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Un autobús londinense de dos pisos pasa junto al apagado cartel luminoso. :: F. ARRIZABALAGA / efe
Apagón en Piccadilly

Apagón en Piccadilly

El enorme e icónico panel luminoso del corazón de Londres se apagó por primera vez en 20 años para dar paso a una pantalla LED

DANIEL ROLDÁN

Sábado, 21 de enero 2017, 22:46

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Las seis pantallas se fueron apagando una a una, en una cuenta atrás jaleada por cientos de personas. Una de las esquinas publicitarias más famosas del mundo echaba el cierre. El tiempo es inexorable. También para las pantallas de Piccadilly Circus, uno de los iconos de la capital británica, que sufrirán una transformación que durará meses. Se cambiarán las seis actuales por una única pantalla curva, gigantesca, LED, digital en ultra alta definición (4K) y de bajo consumo energético. Será la más grande de Europa con estas características.

El proceso será largo y los propietarios de este envidiado espacio publicitario taparán el lugar con una lona que, por supuesto, publicitará alguna marca. Es posible que sea Coca-Cola, la reina de esa esquina entre Piccadilly y Regent Street desde 1954. La famosa marca de bebidas compartirá espacio con otros cinco anunciantes. Uno de ellos será Samsung. El resto de los aspirantes ya se han dirigido a Land Securities, propietario del enclave publicitario desde hace cuatro décadas, para pedir presupuesto y ocupar ese lugar de privilegio junto a los adelantos que traerá la tecnología.

Secuencias de vídeos en alta definición, mensajes desde las redes sociales, previsiones meteorológicas o informaciones del tráfico de Londres podrán ser vistos por los 70 millones de personas que cada año transitan por este punto neurálgico. Un cruce de caminos que data de 1819 y que fue creado para conectar la calle de compras más famosa de la época -Piccadilly- con Regent y cuyos elementos más característicos sólo se han apagado en ocasiones muy particulares.

La primera fue durante el 'blitz', la campaña aérea de la Luftwaffe nazi para acabar con la resistencia de los británicos durante la Segunda Guerra Mundial y favorecer una invasión terrestre. Como en todos los edificios, las luces se apagaron para no facilitar el trabajo de destrucción de los bombarderos alemanes. Durante cinco largos años (entre septiembre de 1939 y 1945) el interruptor no se movió de la posición de apagado. Los otros dos apagones fueron para mostrar su respeto en sendos funerales. El primero fue el de Winston Churchill, fallecido en 1965; el segundo, el de Diana de Gales, que murió en París hace dos décadas. Las demás veces que se ha fundido a negro ha sido por algún fallo eléctrico momentáneo. Este cambio será el más importante que ha sufrido Piccadilly Circus desde que se inaugurara su iluminación publicitaria a comienzos del siglo XX.

A una marca francesa, Perrier le cupo el honor de inaugurar el lugar en 1908. Fue pionero y se intentó copiar en otras ciudades. La imagen de la botella de Tío Pepe en la madrileña Puerta del Sol data de 1936, por ejemplo. Desde entonces, los cambios han sido escasos. Sólo para adecuar el símbolo a los nuevos tiempos. Ahora toca cambiar el símbolo.

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