Miguel Otí: «Sin el toreo, la raza se habría extinguido»

Si uno nace a 50 metros del parque de Cabárceno y vive a kilómetro y medio, es veterinario y le encantan los animales, no puede huir de su destino. Miguel Otí es el director de uno de los mayores parques naturales de Europa -cuenta con 800 hectáreas de superficie-, un recinto que cada año recibe la visita de más de 550.000 personas que buscan descubrir 'in situ' a más de un millar de animales.

Lo suyo sí que es trabajar en casa.

¡Estoy encantado! De niño yo jugaba en estos terrenos. Antes era una mina que ya explotaron los romanos. En sus buenos tiempos llegaron a trabajar más de 2.000 personas, incluido mi padre. Mi familia tenía una finca ganadera que se vendió para la mina. Luego la explotación cerró y en 1989, por iniciativa de Juan Hormaechea, se reconvirtió en lo que es hoy en día.

Con usted eso de 'ir a la oficina' no vale.

Me verás muy poco con corbata. Soy de los que se remangan. Hace unas semanas, por ejemplo, batimos el récord histórico de visitantes en verano. Y claro, tuvimos problemas con los coches. Así que paré el mío, me puse el chaleco reflectante y a regular el tráfico.

Es veterinario. Cuando ve la cantidad de animales que se abandonan en verano...

Es como quien abandona a una persona mayor para irse de vacaciones. Es repudiable. ¿Qué haría con ellos? El castigo que les pondría según la ley no se puede dar. Es como el tema de los incendios. Para mí el que quema un bosque es un terrorista. Está acabando con la naturaleza, con el futuro de todos y pone en peligro vidas humanas.

¿Y cuando lee que un dentista americano paga por matar a 'Cecil', el mayor león de África?

¡Hombre, por favor! Son cosas que te llegan al alma, te hieren y te hacen pensar en cómo podemos tener esa mentalidad. Lo único que demuestran es que quieren ensalzar su ego. Como yo tengo dinero, hago lo que me da la gana. No sé qué sacan de matar así.

¿Qué hacemos con los toros?

Ojo, que yo tampoco soy animalista, en el sentido de que ahora se están llevando las cosas a unos extremos... Estoy en contra del sufrimiento de los animales, pero respeto las corridas de toros. El que de verdad es taurino con mayúsculas las considera un arte. Y estoy seguro de que si no existiera el toreo, esa raza no existiría, se habría extinguido.

¿O estaría en Cabárceno?

Pues muy probablemente. Los humanos sólo conservamos los animales que nos sirven... ¿y los demás?

Si no fuera por Cabárceno, mucha gente jamás vería un facócero, por ejemplo.

Claro, imposible. Tenemos la mayor familia de elefantes del mundo fuera de África.

Pero unos elefantes africanos, en Cantabria, en febrero...

Qué va... Están fenomenal. Nuestro clima es perfecto. ¿Cuántos días extremos tenemos al año? ¿Una docena? Los elefantes, tigres, leones, jaguares lo llevan bien. Y otros animales a los que les ponemos las condiciones necesarias. Las jirafas, por ejemplo, tienen calefacción en el interior de sus instalaciones. Y los gorilas tienen climatización, para que estén a entre 18 y 24 grados siempre.

¿Qué lección le ha dado un animal?

Por su comportamiento, su forma de organizarse y proteger, los gorilas. Se parecen mucho a nosotros. Incluidos algunos defectos, como la envidia y la soberbia.

Los animales más raros que tienen ahí son los pokemon, ¿no?

Uff... yo en eso no controlo mucho (risas). A mí, mientras no entren a ningún recinto de los animales (risas)...