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Lunes, 10 de noviembre 2014, 21:51
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Una mujer llamó al servicio de emergencias 911 con la intención de pedir ayuda porque estaba sufriendo maltratos a manos de su pareja. Sin embargo, el atacante estaba con ella, por lo que tuvo que pedir auxilio con un mensaje cifrado para no levantar sospechas. Así pues, la víctima simuló que pedía una pizza. El operador que la atendió, en lugar de interpretarlo como una broma o una confusión, fue capaz de entenderla.
El periódico The Independent publicó la conversación que mantuvieron:
- 911, ¿dónde es la emergencia?
- 123 Main Street.
- Ok, ¿qué ha ocurrido?
- Me gustaría pedir una pizza.
- Señora, ha llamado al 911.
- Sí, lo sé. ¿Me podría traer una grande, mitad pepperoni, mitad champiñones y pimientos?
- Ummm, lo siento. ¿Usted sabe que ha llamado al 911?
- Sí. ¿Sabe cuánto va a demorar?
- Ok, señora. ¿Está todo bien allí? ¿Tiene una emergencia?
- Sí.
- ¿y no puede hablar porque hay alguien en la habitación con usted?
- Exactamente. ¿Cuánto tiempo demorará?
- Tengo un oficial a una milla de su ubicación. ¿Hay armas en su casa?
- No.
- ¿Puede permanecer en el teléfono?
- No. Nos vemos luego. Gracias.
El operador quiso cerciorarse de la veracidad de la llamada, por lo que revisó el historial policial de la dirección de la mujer y descubrió que ya contaba con varios casos de violencia doméstica.
Los agentes se encontraron a la mujer herida y detuvieron al hombre que se hallaba en estado de embriaguez. «Comprendí que ella había sido muy lista al emplear aquel truco. Definitivamente una de las llamadas más memorables que yo haya recibido», explica el operador.
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