La otra Zuckerberg

A sus 33 años, la cara de Randi Zuckerberg despeja todas las dudas sin necesidad de saber su apellido. Es igualita a su hermano, pero con una larga melena azabache. O más bien al contrario, porque Randi realmente figura como la mayor de la saga Zuckerberg. No solo se parecen físicamente, también lleva en sus genes el talento que impulsó al informático a convertirse en el millonario más joven del mundo cuando contaba con apenas 23 años. Un logro en el que le ayudó bastante Randi, la otra genio del clan. La hermanísima se puso al frente del equipo de marketing en los inicios de Facebook y capitaneó una estrategia que supuso la expansión internacional de la conocida red social. El buen hacer de esta licenciada en Psicología por Harvard hizo olvidar a los expertos el apelativo «hermana de» enseguida, y la colocó en el top 50 de las mujeres con más poder a nivel digital en el mundo y una de las más influyentes de Silicon Valley.

Ese carácter arrollador y su cerebro para los negocios también la llevaron a abandonar a Mark en 2011. Curiosamente, anunció su renuncia a través de su cuenta de Twitter. En la red de los 140 caracteres, se define ahora como «fundadora de una agencia de comunicación, conferenciante, inversora, locutora de radio, actriz de Broadway, productora, escritora... y mamá». Asimismo, nombra su paso por los inicios de la empresa de su hermano, pero sin dar muchos detalles. Y todo porque a Randi la baja maternal de su primer hijo le cambió sus prioridades: «La vida es bastante más enriquecedora cuando te alejas de la pantalla».

La joven creó entonces su propia empresa de comunicación y estrategia digital, que cuenta en estos momentos con clientes como el Circo del Sol, PayPal o las Naciones Unidas. «Ese tiempo de baja me enseñó verdaderamente que tú no tienes que limitarte a una sola cosa en tu vida. Te puedes reinventar. En el mundo que vivimos y con la tecnología que tenemos a nuestra disposición, hoy es el mejor momento para hacerlo», recuerda en las charlas sobre emprendimiento que ofrece por medio mundo. También escribe libros sobre el comportamiento en las redes sociales y otros destinados a niños, de los que ya le han comprado los derechos para convertirlos en una serie de televisión. Además, Randi figura como un rostro conocido de la pequeña pantalla al ejercer de tertuliana. ¡Hasta la han nominado para los premios Emmy por su cobertura digital de las elecciones en Estados Unidos!

Debut en Broadway

En estos años alejada de Facebook, ha dado rienda suelta a su pasión por el teatro, una afición que ya mostraba en sus años estudiantiles en Harvard. Hace poco logró su sueño de debutar en Broadway con el personaje de Regina en el musical 'Rock of Ages'. El espectáculo fue un éxito e incluso tuvo que ampliar los días previstos de función. Figurar como la hermanísima de Zuckerberg no la ha librado de experimentar algunos de los problemas de privacidad que muchos le achacan a Facebook. En una ocasión, compartió en su muro una imagen con su familia, incluido Mark, que al final terminó en el perfil de Twitter de otra persona que ni conocía. «No sé de dónde has sacado esa foto, la publiqué para mis amigos en Facebook y que la subas tú no mola nada», se quejó Randi en ese momento ante ese usuario. Desde entonces se ha convertido en una firme defensora de evitar las cuentas anónimas en todo tipo de redes sociales, algo con lo que no comulga Mark.

Su cuenta corriente no alcanza las cifras multimillonarias del más conocido de los Zuckerberg, pero va bien servida. Está casada con Brent Tworetzky, cuyo currículum no tiene nada que envidiarle. La prestigiosa revista 'Business Insider' le consideró una «de las estrellas del rock de Silicon Valley» y ahora es vicepresidente ejecutivo de XO Group Inc, empresa de contenidos multimedia sobre bodas e hijos. La pareja se trasladó hace unos meses a Nueva York desde California y vendieron su casoplón por la friolera de 6,5 millones de dólares.

Los especialistas afirman que todo lo que toca Randi lo convierte en oro. Y eso que su consejo para triunfar no aporta nada nuevo en el mundo empresarial: «Si vas a emprender, es difícil y sacrificado, así que tienes que tener mucha pasión. Mi recomendación es que no lo hagas porque pienses que vas a hacer mucho dinero. Tienes que hacerlo porque te encanta trabajar en ello».