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Jorge Fernández, un guapo de importación

Jorge Fernández, un guapo de importación

Unos defienden que es vasco, otros lo hacen madrileño, pero en su DNI reza que nació en Alicante. «Vi sol, playita y chicas guapas y dije: ‘Aquí salgo yo’», resume él. La televisión ha hecho de este polifacético Míster España uno de nuestros rostros cotidianos y la longevidad laboral se ha convertido en su gran aval

Ramón Palomar

Martes, 28 de febrero 2017, 20:58

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Don Luis Escobar, aquel aristócrata de vasta cultura y prominente mandíbula que interpretó a un marqués berlanguiano en la saga de La escopeta nacional, demarraba su autobiografía reflexionando acerca de la belleza, en concreto de los beneficios de la belleza. Los guapos partían con ventaja desde la casilla de salida para enfrentarse a los rigores de la vida, afirmaba el marqués, que en su condición de feúcho recalcitrante bien conocía el paño. A los guapos se les facilita la existencia porque a todos nos encanta caminar al lado de los mozos o las mozas de indudable apostura. Los feos, en cambio, se lo tienen que trabajar a base de pico, pala e indudable labia. Creo que el difunto Luis tenía razón, aunque también es verdad que los mortales vulgares, espoleados por los dardos de las envidias, estimamos justicieros que los cuerpos gloriosos de semblantes serenos se ven en la obligación de simular cierta modestia para que no los odiemos sin ninguna piedad. Una guapa o un guapo que encima gustan de mostrarse repelentes y ñoños resultan absolutamente insoportables. Que los aguante su padre.

Jorge Fernández es uno de nuestros guapos oficiales y su longevidad laboral prueba que, además, no estamos ante un tipo nada tonto, pues en los ambientes de la farándula catódica los bobos, los arrogantes y los insensatos duran menos que ese famoso caramelo en la puerta de un colegio. Si buceamos en la biografía de Jorge descubrimos que se trata de otro paisano triunfador. Aunque en este terreno de la patria chica pueden surgir ciertas discrepancias... Algunos opinan que es vasco (de Mondragón). Otros, que si es madrileño, pues lleva años afincado ahí por motivos de trabajo. Pero yo prefiero guiarme por lo que reza en su DNI, y en esa papela oficial averiguamos que Jorge nació un mes de agosto de 1972 en... ¡Alicante! Vale que nació aquí un poco por accidente, pues su madre veraneaba al calor de nuestras costas y el bebé se adelantó en la llegada. «Vi un poquito de sol, playita y chicas guapas y dije: Aquí salgo yo», declaraba hace años en una entrevista en Interviú. Sea como fuere, si vino al mundo en la Comunitat le consideramos uno de los nuestros y no se hable más.

Su fama de guapo se forjó cuando venció en un concurso de Mister España. Qué tiempos. Qué escándalos. Todavía recuerdo las polémicas sobre la oportunidad de ese evento. Miss España se consideraba un certamen asumido, ¿pero Mister España? Qué mosqueo, eso parecía asunto de mariconcetes y los verdaderos españoles (los rancios) no toleraban que a los hombres marcando paquete les tratasen como a ganado de feria. Uno no percibe grandes diferencias en estas clases de catapultas para chicos y chicas que usan su geografía a modo de pasaporte para conseguir fama, empleo y dinero. Te puedes buscar las habichuelas con tu talento, tu esfuerzo, tu mente o tu chasis, allá cada cual.

A Jorge el culto al cuerpo siempre le agradó y por eso se licenció en Educación Física (lo que antes se llamaba gimnasia en el cole). Se dejó ver en el baloncesto profesional, se convirtió en modelo y a continuación se coronó Mister España. Aprovechó la llamada de la televisión y se suele dedicar al entretenimiento del sector blanco y familiar. Ha realizado pinitos como actor y se le recuerda por su participación en Los Serrano. Ha picoteado mucho en la tele, siempre en el campo antes mencionado, pero sobre todo se le asocia al programa La ruleta de la suerte. Jorge Fernández es de Alicante y además es el guaperas que enardece a muchas mujeres cuando reparte suerte en plan tahúr aterciopelado. De acuerdo, el programa no es que sea la repera, pero ¿qué le vamos a pedir a un concurso, lecciones de física cuántica? Pues no, esperamos que entretenga, eso para el público que se deja entretener con los concursos, que abunda y además tiene todo nuestro respeto. Por otra parte, soportar la tralla casi diaria de un concurso exige temple, rapidez de reflejos, paciencia y esa simpatía a raudales que no debe ser falsa, pues te pillarían el disimulo y eso sólo te conduciría al fracaso.

Jorge es, en efecto y desde un punto de vista objetivo, guapo. Sus medias le avalan... Mide 1.90, pesa 82 kilos y gasta abdominales de tableta de chocolate. Estas cifras deberían trasladarle a la zona de los mendas asquerosos. Sin embargo, gasta una bonhomia que se aprecia y por eso el resto de varones españoles todavía no le hemos matado con máximo dolor. De ahí que insista: es un tío espabilado y sabe que, de caer en el engolamiento o la soberbia, su carrera se estrellaría. Por si fuera poco ha ganado premios, un Ondas y una Antena de Oro, y no provoca escandaleras de bragueta o borracheras desenfrenadas a lo punkarrón. Acudir al gimnasio para mantener sus abdominales me temo que impide los arrebatos nocturnos, por eso sospecho que se mantendrá firme en su faceta de presentador. Y es de Alicante, no se admiten dudas al respecto. Aquí también contamos con guapos de categoría imperial.

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