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Jueves, 16 de abril 2015, 20:31
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En un principio nadie le hacía caso, pero su insistencia salvó las vidas de los pasajeros que se encontraban en el avión. Mussie Weinfeld, de 22 años, advirtió un sonido raro en un ala de la aeronave de la compañía rusa TransAero, con origen en Israel y destino en Estados Unidos.
El trayecto, que tenía una parada en Moscú, no llegó a iniciarse gracias a la intervención de Weinfeld. Cuando todos los pasajeros tenían los cinturones abrochados y estaban listos para el despegue, la joven oyó un ruido que provenía de las alas, a la altura de donde estaba sentada. Se lo comentó a su compañero, pero éste, infravalorando el hecho, se rió y dijo que sólo era un ruido «de los motores», según ha declarado el padre de Weinfeld a 'Crown Heights'.
El comentario del pasajero no frenó a la muchacha, quien, decidida, se quitó el cinturón y pidió a la tripulación que comprobara el ala. En un primer momento no quisieron darle importancia, pero la determinación Weinfeld llevó a uno de los operarios a evaluar el extraño ruido. En cuanto lo hicieron, comunicaron a los pasajeros la presencia de una avería que arreglarían en 45 minutos. Pero finalmente, el problema era de un calibre mayor y tuvieron que posponer el vuelo al día siguiente.
No se sabe qué podría haber pasado exactamente si no hubieran chequeado la aeronave a petición de Weinfeld, pero el riesgo era lo suficientemente alto como para suspender el viaje hasta la siguiente jornada. Algunos de los pasajeros que se quejaron de la joven, se acercaron a ella para disculparse y agradecer que evitara una tragedia.
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