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C. GIMENO
TAVERNES.
Miércoles, 20 de septiembre 2017, 00:06
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El pasado temporal ha dejado ver lo que pasará en la costa de Tavernes de la Valldigna este invierno. Nada más pasar página al verano, con la primera tormenta, buena parte del arenal de la zona de la Goleta de la costa vallera ha sido engullida por el mar.
El mar ha ganado unos tres metros a la arena y cada vez la zona en la que rompen las olas está más cerca del cordón dunar. Pese a que el pasado invierno se hizo una gran aportación, ahora sólo hay escasos diez metros de arena en algunos tramos de la Goleta.
Es de esperar que durante los próximos temporales el mar engulla toda la arena depositada hace unos meses y vuelva a amenazar con invadir el casco urbano costero y hacer desaparecer el arenal de la playa de la Vall.
Ayer el mar estaba tranquilo, nada que ver con el oleaje del fin de semana. La mar estaba alta y las corrientes hicieron que el agua ganara terreno a la arena. El problema de la erosión de la playa de Tavernes y la Goleta se ha vuelto a hacer patente nada más acabar el verano y llegar el primer temporal.
Año tras año se repiten deposiciones en la costa vallera. Alivian la situación y salvan la temporada estival, pero estas actuaciones no hacen más que poner un parche a un problema crónico que requiere una actuación definitiva de inmediato. De lo contrario cada año se invierte una gran cantidad de dinero en una actuación provisional que dura unos pocos meses.
El ministerio realizó en 2016 una inversión de 800.000 euros en la Goleta reponiendo arena. El pasado invierno se realizó una nueva reposición después que el mar engullera totalmente la costa vallera. Ahora ya se vislumbra que en los próximos meses sucederá más de lo mismo y el problema acuciante de la erosión volverá a ser patente en Tavernes.
La situación de la costa vallera fue especialmente crítica el pasado invierno. La Goleta desapareció literalmente. Las olas invadieron las calles de esta zona y el oleaje golpeaba directamente en los muros de las edificaciones construidas en primera línea.
Durante todo el verano la costa de la Vall ha sufrido un importante desnivel. En algunos puntos se formaron escalones de más de un metro entre la orilla y la arena. Las playas accesibles eran espacios especialmente afectados por esa acción del mar que fue ganando terreno.
El pasado temporal llegó a afectar a la pasarela de la zona sur de la costa. Fueron los propios vecinos quienes alertaron de que el mar había arrastrado algunos tramos de la pasarela peatonal situada en el escaso arenal de la playa vallera.
Para los próximos meses faltará ver si la administración aprobará una nueva aportación para paliar el efecto de los temporales del invierno o si por fin se anunciará una gran reposición que acabe con los problemas de la falta de arenal que tanto denuncian los vecinos de este municipio.
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