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LITERATURA

El sello literario celebra medio siglo con su “trío de ases” dos meses después de ser adquirido por el gigante Penguin Random House

PPLL

Lunes, 12 de mayo 2014, 22:25

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Mario Vargas Llosa, Arturo Pérez-Reverte y Javier Marías son el trío de ases de Alfaguara, el sello literario que celebró este lunes medio siglo de buena literatura con una charla entre los tres grandes narradores en un abarrotado Teatro del Canal. Fue un cumpleaños agridulce, ya que el sello creado por Camilo José Cela hace medio siglo e integrado en el grupo Santillana desde 1980, fue absorbido en marzo por el gigante global Penguin Random House, que lo adquiría por un precio de ganga junto a otras editoriales literarias del grupo vinculado a Prisa.

Es como tener a Dumas, Flaubert y Proust dijo Pilar Reyes, actual editora del sello, al presentar a sus autores, recibidos con un estruendoso aplauso. Los tres repasaron sus orígenes lectores y su andadura hacia la pasión por los libros y la cima de la escritura. Aprender a leer me cambió la vida dijo Vargas Llosa, que dijo tener hoy más vivo el recuerdo de las lecturas de Salgari y la aventuras de Guillermo Brown mejor que mis lecturas adultas. Leer es gran placer y la aventura suprema de mi vida, resumió el Nobel.

Empecé a escribir para leer más aseguró Javier Marías, también furibundo lector de Guillermo Brown y los mosqueteros aventuras que empecé a emular escribiendo yo mismo mas aventuras cuando los leí todos. Yo nunca pretendí ser escritor ante de los treinta años confesó Pérez-Reverte que gracias a mis lecturas pude entender el mundo violento al que me enfrentaba como reportero y ordenas el mundo caótico que cargaba en mi mochila. Aún hoy el narrador y académico se tiene por un escritor accidental.

Javier Marías, que publicó su primera novela con 19 años, lleva cuatro décadas ligado a Alfaguara; tres lleva Mario Vargas Llosa y casi dos Arturo Pérez-Reverte, que se dio a conocer como escritor con 38. Sus títulos se han vendido por millones y han sido el soporte del sello en las últimas décadas. Los tres confesaron que, incluso en la cima de su carreras, les acosa las inseguiridad. "Es mi mayor obstáculo" reconoció Vargas Llosa

Este 50 cumpleaños era el primer gran acto institucional de la firma editorial después de que Penguin Random House lo comprara por 72 millones de euros, junto a la sección editorial literaria del Grupo Prisa, una operación cantada pero que sorprendió por su bajo precio. Santillana vendió Ediciones Generales al gigante integrado en el grupo Bertelsmann y dejó al margen de la operación los sellos educativos, infantiles y juveniles de Santillana que Prisa pretende reforzar.

Historia

Alfaguara, -vocablo árabe que significa la fuente que mana y corre- es la joya literaria del grupo, y el mascarón de proa de los sellos comprados por el líder mundial de la edición. Publica un centenar de títulos al año y tiene sedes en un veintena de países hispanos. En su catálogo figuran premios Nobel y Cervantes como Mario Vargas Llosa o Günter Grass, y la última galardona del más alto reconocimiento literario hispano, Elena Poniatowska. También los desaparecidos José Saramago, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti, o Juan Benet. Están igualmente en su portentoso catálogo Julio Cortázar, Marguerite Yourcenar, Paul Bowles, Salman Rushdie, J. M. Coetzee, Clarice Linspector, Augusto Roa Bastos, Patricia Highsmith, Gay Talese, John Berger, Juan José Millás, Thomas Berhard o Michael Ende, autor de La historia interminable uno de los grande éxitos del sello.

Alfaguara fue fundada en el mes de octubre de 1964 por el constructor español Jesús Huarte, bajo la dirección de Camilo José Cela y sus hermanos Juan Carlos y Jorge Cela Trulock. Instalada en un piso de Cela en la calle Ríos Rosas, el primer título que publicó fue Viaje al Pirineo de Lérida, del futuro Nobel. En 1965 se creaba el premio Alfaguara de novela que ganó Jesús Torbado con Las corrupciones. Manuel Vicent tomaría el relevo con Pascua y naranjas al año siguiente.

Durante más de tres décadas estuvo luego Alfaguara en la esfera del grupo que levantó el ya fallecido Jesús de Polanco. Tuvo al frente a editores como Jaime Salinas, hijo de Pedro Salinas, que tomó las riendas en 1975 y le dio el vuelo perdido. Le sucederían José María Guelbenzu, Luis Suñén, Guillermo Schavelzon, Juan Cruz, Amaya Elezcano y Pilar Reyes. Con el premio homónimo, que se entrega renovado desde 1998, el sello ha marcado la historia editorial hispana del último medio siglo y fue la cabeza de puente de su expansión en América. Es uno de los más difundidos en el ámbito hispano y las novelas premiadas se publican en todos los países donde Alfaguara tiene sede, con más de 400 millones de lectores potenciales.

La fuerte implantación en Hispanoamérica de Alfaguara será clave para la expansión en Iberoamérica del gigante anglosajón que ahora la comanda y un complemento perfecto para su amplio catálogo, que solo cojeaba en literatura hispana. En el grupo Santillana, lastrado por graves dificultades económicas en los últimos años, figuran otros sellos literarios, de pensamiento, divulgación y de libros de bolsillo como, Taurus, Aguilar, Suma de Letras, Punto de Lectura, Altea, Fontanar y Objetiva.

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