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Un cazador retira al vigilante del cielo

Un cazador retira al vigilante del cielo

Estados Unidos 'jubila' en julio al Predator, un dron concebido para rastrear, y lo sustituye por el Reaper, que puede volar cargado de misiles y bombas

FERNANDO MIÑANA

Domingo, 19 de marzo 2017, 20:26

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Parece un ingenio del siglo XXI, pero ya hace décadas que el hombre anda detrás de algún artilugio que permita atacar al enemigo sin poner la propia vida en riesgo. Ya en la II Guerra Mundial, Franklin D. Roosevelt aprobó un experimento para lanzar desde un avión murciélagos cargados de napalm con la peregrina idea de que se colaran en las grietas de los edificios japoneses, muchos de ellos de madera, y acabaran explotando. Fue un completo desastre, pero la idea, bien desarrollada, era brillante, como se ha visto recientemente con el Predator, el dron que lleva años utilizando Estados Unidos para estudiar y atacar objetivos a distancia.

El MQ-1 Predator localizó en junio de 2006 a Abu Musab al-Zarqawi, líder de Al Qaeda en Irak, pero tuvieron que pedir ayuda a un F-16 porque no tenía el armamento necesario para destruir la vivienda blindada donde se ocultaba. Al final acabaron con él, pero ese retraso pudo darle una oportunidad. Por eso la evolución de estos aviones de tripulación remota ha llevado hasta el MQ-9 Reaper. Un dron concebido como un vigilante ha sido sustituido por un cazador.

Estados Unidos retirará de la circulación al Predator el 1 de julio próximo y dejará su cada vez más musculosa sección de las Fuerzas Aéreas dedicada a los drones a cargo del Reaper, que, básicamente, vuela más rápido, más alto, más tiempo y, fundamental, aguanta más carga y pasa de poder llevar un par de misiles Hellfire a multiplicar su capacidad armamentística con un buen número de misiles y bombas dirigidas por láser. El Pentágono entendió en las campañas de Irak y Afganistán que sus drones serían más útiles si fueran más ofensivos.

El Predator se jubila después de 22 años de servicio. Su estreno, entre julio y noviembre de 1995, se produjo en los Balcanes en una operación bautizada como 'Vigilancia nómada' con base en Gjader (Albania). Durante esos meses recopilaron información, buscaron objetivos, custodiaron a refugiados albano-kosovares, evaluaron daños y pusieron orden en el caos de las batallas. A pesar de los nueve drones abatidos, el balance fue positivo.

El 3 de noviembre de 2002, un misil Hellfire escupido por un Predator mató a seis terroristas de Al Qaeda, incluido Qaed al Harthi, el cerebro de la célula que perpetró el ataque suicida contra el destructor estadounidense 'USS Cole' que segó la vida de 17 marineros. Fue la primera vez que se usó al drón en misión de caza fuera de una guerra.

Los aviones tripulados a distancia se han revelado como un arma valiosísima. Atacan por sorpresa y no ponen en peligro a ningún soldado, pero también se han cobrado vidas inocentes. Entre 2008 y finales de 2015, era Obama, el Gobierno de EE UU reconoció entre 64 y 116 civiles asesinados en 473 ataques aéreos en Afganistán, Irak y Siria en los que murieron también 2.581 combatientes. Las cifras mezclan ataques desde drones y desde aviones convencionales.

Son errores que, además de destrozar a muchas familias, alimentan el antiamericanismo y la capacidad para reclutar a nuevos terroristas bajo el pretexto de vengar esas muertes injustas.

36 operaciones de Trump

Obama dejó paso a Trump y el traspaso de poder puso los pelos de punta a muchos que temen que el multimillonario sea de gatillo más fácil. Una de sus primeras decisiones, muy polémica, ha sido autorizar a la CIA a eliminar terroristas con drones, una responsabilidad que hasta ahora, pese a que la Agencia Central de Inteligencia dirigía la localización de los objetivos, recaía en el Ejército. El nuevo presidente de los Estados Unidos no parece titubear con sus drones. En 45 días autorizó 36 ataques o incursiones en Yemen y Pakistán.

No todo el mundo ve bien esta política. Según James Lewis, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, «existe la percepción de que EE UU puede volar por donde quiera y atacar a cualquier persona sin prestar atención a las leyes internacionales». Y según 'The New York Times', los ataques, durante el mandato de Obama, en Pakistán, Yemen y Somalia se cobraron las vidas de cientos de transeúntes. 'The Wall Street Journal' informó de que la CIA se estrenó en febrero con un ataque en Siria que eliminó al número 2 de Al Qaeda, Abu al Jair al Masri, yerno de Bin Laden.

Los vuelos tripulados a distancia están llamados a protagonizar las batallas del futuro, muy probablemente repletas de flotillas de estos drones mortíferos. El Reaper (Segador en inglés) en realidad está concebido, según su fabricante, General Atomics, como un equipo de cuatro naves, cada una controlada remotamente por un piloto, responsable del vuelo a través de las cámaras, y un operador de los sensores, que monitoriza los equipos, como las cámaras de infrarrojos y visión nocturna. Y perfectamente pueden despegarlos desde la base aérea de Balad, en Irak, y luego cederle el control de la operación al equipo de la base de Creech, en Nevada.

Y, si en pleno combate, el ejército pierde un dron, no tiene más que ir a por otro y lanzarlo al aire. Evita casos como el de 1960, cuando la Unión Soviética derribó el avión espía estadounidense U-2 y capturó a su piloto, Gary Powers. La URSS procesó, condenó y encarceló a Powers y aprovechó el incidente para anotarse un tanto propagandístico.

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