Borrar
Urgente Cuatro muertos, dos en Tarragona y dos en Asturias, por el temporal
Jenifer Aniston acudió a la gala de los Oscar con estas sandalias 'nudist' de Stuart Weitzman.
Las «alpargatas» de Sharon Stone

Las «alpargatas» de Sharon Stone

Se fabricaron en Elda, donde Stuart Weitzman, el 'zapatero de las estrellas', ha montado su emporio de calzado. Jennifer Aniston llevó unas sandalias 'made in Spain' en los Oscar y entre sus clientas están también Angelina Jolie o Kate Moss

yolanda veiga

Jueves, 5 de marzo 2015, 14:05

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No tienen los pies en el suelo. Los tienen a 12 centímetros, sobre unos tacones altísimos. Es la medida estándar, como el 90-60-90 de la pasarela. Y las celebrities se han plegado sin chistar a este protocolo de altura que desafía el equilibrio. Los zancos de 20 centímetros de Lady Gaga o el zapato plano de Carla Bruni no dejan una bonita huella sobre la alfombra roja.

Allí se pisa con zapato de salón, alto, el pie semidesnudo. Cinco tiras finas adornadas con 460 diamantes le sujetaban los pies a Laura Harring, la Cenicienta de Stuart Weitzman sobre aquellas sandalias de 850.000 euros que lució en la gala de los Oscar en 2002. Weitzman, un prestigioso diseñador de calzado neoyorquino que aprendió el oficio de su padre, le prestó las sandalias a la actriz mexicana, luego las subastó y donó la recaudación a una causa benéfica. Un negocio estrepitoso y una operación de marketing redonda que puso a las actrices de Hollywood a sus pies.

Le apodan el zapatero de las estrellas y entre sus clientas, mujeres que pisan fuerte como Angelina Jolie, Gisele Bundchen, Beyoncé, Kate Moss, Claire Danes, Bar Refaeli, Jennifer Lopez, Elsa Pataky, Sandra Bullock, Kate Middleton... y Jennifer Aniston, que en la última gala de los Oscar lució unas sandalias nudist (desnuda) de 425 euros. "Las más minimalistas y sexys, un modelo icónico" que han llevado en otros colores -ahora funcionan bien los tonos nude y los metalizados en plata, dorado y bronce- Miranda Kerr, Diane Kruger, Jennifer Lawrence... Todas se fabricaron en Elda (Alicante), donde el empresario americano ha montado un emporio de once fábricas (algunas están en el municipio de Petrel, a 8 kilómetros) que emplean a 1.500 personas y facturan 300 millones de euros anualmente. "Aprecio mucho el carácter español y la dedicación de los artesanos", agradece el jefe en perfecto castellano.

El Ayuntamiento de Elda le nombró Hijo adoptivo en 2007 por su contribución para exportar el made in Spain y reforzar el pujante sector del calzado, que integran 1.500 empresas y 25.000 trabajadores en España. Él, corresponde al halago y pasa medio año en esta población alicantina de 53.000 habitantes, muchos de ellos artesanos de la piel, a la que llegó en 1971.

Buscaba un lugar donde continuar el trabajo en el que le inició su padre, Seymour Weitzman, dueño de una fábrica de zapatos de Massachusetts. Aquel pequeño negocio familiar que cogió junto a su hermano en 1965, ha crecido con más de cien tiendas en todo el mundo, incluida la única que tiene en España, en Barcelona, y puntos estratégicos de venta como los almacenes Harrods de Londres.

Además del showroom de Manhattan, la sala donde Weitzman expone las novedades (idea 400 modelos distintos cada temporada) y que ha decorado con 3.000 pelotas de ping ping sobre azulejo veneciano. Una extravagancia disfrazada de afición, él que ha visto tantas (extravagancias).

"Durante una visita a Australia, Kate Middleton subió a una colina con unas sandalias mías de ocho centímetros. Unos días después fue fotografiada en una playa con las mismas sandalias. ¡No sabía que tuvieran un uso tan deportivo!".

La futura reina de Inglaterra es una de sus mejores clientas, aunque se guardan bien de desvelar qué zapatos prestan, cuáles regalan y cuántos venden. "Tiene unos azules de cuña de corcho que cuestan 395 euros y que ha utilizado hasta la saciedad, casi siempre con looks más informales. Es fantástico porque Kate Middleton tiene una buena imagen, muy fresca, y se ha convertido en un icono de la moda en Estados Unidos", cuenta una responsable de la firma.

