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C. GIMENO
Lunes, 20 de febrero 2017, 23:24
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Simat de la Valldigna expuso su nuevo Plan General Estructural (PGE) ante la ciudadanía y con la presencia del director general de ordenación del territorio, Josep Lluís Ferrando; el alcade simatero, Víctor Mansanet; y el concejal de Urbanismo, Vicent Riera. En el documento destaca la protección del entorno del Monasterio de Santa María y la rebaja de la presión industrial.
Además el PGE de Simat presenta importantes novedades respecto al plan que estaba vigente. En 2009 se iniciaron los trámites que han servido para gestar el PGE, que se ha basado en un estudio realizado por la Universitat Politècnica de València.
El primer edil de Simat destacó que el plan ha sido aprobado por unanimidad por parte de todos los grupos políticos: «Hemos seguido las pautas del informe de la universidad y de las conclusiones de la Agenda 21».
Entre las novedades destaca que la reducción del espacio dedicado a polígono industrial, que se queda en 82.000 metros cuadrados frente a los más de 300.000 que había marcados. También se descartan las macro urbanizaciones y los campos de golf. «Apostamos por un crecimiento endógeno, es decir, una expansión real con zonas urbanizables más pequeñas y realistas y defendemos la recuperación de casas en el casco urbano del municipio», comentó Mansanet.
El nuevo planeamiento elimina la zona urbana de la calle Els Brolls, declarada de alta inundabilidad por parte de la conselleria, mientras que prevé actuaciones en la zona del polideportivo, así como en la entrada de la población.
Turismo y patrimonio
El turismo es otra prioridad para el PGE, dado que en este plan se marcan dos zonas turísticas. Una afectaría al entorno del Monasterio de Santa María de Valldigna; y otra al casco urbano. La Ruta de l'Aigua y la vertebración del río Vaca en la localidad son otros dos aspectos contemplados en el PGE simatero.
El nuevo desarrollo urbanístico protege de forma más extensa el monasterio, con un espacio protegido que va des del cenobio hasta la Xara, pasando por la Fontarda y Els Clots. De este modo, el entorno monacal quedará libre de cualquier actuación urbanística que pudiera modificarlo o afectar a estas zonas que destacan por su importancia patrimonial y medioambiental.
El PGE está en fase de alegaciones hasta el 10 de marzo. A partir de esa fecha, el consistorio deberá responder a las alegaciones que se puedan presentar, y de ahí ya deberá ser la conselleria la que apruebe el nuevo ordenamiento del territorio en Simat.
El nuevo ordenamiento dejará sin afección planteamientos urbanísticos que contemplen grandes urbanizaciones o incrementos notorios de las zonas dedicadas a polígonos industriales.
Se han marcado pequeñas zonas en las que se permite urbanizar, como es el caso que afecta al área de influencia del polideportivo o la zona escolar, que permitirá mejorar la entrada a Simat y mejorar la ronda de la población.
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