Borrar
Urgente Un hombre cae de una tercera planta en Valencia huyendo de la Policía tras discutir con su pareja
En las imágenes hacen ostentación de sus pertenencias.
Los profesionales del 'simpa'

Los profesionales del 'simpa'

Su nivel de vida es elevado. Exhiben coches de alta gama y organizan festejos para cientos de personas que tienen la habilidad de desaparecer en minutos.Son especialistas en irse sin pagar de los restaurantes a la hora del postre

JAVIER GUILLENEA

Sábado, 4 de marzo 2017, 21:59

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Lo tenían bien orquestado. Llegó la hora del postre y los camareros comenzaban a servir la tarta del bautizo cuando, todos a una, se levantaron y se encaminaron hacia la puerta de salida. No perdieron el tiempo. Antonio Rodríguez, propietario del hotel restaurante El Carmen, en la localidad leonesa de Bembibre, salió corriendo detrás del padrino, pero para entonces el fugitivo y sus acompañantes ya estaban dentro de sus coches. «Desaparecieron en un minuto», diría más tarde.

Eran al menos 120 comensales pero actuaron como una sola persona, como si hubieran ensayado una coreografía para que nadie perdiera el paso en un momento tan delicado como marcharse de un restaurante sin pagar. En El Carmen dejaron el pasado lunes un pufo de más de 2.000 euros, pero no solo eso. También dejaron la sensación de que no era la primera vez que lo hacían.

Hacer un 'simpa' es una actividad tan vieja como el ser humano. Consiste en irse sin pagar de algún sitio y su práctica no conoce fronteras. Es lo que se dice un fenómeno global. Según un estudio realizado por Makro para la Federación Española de Hostelería, un 50% de los hosteleros españoles afirma que ha visto alguna vez a clientes que se marchaban sin abonar su cuenta. El porcentaje es orientativo porque, por lógica, no incluye a los que no han visto nada.

Los hosteleros tienen asumido que siempre habrá clientes que se van a ir sin pagar, pero eso forma parte de los gajes del oficio, como el número de vasos que morirán en acto de servicio. «Para nosotros el 'simpa' es un riesgo, aunque no un problema grave; son situaciones que se producen», afirma Emilio Gallego, secretario general de la Federación Española de Hostelería. Los hosteleros, explica, «están más preocupados por las pérdidas que les suponen las reservas que no se materializan».

En la región leonesa de El Bierzo sucede todo lo contrario. Lo que ahora quita el sueño a los empresarios del sector en la zona son las reservas que sí se materializan. Lo ocurrido en el hotel restaurante El Carmen ha sacado a la luz la actividad de uno o varios grupos de individuos que parecen haberse especializado en contratar grandes comilonas sin intención de pagarlas.

El pasado mes de febrero cerca de 200 personas festejaron una boda en el restaurante El Rincón de Pepín, en Ponferrada. Previo pago de un adelanto, habían reservado menús para un centenar de comensales, pero a la hora de la verdad acudieron casi el doble. Ya de por sí aquello era un inconveniente, aunque pudo ser solventado con imaginación. Al fin y al cabo, donde entran cien caben doscientos.

Ostentación

Los novios eran jóvenes, de unos 18 años; los invitados comieron entremeses, merluza rebozada, chuletas de cerdo y una tarta de tres pisos; una orquestina amenizaba la fiesta con ese tipo de música que solo se soporta en las bodas. Todo transcurrió según lo previsto por la parte contratante. Incluso cuando, después del postre, los invitados desaparecieron sin dejar más rastro que una cuenta impagada de unos 10.000 euros.

La Guardia Civil se ha hecho cargo de las investigaciones para identificar a los morosos, lo que no parece difícil. Al menos en el caso de El Rincón de Pepín, la reserva la hicieron con sus nombres verdaderos. Una búsqueda en Facebook ha bastado para hallar imágenes de la banda del 'simpa' y su elevado nivel de vida, con coches de alta gama y ostentación de todo tipo de lujos. Al parecer, los comensales son ciudadanos rumanos y se supone que todos forman parte del mismo grupo.

Es gente a la que le gusta comer, de eso no hay duda. La táctica del 'simpa' ya la habían intentado emplear en otras ocasiones, como ahora se ha sabido. Hace meses varias personas del este de Europa reservaron una sala en el hotel restaurante Novo de Ponferrada para celebrar un cumpleaños. En principio iban a ir treinta, aunque al final se apuntaron cien. En aquella ocasión habían pagado por adelantado y la comida la traían ellos, pero cuando se fueron empezaron a cargar en una furgoneta la vajilla y la cubertería del local. Cuando su propietario se lo impidió, se excusaron con el argumento de que se llevaban las sobras. Días después intentaron reservar en el mismo lugar una comida de altos vuelos. El dueño no picó.

euros dejaron a deber en El Rincón de Pepín, donde celebraron una boda.

euros es la cantidad que adeudan al hotel restaurante El Carmen por un bautizo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios