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La rapera Discípulo de la Rima.
Al son de Monago

Al son de Monago

La rapera Discípulo de la Rima es la última incorporación al maridaje entre música y política, una relación complicada que en España funciona casi siempre con la izquierda

julia fernández

Viernes, 24 de abril 2015, 20:28

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Qué música estará sonando ahora mismo en Génova, sede del PP, que afronta la investigación a Rodrigo Rato por fraude y blanqueo de capitales... Iría bien algo así como una balada triste de trompeta, porque la cosa no está como para pinchar Paint A Smile On Me (Píntame una sonrisa), la desenfadada, naif y popera canción de Black Yaya que se escuchó hace unos días en su convención para presentar el programa de las elecciones del 22 de mayo. Aunque el do de pecho lo ha dado el presidente de Extremadura, el popular José Antonio Monago, con el tema que para él ha escrito la rapera de Mérida conocida como Discípulo de la Rima.

"Me pidieron un rap para la campaña, me pasaron un montón de frases de Monago y yo, con total libertad, escogí aquellas con las que me sentía más identificada", dice esta artista de 28 años. "Y lo enfoqué hacia Extremadura y sus artistas, sin entrar en temas políticos. Eso sí, tardé en buscarle la rima y necesité algún sinónimo". Parte de la letra dice: "Creer en las personas más que en los partidos y más en las ideas que en ideologías. Extremadura, nuestra única doctrina. Da igual la etiqueta de barón rojo, cada región tiene su acento. Algunos de los que eran verdes ahora son rojos, los rojos son azules y a este Gobierno el color le importa poco. Los principios y valores para apoyar a nuestra sociedad son la libertad, la igualdad y la justicia social".

Reivindica el festival de Mérida y se posiciona contra el IVA cultural. Al PP ni se le nombra, pero se dice: "Confiar en un Gobierno que dice siempre la verdad, en un presidente más fuerte, más valiente y más capaz". La cantante explica: "Es cierto que Monago se ha involucrado mucho con los artistas de la tierra y la cultura urbana".

-¿Problemas con los colegas del mundillo?

-He tenido que escuchar de todo, porque el mundo del rap es más bien de izquierdas, pero ya sabía que esto iba a pasar. Dicen que le estoy haciendo la campaña a Rajoy. Y que cómo puedo apoyar a alguien que está en contra de los homosexuales si luego actúo encantada en Los Palomos (la marcha del Orgullo Gay en Badajoz). Hablan sin saber, porque el colectivo de gays y lesbianas incluso le ha dado un premio a Monago. Sólo quiero defender mi región, estoy orgullosa de ser extremeña.

-¿Y si ese rap se lo hubiese encargado Podemos?

-Con la misma libertad que me ha dado Monago, lo habría hecho sin problemas. Me parece mal que se estigmatice a los artistas por actuar para uno u otro partido. Mis ideas políticas me las guardo.

Responsables de la campaña de Monago explican la elección: "Un rap porque es un lenguaje distinto asociado a la denuncia, de abajo a arriba. Nos permitía vender nuestros mensajes mejor, con la mnemotecnia es más sencillo que con un spot clásico. Con esto no pretendemos captar el voto de los jóvenes, no se consigue tan fácil, sino que puedan conectar con nosotros". Se ha hecho hincapié en que no se menciona al PP (las siglas aparecen impresas al final y brevemente). "Hablamos de que nos importan más las ideas que las ideologías, y más las personas que los partidos. Así que hubiera sido ir en contra de nuestro propio mensaje", dicen desde la formación conservadora.

Música y política llevan uniendo fuerzas mucho tiempo. Durante la Transición, e incluso con Franco, fueron muchos los músicos que ofrecieron apoyo a ideas políticas e incluso siglas, eso sí, tirando siempre a la izquierda. Raimon, Paco Ibáñez, Víctor Manuel, Ana Belén, Serrat, Lluis Llach, Labordeta... En Pequeño circo, la historia del indie escrita por Nando Cruz, Antonio Arias (Lagartija Nick) rememora sus tiempos con 091: "Tenían el equipo que habían heredado de Al-Dar y una manera de rentabilizarlo era haciendo mítines. Montabas el equipo para Felipe González o Alfonso Guerra y luego tocabas. Lo hicimos en bastantes pueblos. En el granadino Paseo del Violón cerramos la campaña del 82. Veíamos a Felipe González por ahí, pero nunca me lo llegaron a presentar". En el mismo libro, Eric Jiménez, batería de Lagartija Nick y Los Planetas, añade: "Estaba todo tan bien pagado por el PSOE que en Granada el mundo del rock llegó a ser un poco pijo. Los grupos decían ¿cómo voy a ir yo a tocar a Salamanca si no me pagan?. Vivíamos en otro mundo".

Esta naturalidad a la hora de referirse a cómo colaboraban sin problema con un partido como el PSOE sigue siendo habitual hoy día entre las bandas que cantan e incluso apoyan abiertamente a siglas de izquierdas. Caras consagradas como Joaquín Sabina y Miguel Ríos ofrecerán un concierto el día 26 en Madrid con el objetivo de recaudar fondos para la campaña del candidato de IU al gobierno regional, el poeta Luis García Montero.

En un concierto celebrado el pasado diciembre, Javier Krahe subió al escenario a Pablo Iglesias para que cantar a dúo Cuervo ingenuo, un tema suyo muy crítico con Felipe González. Y aunque ahora no ha querido hablar sobre este tema, en su día ya mostró sus deseos: "Espero que Podemos consiga un montón de votos, pero que nunca tengan mayoría absoluta. Espero que den mucha guerra, parece que están dispuestos".

«Nos perjudicó»

"La gente está más acostumbrada por tradición a que los músicos apoyen a políticos de izquierdas", dicen en la oficina de representación del grupo Pignoise, que en 2009 actuó para el PP vasco de la era de Antonio Basagoiti, cuando inventaron el concepto de política pop. Pero dicen que aquello no les salió gratis: "Nos perjudicó mucho, especialmente en las redes sociales, porque España sigue cometiendo el error de relacionar la música con un partido. No se dan cuenta de que todos los grupos hemos actuado para todas las formaciones, nosotros hemos tocado también para el Ayuntamiento de Rivas, que está en manos de IU. La música no tiene color político. Dentro de un mismo grupo, sus miembros pueden votar a opciones diferentes".

Junto a Pignoise, actuó para el PP vasco Pitingo: "Eso no quiere decir que yo sea del PP o del PSOE -explicaba por aquel entonces en una entrevista-. He cantado para Felipe González y en la fiesta del PCE. Me llamaron, me pagaron y ya está. Yo soy apolítico. Le fui a cantar a las personas que acudieron a ese acto, no al PP. Eso lo tengo muy claro, en mis conciertos habrá personas de distintas ideas. Hay buena gente en todos los partidos. Yo voy donde me llamen y donde me quieran escuchar. Y si me llama el PP o el PSOE, estupendo, porque tengo que comer y hay mucha gente detrás de mí que también tiene que comer. Y está la crisis como para decir que no".

A Lourdes Hernández, de Russian Red, la revista Marie Claire le preguntó en 2011 si prefería izquierdas o derechas. Elegir derechas le valió que la pusieran a caldo. Esto es lo que soltó el músico asturiano Nacho Vegas: "Cualquiera que se declare de derechas ha de ser un cretino o un cabrón. O un potentado. Como en principio no tengo a Lourdes por ninguna de estas tres cosas, quiero pensar que no sabía muy bien de lo que hablaba". La propia cantante pareció darle la razón hace unos días: "Sin ninguna experiencia, lo dije y punto. Desde la total ignorancia, pero aprendí muchísimo sobre mi país (...) ¿Qué pasa en España con el tema de la política? ¿Por qué levanta aún tantas heridas? Pensaba en Estados Unidos, allí cada uno es de su padre y de su madre. Entre los artistas existen las mentalidades más extrañas. Pero tienen tanto respeto que nunca sucedería lo que pasó conmigo". El matrimonio entre música y política puede volverse a veces complejo, difícil de llevar, pero no deja de ser una relación muy íntima. Le pasa a Woody Allen: "Cada vez que escucho a Wagner me dan ganas de invadir Polonia".

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