¿Cuál fue el primer país en tener horario de verano e invierno?

A partir del domingo numerosos países implantan el horario de verano que se mantendrá hasta el último fin de semana de octubre. Es una costumbre que inició Alemania en plena Primera Guerra Mundial con el objetivo de ahorrar carbón que se podría destinar a los esfuerzos bélicos. El ejemplo alemán fue rápidamente copiado por el resto de contendientes.

Estados Unidos aprobó en 1918 una ley federal marcando el inicio y fin del horario de verano. Sólo algunos estados la aplicaron. No fue así durante la Segunda Guerra Mundial cuando Washington impuso el cambio horario en toda la nación para ahorro de recursos.

Pero la práctica se generalizó por todo el mundo con la crisis del petróleo de 1973. En estos momentos prácticamente todos los países del hemisferio norte aplican esta regulación. Fue una respuesta al alza del precio del crudo de algunos países para poder aprovechar mejor la luz del sol y, por ende, consumir menos electricidad en iluminación (una idea que había nacido de las investigaciones de Benjamin Franklin en el siglo XVIII).

En estos momentos la práctica totalidad de los países del hemisferio norte han adoptado este sistema. La aprobación de la Novena Directiva por el Parlamento Europeo y Consejo de la Unión en enero de 2001 la ha extendido a la totalidad de naciones que forman la UE de forma que el inicio de la hora de verano -cuando se adelanta el reloj una hora- comienza el último domingo del mes de marzo y finaliza cuando se retrasa una hora el último domingo de octubre.

Y, ¿por qué el cambio? Los que están a favor consideran que así se ahorra energía. Pero también hay detractores que señalan que no hay tal ahorro y supone un coste mayor.

Diversos estudios recientes sugieren que el horario de verano realmente no ahorrar energía y que incluso podría provocar pérdidas, ya que el menor consumo nocturno se incrementaba durante la mañana en las horas de oscuridad previas al amanecer.

Pero hay otras investigaciones que apuntan en la dirección contraria y sostienen que se produce un importante ahorro.

Ahora bien, hay otros motivos según los expertos. Para algunos el cambio de horario favorece un estilo de vida saludable. Se destaca que durante el verano la gente reduce el tiempo ante el televisor y realiza más actividades al aire libre.

Aunque no todos están de acuerdo. Hay estudios que indican que el reloj biológicos, establecidos por la oscuridad y la luz, nunca se ajustarán a la hora extra del horario veraniego. Como consecuencia, la mayoría de la población disminuirá drásticamente la productividad, la calidad de vida y el riesgo de enfermedad, ya que uno siempre se encuentra cansado.

Es lo que se llama el 'Jet- lag social', fenómeno que se produce cuando los períodos óptimos de sueño no sintonizan con los horarios reales.

Autores discrepan. Pero de lo que nadie duda es que a las 2 de la madrugada del domingo el reloj se adelantará una hora.