El rapto de las angulas

Desde el estuario del Guadalquivir hasta el delta del río Perla, pasando por el puerto del Pireo. Ese es el extraordinario periplo que hicieron siete toneladas de preciadas angulas andaluzas por tierra, mar y aire para ser vendidas en el mercado de Hong Kong al precio de 7.000 euros el kilo. La Guardia Civil anunció la desarticulación de una red de contrabando, con base en Tarragona, que logró facturar hasta siete millones de euros. Es la mayor operación contra la venta ilegal de crías de anguila desarrollada hasta la fecha.

La captura de una especie cuya venta fuera de la Unión Europea está prohibida desde 2009 se producía en los arroyuelos del Guadalquivir, por parte de un puñado de pescadores furtivos. Montados en pequeños botes y usando unas redes muy tupidas, los riacheros pescaban de madrugada los valiosos alevines, que vendían después a un precio de entre 180 y 350 euros el kilo, dependiendo del momento de la temporada, a dos intermediarios de Coria del Río que también han sido detenidos. La pesca de angulas es ilegal en Andalucía y está sujeta a estrictas cuotas en otras comunidades como la valenciana o Galicia.

A partir de ese momento, los alevines iniciaban una larga travesía en la que su valor no hacía sino aumentar de forma espectacular. El centro de la red, que actuaba bajo la estructura de una banda criminal, era la empresa tarraconense Angulas y Mariscos Roset. Sus tres propietarios han sido arrestados bajo acusaciones de contrabando, falsedad documental, blanqueo de capitales y un delito contra la fauna. Desde la empresa del Deltebre gestionaban su traslado a Atenas en un camión equipado con piscinas, en el que podían transportarse entre 800 y 1.000 kilos de angulas.

El vehículo era embarcado en el puerto de Barcelona en un ferry que lo llevaba hasta Italia y, tras cruzar el país por carretera, volvía a tomar un barco hasta la capital griega, donde se preparaban los alevines para su transporte hasta Hong Kong. «La anguila es una especie que se estresa mucho, no puede estar demasiado tiempo encerrada», explica el capitán José Manuel Vivas, responsable del Seprona que ha coordinado la operación, denominada 'Abaia'. Tras un breve descanso en Grecia, eran cargadas en un avión rumbo a su destino asiático.

Los contrabandistas empleaban el aeropuerto heleno después de que las terminales de mercancías de Madrid y Barcelona reforzaran sus medidas de seguridad, con la entrada en vigor de la normativa europea que prohíbe la exportación de angulas fuera de las fronteras de la Unión. Los dos intermediarios chinos que pagaban el traslado por avión también han sido detenidos. En el momento de su embarque, la mercancía valía ya entre 800 y 1.500 euros el kilo.

Engorde

Pero era el llegar a Hong Kong cuando el precio de las angulas alcanzaba cifras desorbitadas, ya que los destinatarios están dispuestos a pagar por ellas hasta 7.000 euros el kilo. Si bien es cierto que en el mercado chino las angulas no se destinan al consumo a la manera española, sino que eran engordadas para comercializar ejemplares de anguila adultos a unos 30 euros la unidad.«La inversión se multiplicaba por sesenta. Pocos tráficos ilícitos logran ese beneficio, quizá el de cocaína, pero el de armas seguro que no», apunta David Ellero, uno de los responsables de Europol que ha participado en la operación. Las fuerzas de seguridad calculan que la banda podía llegar a facturar siete millones de euros al año.

No es la primera vez que la empresa Roset está bajo sospecha. En 2012 sus responsables ya fueron investigados por el mismo motivo, pero fue el pasado mes de junio cuando el Seprona comenzó a ver indicios claros. A comienzos del mes de febrero se incautaron mil kilos de angulas en Valencia para investigar su procedencia y poco después se procedía a la detención simultánea de ocho personas en Tarragona, Sevilla y Valencia, y otras nueve en Grecia. El botín incautado lo componen casi dos toneladas de angulas vivas, varios lingotes de oro y 540.000 euros en fajos de billetes, algunos de ellos podridos. Como el destino que cabe esperar para los presuntos contrabandistas.

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