Borrar
Urgente Supermercados abiertos este Viernes Santo en Valencia: Horarios especiales
Imagen de la vista oral antes de la suspensión en febrero. / IDEAL
Granada

El supuesto agresor tenía una orden de alejamiento y la pulsera de control que portaba demostró que no se encontraba en el lugar de los hechos

PPLL

Miércoles, 16 de abril 2014, 19:47

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Una pulsera anti maltrato ha servido en esta ocasión para proteger al supuesto maltratador de su víctima, convertida ahora en verdugo. El Juzgado de lo Penal número 3 de Granada ha condenado a una mujer a una multa de 2.880 euros como autora de un delito de acusación o denuncia falsa. Además, deberá indemnizar con 4.000 euros al denunciado en falso porque esa imputación «ha implicado una evidente repercusión en cuanto a la estima, honor, reputación e intranquilidad de S. P», según se recoge en la sentencia, a la que ha tenido acceso IDEAL.

O. S., de 36 años, aseguró que había sido atacada por su expareja en la plaza Menorca de la capital cuando el supuesto maltratador se encontraba en su domicilio, cercano a Plaza Nueva.

La coartada del denunciado, que pasó cinco días privado de libertad por estos hechos, era inatacable. Cuando sucedió el ataque portaba una pulsera anti maltrato que acreditó su posición exacta con un margen de error de «cuatro o cinco metros».

Los hechos ocurrieron el 31 de agosto de 2012 cuando O. S. formuló una denuncia en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía contra S. P., en la que aseguró que, ese mismo día, el hombre la había golpeado y había intentado agredirla sexualmente separándole bruscamente las piernas y causándole lesiones en diversas partes del cuerpo. Además, la había amenazado con matarla «por el juicio», para huir después al empezar la mujer a gritar.

La acusada se ratificó en su denuncia y el Juzgado de Instrucción número 2 decretó el inmediato ingreso en prisión comunicada y sin fianza de S. P. Se da la circunstancia de que ambos habían mantenido una relación en los meses anteriores y ella había interpuesto una denuncia por malos tratos físicos y psíquicos, denuncia que generó una orden de alejamiento de 500 metros, garantizada por una pulsera telemática que portaba el citado S. P.

Aquella denuncia dio lugar a unas diligencias previas y a un juicio solventado con sentencia absolutoria para el hombre, que volvió a ganar el pleito en segunda instancia.

Desprecio a la verdad

La denuncia falsa tuvo lugar mientras se sustanciaba el primer procedimiento y la acusación particular, ejercida por el letrado Félix Ángel Martín García, entendió que O. S. presentó la denuncia «con conocimiento de su falsedad y con temerario desprecio hacia la verdad».

El hombre pasó cinco días privado de libertad, el tiempo que tardó el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer en recibir un informe del centro Cometa que acreditó la situación exacta del presunto agresor, alejado en varios kilómetros del lugar donde supuestamente fue atacada la mujer.

La vista por estos hechos se fijó inicialmente para el 6 de febrero pero la necesidad de un intérprete de ruso obligó a aplazarla hasta el 28 de marzo. Finalmente, la acusado no acudió al segundo señalamiento, pese a estar citada con todas las garantías. El titular del Juzgado de lo Penal número 3 indica en su sentencia que en todas las declaraciones prestadas por el acusado, manifestó que se encontraba en su domicilio «y dicha declaración se ha visto plenamente confirmada por el informe emitido por el centro Cometa».

La autora del informe declaró en el juicio y ratificó que, entre las doce y las dos del 31 de agosto de 2012, «consta como posición única, mantenida durante todo ese intervalo», la del domicilio de S. P. También indicó que si se intentaba manipular el dispositivo «llegaría una señal de rotura o manipulación y no hubo tal señal».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios