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Iglesias y Montero, en sus escaños en el Congreso.
En la salud, en la enfermedad y en el trabajo

En la salud, en la enfermedad y en el trabajo

Irene Montero y Pablo Iglesias parecen haber dominado el arte de separar su relación personal y profesional. ¿Es tan fácil tener una relación con un compañero?

carlota ezquiaga

Domingo, 26 de febrero 2017, 00:38

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Si el roce hace el cariño, no cabe duda de que Irene Montero y Pablo Iglesias deben de quererse mucho. El secretario general de Podemos y la nueva portavoz parlamentaria trabajan codo con codo, y son, además, pareja, aunque llevan su relación de manera muy discreta.

Su caso no es excepcional: según una encuesta que realizó la Fundación Universia en 2016, el 44 % de los españoles ha tenido un romance en el trabajo. Para el 26 % de ellos, lo peor de la situación era "la dificultad para separar lo profesional y lo personal". ¿Tan difícil es mantener los dos mundos separados?¿Es posible tener una relación romántica sana con un compañero de trabajo?

No es algo que esté regulado por ley y son las propias empresas las que deciden qué política adoptar al respecto. Aunque en países como Estados Unidos es habitual obligar a los empleados a firmar normas como comprometerse a no mantener una relación en el trabajo o abandonar la compañía si se casan con otro empleado en España las empresas suelen tener reglas más laxas. Siempre que no haya conflicto de intereses, los empleados pueden hacer lo que quieran.

Pero desde la perspectiva personal, una relación así puede ser un reto. Nacho Tornel, experto en mediación familiar y autor de Enparejarte, así lo cree. Ha visto muchos casos en los diez años que lleva dedicándose a la mediación. Me he encontrado parejas que comparten el puesto de trabajo y pasan prácticamente todo el día juntas", explica. "Es una situación que tiene sus ventajas: compartir el día a día, tener momentos a lo largo del día para tomarte un café o hablar un rato Pero no puedes desconectar, y no llega el momento de 'Me voy a mi casa y estoy con mi pareja', porque llevas todo el día con ella. Si las cosas van bien, no tiene por qué haber problemas, pero este continuo tiene una sobrecarga potencial. Puede ser un gran desafío para la pareja, añade.

Ojos que no ven...

Hay otros problemas que pueden surgir, como los celos. Según Tornel, el hecho de estar tan cerca de tu pareja puede agudizar inseguridades. Ves todo lo que está haciendo, cómo actúa en el ámbito laboral, y eso no es lo normal en una relación. Y ahí sí he visto que surgen temas de celos, de 'Oye, ¿para qué has estado una hora y media reunido con esta persona? ¿Tanto teníais que hablar?'. Pero eso quiere decir que ya había una desconfianza de base, porque no debería haber celos en una pareja. Sin embargo, sí es cierto que una cercanía tan grande puede generar ciertos problemas, especialmente si se es algo susceptible o inseguro, dice Tornel. Por eso de 'Ojos que no ven, corazón que no siente'.

Para evitar estos problemas, el experto recomienda sentido común, aunque a veces en estos temas el sentido común sea el menor de los sentidos. En una pareja que no trabaja junta, Tornel suele aconsejar compartir la vida laboral, contar lo que ocurre en tu día. Si tú llegas después de haber estado ocho o diez horas trabajando y tu pareja no sabe nada de tu día, tiene un gran vacío, dice. Y a veces somos reacios a contar estas cosas porque tenemos la sensación de que no son importantes. Pero ese ha sido tu día, ¿cómo no vas a compartirlo?, comenta.

Para las parejas que trabajan juntas, el consejo es el inverso: hay que recordarles que tienen vida personal y que antes que nada son una pareja. Hay que saber cortar, sostiene Tornel, decir 'Son las ocho de la tarde, adiós muy buenas', y dejar de hablar de trabajo. Yo impediría que lo laboral se comiese a lo personal, que tomase las conversaciones, e intentaría intimar en otras cuestiones y abordar otros temas que son muy importantes para dos personas que están juntas.

Todo se complica mucho más si se trata de relaciones entre jefes y empleados. Entablar una relación romántica con una persona con la que tienes una relación laboral jerárquica, a priori, me parece una mala idea", declara el mediador. "Hay unos elementos de dependencia ya previos que pueden viciar una relación. Para que una relación salga bien hacen falta muchas cosas, cuestiones básicas como la confianza, el respeto, la comunicación plena Y eso es muy difícil de conseguir con alguien con quien tienes una relación jerárquica. Por un lado, se parte de una situación de desigualdad y, por otro, nunca se sabe si el amor es del todo genuino, por eso de la erótica del poder: ¿hasta qué punto me atrae porque es mi jefe o mi jefa?, remarca.

El mayor reto: la ruptura

Otro de los temas más complicados puede ser la ruptura: Eso sí lo he visto mucho, y es tremendo. Es muy desagradable por todo lo que arrastra. El entramado es bestial: de compañeros, de alianzas, de lealtades y deslealtades, de confidencias Tu expareja sabe muchas cosas de ti, incluso de tu ámbito laboral, y de repente dejas la relación, y ¿qué pasa? ¿Te quedas expuesto a que todo eso pueda ser contado si no hay una buena relación de expareja? Por eso hay que pensárselo muy bien a la hora de mezclar lo profesional y lo personal, recomienda.

En el caso de Pablo Iglesias e Irene Montero, Tornel prefiere no entrar porque no conoce "cómo es su relación". "Nadie puede saber si es sincera y tienen sentimientos genuinos y estarían juntos toda la vida incluso si estuvieran vendiendo pipas en la Puerta del Sol, o si hay algo de conveniencia, apunta. Tornel tampoco cree que tengan que ocultar su relación. Hoy por hoy mantenerlo en secreto va contra natura; ¿por qué habría que ocultarse? Ni que estuviésemos en Arabia Saudí donde hay que esconderse para darse un beso Me parece que no es una cuestión de publicarlo o no, es más de fondo, de profesionalidad, afirma.

Incluso en un caso como este, en el que Montero ha sido elegida democráticamente y ha tenido una trayectoria coherente, ascendiendo de manera gradual, ha tenido que escuchar cosas como que es "la Yoko Ono de Podemos" e insinuaciones de que ha llegado hasta donde está por ser la "novia de". Son los riesgos de estar en el punto de mira mediático... y de tener una relación en el trabajo. Pero, a veces, parece ser que el amor lo compensa.

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