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Acceso al Hospital Romero, de principios del siglo XX. lp
Benifairó saca brillo a su joya ecléctica

Benifairó saca brillo a su joya ecléctica

El gobierno rehabilita con 54.000 euros el antiguo Hospital Romero, claro ejemplo de la arquitectura de principios del siglo XX

Ó. DE LA DUEÑA

BENIFAIRÓ.

Sábado, 18 de noviembre 2017, 01:08

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El Hospital Romero, una de las joyas del patrimonio de Benifairó, mantendrá su esplendor durante muchas décadas. Este edificio de estilo ecléctico fue construido hace casi 120 años. El gobierno ha decidido someterlo a un lavado de cara para que reluzcan los detalles que lo convierten en uno de los referentes de esta tipología constructiva de finales del siglo XIX y principios del XX, en la Safor.

Destaca por reunir rasgos de estilos más antiguos para cumplir una función civil en la época en la que fue levantado, siempre con estilo sobrio y severo. Este edificio, que hoy alberga la escoleta municipal, fue durante 70 años el hospital municipal. Su origen se remonta a principios del pasado siglo, cuando la familia de Ricardo Romero donó su fortuna a Benifairó, como relató ayer el alcalde, Josep Antoni Alberola.

Herencia de los Romero

El matrimonio, con residencia en Valencia, pasaba largas temporadas en Benifairó, y al no tener descendencia dejó su patrimonio en la localidad que escogía para descansar. El dinero se destinó, por deseo de la familia, a crear una fundación que gestionara un hospital que llevara su nombre.

Así fue durante 70 años: «Los enfermos de Benifairó ingresaban en el hospital cuando necesitaban cuidados especiales y un grupo de monjas les atendían». El recinto funcionó hasta 1970, «momento en el que se acabó el dinero».

El ejecutivo actual va a destinar 54.000 euros de una ayuda de la Diputación de Valencia a mejorar este histórico edificio. «Es robusto y muy bien hecho, no tiene ni una sola gotera. Sólo es necesario mejorar una cornisa de madera, renovar parte de la fachada y crear una rampa para hacerlo accesible», agregó.

Esto se debe, precisamente, a que sigue las pautas del movimiento ecléctico y, por tanto, es un claro ejemplo de las construcciones públicas de principios del XX, como indicaron expertos en arquitectura y diseño urbano: «Es ecléctico, de un clasicismo severo». Esta tipología debe su nombre a que a la hora de diseñar construcciones «toma todo lo que necesita de estilos más antiguos y los emplea para una necesidad concreta».

Elementos constructivos

«Hay una gran base de piedra, cubierta a dos aguas, paredes robustas y arcos en las ventanas», añadieron. En definitiva, es un claro ejemplo de las «obras civiles» de la época. De hecho, hay evidentes paralelismos con las construcciones más ejecutadas en a principios del siglo XX en la Safor, la Ribera o la Marina.

«Este edificio es muy parecido o casi idéntico a las estaciones de Carcaixent, Dénia o Tavernes, entre otras muchas de la Comunitat. Obras funcionales de la época». Cada compañía de ferrocarril que gestionaba una de aquellas líneas tenían a sus propios arquitectos e ingenieros, pero todos confluían en el «eclecticismo».

Esta inmueble se suma a la oferta patrimonial de Benifairó, que no es minúscula. La localidad cuenta entre sus monumentos con el Castillo de Mariñén, donde se han hallado restos de la Edad de Bronce y se conserva la Torre del Homenaje, las ermitas de Sant Miquel y Sant Roc o la iglesia de San Juan Evangelista.

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