Un refugio de la guerra junto al Serpis

Durante la guerra civil, la capital de la Safor fue bombardeada por el aire. Los ataques, que se produjeron entre el 26 de febrero de 1937 y el 28 de marzo de 1939 dejaron una treintena de muertos y un centenar de heridos. Cayeron misiles en el centro histórico, en el puerto y en puntos estratégicos como la estación de ferrocarril.

Pese a que el lanzamiento de proyectiles comenzó antes, no fue hasta 1938 cuando la población se puso en alerta y presos del bando nacional organizados por brigadas comenzaron a construir refugios antiaéreos por toda la ciudad para protegerse.

El subsuelo de Gandia cuenta con alrededor 40 pasadizos que en algunos casos se conectan entre sí. Uno de ellos ha salido a la luz en los últimos días con motivo de unas actuaciones urbanísticas realizadas para adecuar nuevas dependencias municipales en el sótano del antiguo mercado. Esta galería ya estaba documentada con el nombre de La Peixateria. Justo en este lugar, junto al río Serpis, había en 1935 una pescadería y una plaza denominada 'Fonteta de Sant Francesc'.

Galería reutilizada en los 60

Tras la contienda, el refugio quedó abandonado y hacia los años 60 se acondicionó en sus primeros tramos para ser reutilizado por Elies Frasquet Gregori como cámara para la maduración de plátanos durante la temporada estival. Todavía perduran los hierros que sujetaban estos frutos. A finales de los años sesenta, se ubicaría el mercado municipal. También se observa en la entrada principal del túnel parte de la antigua muralla medieval de la ciudad. La galería, de carácter colectivo, mide 1,80 de alto por 1,20 de ancho y tiene un recorrido de 261 metros.

En su punto de partida presenta una bifurcación hacia la derecha, que conecta con las Carmelitas. Si se sigue en línea recta, se llega hasta la Colegiata. Los expertos han observado también que hay varios intentos de maniobrar hacia derecha o izquierda a lo largo del pasillo.

El Centre Excursionista de Gandia habla de todo ello en el trabajode investigación que realizó en 1991 a instancias del Ayuntamiento de Gandia bajo el título 'Els túnels del subsol de Gandia'. En él se realiza un repaso por todos estos recónditos lugares de la localidad. Este estudio constata más de un kilómetro de túneles por todo el subsuelo.

El concejal de Gestión Responsable del Territorio de Gandia, Xavier Ródenas; el portavoz del gobierno municipal José Manuel Prieto; el archivero, Jesús E. Alonso; y varios técnicos realizaron ayer una visita al refugio. Curiosamente, la misma semana del redescubrimiento de la galería, un pequeño agujero sobre el pavimento de la plaça de la Vila, detrás del edificio consistorial, ha dejado a la vista también parte del pasadizo.

Centro de Interpretación

Ródenas anunció que la intención del ejecutivo es conservar estos vestigios del pasado y configurar en torno a ellos un Centro de Interpretación para dar a conocer el patrimonio histórico de la ciudad y que se puedan visitar. De hecho, el refugio de la plaza del Prado desde hace años está abierto al público.

De igual manera, el regidor quiere crear otros espacios de interpretación sobre las murallas de la ciudad, el depósito de aguas de Beniopa, la llegada del agua potable a Gandia o de la luz en el edificio de Peones Camineros. Según el edil de Més Gandia, abrir estos espacios a la ciudadanía «no tiene un coste muy elevado», si bien remarcó que la «difícil situación económica» que atraviesa el Ayuntamiento «podría retrasar» su apertura.