Se coló en los Goya

Profeta en su tierra de adopción, Weitzman también tiene una clientela VIP en España: Paula Echevarría, Cayetana Guillén Cuervo, María León, Dafne Fernández, Macarena Gómez... "Barbara Lennie, ganadora del Goya a la mejor actriz en 2014 por Magical girl, llevó una sandalia nudist en dorado a la ceremonia".

- ¿Quién es su mejor clienta?

- ... Muchas, aunque si tengo que elegir una, me quedo con Beyoncé. Una vez me dijo: He bailado mil millas con tus zapatos. Son tan cómodos como bonitos -cuenta el diseñador, que ahora está en Los Ángeles, su otra casa-.

Weitzman mantiene con las celebrities una "relación profesional", pero el roce y el negocio hace el cariño y Beyoncé le deja notas con un "gracias" como acuse de recibo. Los pedidos llegan por cajas, que para la gira The Mrs. Carter Show la artista encargó 55 pares de zapatos iguales -en tres colores-. Unos para ella y los 54 restantes para sus bailarinas.

El precio medio del par ronda los 400 euros, aunque las sandalias sin tacón valen algo menos. Por arriba, el techo está en 895.000. "La compra la hizo una princesa anónima", desliza Weitzman. Y a propósito de esto, recupera una anécdota con Queen Latifah (Reina Latifah), una rapera estadounidense. "Le dije que entre mis clientas había cinco reinas de monarquías europeas (no figura Letizia), pero que mi favorita era ella".

Zapatos con tantos ceros solo ha vendido un par, pero «bajo pedido» confecciona unas botas altas con cristales de Swarovski que han llevado en alguna actuación Rihanna y Jennifer Lopez.

- ¿Nunca le han pedido la hoja de reclamaciones?

- Ziyi Zhang, estrella de la película El Trigre y el Dragón (2000), nominada a diez Oscar, quería unas sandalias de tacón alto súper sexys para llevar con un vestido muy atrevido. Cuando su madre llegó de China para la gala me regañó porque dejaban ver el pie desnudo de su hija. No le importaba que el vestido fuese muy sugerente, pero los zapatos... Es una diferencia cultural. En cuarenta y ocho horas le fabricamos unos zapatos de salón apropiados.

El tenis y el sol

Por cierto, Michelle Obama, pese a lo que se dice por ahí, no le ha comprado jamás un par a Weitzman. Prefiere aclararlo porque no le hace falta publicidad extra (ni engañosa), que tiene excelentes embajadoras. "Sharon Stone me dijo: Son las alpargatas más cómodas que jamás he llevado. Le conté la anécdota a un periodista y se convirtió en titular del periódico USA Today".

Stone lo dijo como una gracia, porque actualmente la imagen de marca es Gisele Bundchen. Weitzman buscaba "las mejores piernas" y la top brasileña quedó encantada con la propuesta. "Sus movimientos son increiblemente sexys y se acentúa con mis zapatos... o eso quiero creer". El fotógrafo Mario Testino se encargó de las imágenes de la campaña: instantáneas en blanco y negro que retratan "la relación de una mujer» con su calzado y sacan «el lado más masculino" de Gisele.

Testino y las famosas han hecho grande el nombre de Weitzman, que también se ha asociado a la prestigiosa arquitecta iraquí (y londinense de adopción) Zaha Hadid. Ella diseñó la tienda que la firma abrió en septiembre de 2013 en la icónica Vía SantAndrea de Milán, convertida en "una tienda insignia internacional". Hadid ha creado «un diálogo de geometría» (sic) que recuerda a una moderna nave extraterrestre como las que salen en el remake televisivo de la serie V.

Esa es su cara más vanguardista, pero Weitzman tiene muchas. Es también un empresario sensibilizado con las causas benéficas y hace tres años sacó una colección diseñada por celebrities jóvenes como Scarlett Johansson y Olivia Palermo para apoyar la investigación del cáncer. Su rostro más personal le dibuja como un apasionado del tenis, del ping pong, de Australia... y del sol de España.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios