las dos posibilidades desafina.

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