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El TSJ rechaza que la mano derecha de Blasco pueda ir a prisión sólo a dormir

El alto tribunal recuerda a Tina Sanjuán que una de las finalidades de la cárcel también es arrepentirse de los delitos cometidos

A. RALLO

VALENCIA.

Sábado, 18 de noviembre 2017, 01:06

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El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) rechazó ayer la concesión del tercer grado penitenciario a Tina Sanjuán, la mano derecha de Rafael Blasco a lo largo de su etapa en la Generalitat. La mujer, condenada a seis años por su activo papel en la trama, solicitaba su progresión a un régimen de semilibertad para acudir a la penitenciaría únicamente a pernoctar. El alto tribunal le ha cerrado esta posibilidad. En un auto difundido ayer por el TSJ, los magistrados admiten que es cierto que la interna cuenta con un apoyo familiar y con una adecuada educación y formación. Pero esas mismas circunstancias favorables ya las tenía en el momento en el que delinquió, precisan.

Pero, además, el tribunal apunta otros dos factores en detrimento de la petición de Sanjuán. No todo se resume a la función de reinserción social y reeducación que, según el escrito de Sanjuán, habría cumplido ya con creces. Por un lado, el auto recoge que en supuestos como el actual, con unos delitos de enorme gravedad, hay que tener en cuenta la labor de prevención general. Es decir, reducir la posibilidad de que otros, en la misma situación que en su día disfrutó la interna, puedan adentrarse en el mundo delictivo. Así, desde este punto de vista subrayan que en un asunto con tanta repercusión como este las penas no pueden ser apreciadas por la sociedad como algo meramente testimonial al ser una persona con una categoría especial.

LAS CLAVES

  • uA favor Arraigo social, educación y formación y que no ocupará puestos en la Administración. El tribunal le reprocha que eso ya lo tenía antes de delinquir.

  • uFormación moral No se ha arrepentido de sus actos.

  • uPena No puede ser testimonial.

Todavía añade otro componente más para sustentar el rechazo de la petición. La cárcel -prosigue la resolución- también persigue una formación, «llamémosle moral», que haga que el individuo rechace sus actos anteriores. Es decir, que pueda mostrarse arrepentida de sus acciones. «Sólo una vez asumida su propia responsabilidad y en definitiva el delito será lo único que permitirá afirmar que cuando se coloque en una posición de confianza análoga a la que disfrutaba en cualquier ámbito, tanto público como privado, no va a incurrir en conductas similares». Y esto último, según el contenido de los informes de la propia Junta de Tratamiento de la prisión, no parece que lo haya superado.

Sanjuán es una de las presas que peor ha llevado su estancia en la penitenciaría. Hubo un momento, incluso, en que parecía que estaba dispuesta a confesar su participación en los delitos a cambio de una reducción de la petición de pena por las piezas pendientes. De hecho, solicitó declarar y fue trasladado desde la cárcel a la Ciudad de la Justicia. Una vez en la sala, pidió perdón a la sociedad valenciana, pero sin concretar por qué debía disculparse y sin añadir más explicaciones a su comparecencia. Blasco ya conoce cuál es la postura del TSJ a la hora de otorgar los regímenes semilibertad. Ese podría ser su próximo paso tras disfrutar ya de permisos.

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