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J. MOLANO
Valencia
Viernes, 4 de agosto 2017, 19:22
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Durante este periodo estival, en el PSPV reinará la calma. Es lo que se espera después de la intensa pugna -también exprés- entre Ximo Puig y Rafa García por hacerse con la dirección autonómica de la formación, que finalmente ganó el primero. Esa paz durará al menos hasta que comiencen los movimientos para escoger a los secretarios generales provinciales. Las noticias en ese sentido llegarán en octubre o noviembre en Valencia y Alicante, con la excepción de Castellón, donde ya se da prácticamente por sentado que José Benlloch, primer edil de Vila-real, optará al cargo sin resistencia.
En lo que respecta al liderazgo socialista en la provincia de Valencia, ayer el propio Rafa García despejaba algunas dudas y descartaba convertirse en aspirante al ser preguntado por este periódico. De su negativa se desprende que no ve con buenos ojos enfrascarse en una nueva candidatura, ya que, en el caso de darse, dos derrotas consecutiva supondrían un golpe demasiado duro de encajar. Es por ello que, salvo petición expresa de los 'sanchistas' «por ausencia de otro postulante de garantías», prefiere erigirse en «referente autonómico para defender su modelo de partido», como señalaron desde el entorno del alcalde de Burjassot.
García, según las mismas fuentes, respaldará ahora en las tres provincias las candidaturas que representen el proyecto que él defendió frente a Puig, el de un PSPV «más participativo y de la militancia». También trabajará desde los diferentes órganos de la formación «para que lo aprobado en el congreso autonómico en esa línea de apertura y participación se cumpla», porque «gran parte de los avances logrados han sido gracias a las enmiendas a la ponencia marco» que presentó el equipo de García.
La corriente 'sanchista' entre los socialistas valencianos es reticente a desvelar los posibles candidatos a liderar la formación en Valencia por temor a que estos puedan sufrir un cierto desgaste. Sin embargo, a pesar de ello y de que el proceso está en punto muerto hasta que finalice el presente mes de agosto -es inhábil-, lo cierto es que ya existen tres nombres que suenan con más fuerza que otros para encabezar su candidatura: Mercedes Caballero, diputada autonómica; Míchel Montaner, exalcalde de Xirivella, y Pilar Sarrión, alcaldesa de Anna. Tanto Caballero como Sarrión ostentan cargos de responsabilidad en el nuevo Comité Federal del PSOE y responden al perfil de solvencia que buscan los 'sanchistas'. Ambas se implicaron tanto en el proceso federal como en el autonómico con el 'sanchismo'.
Los tres son afines al todavía secretario general socialista en la provincia de Valencia y número tres del PSOE, José Luis Ábalos, y todos ellos sostienen que su principal obligación dentro del partido es defender la voluntad del 42% de militantes del PSPV que apostó por el alcalde de Burjassot frente al jefe del Consell en el anterior proceso de primarias. «La gente sigue pidiendo otra forma de hacer partido, de hacer política», señalan desde el equipo de García. Quienes también señalan que en el ámbito provincial, es el sector oficialista quien pretende «plantar batalla» y no al revés, como se dijo de ellos en las primarias autonómicas y también critican que el proceso provincial de Castellón se vaya a desarrollar al mismo tiempo que el Debate Política General, que los oficialistas tomaron como excusa para adelantar y organizar a marchas forzadas el pulso Puig-García.
Por su parte, en el bando del jefe del Consell, como publicó este diario en su edición de ayer, los focos están situados en el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez. El recién elegido portavoz de la nueva dirección autonómica socialista ha salido del cónclave de Elche con una posición de mucha menos fuerza de la que seguramente él mismo se esperaba después de ejercer de coordinador de la campaña de Puig en las primarias.
Con un vicesecretario general, Manuel Mata, portavoz en Les Corts y con acceso directo a los medios de comunicación, la portavocía de Rodríguez queda más que difuminada. Su reelección como presidente de la Diputación podría estar en manos del secretario general provincial. Para Rodríguez, aspirar a la provincia le convertiría automáticamente en el principal candidato -ocupa el puesto institucional idóneo y dispone de recursos-, aunque también supondría admitir su condición de derrotado en el congreso de este pasado fin de semana. La presidencia provincial es incompatible con un cargo en la ejecutiva nacional. A expensas de Rodríguez, los afines a Puig que podrían aspirar al provincial son Carlos Fernández Bielsa y Diana Morant. El alcalde de Mislata sí ha salido reforzado del cónclave de Elche y no tiene prisas. La ausencia de la alcaldesa de Gandia en la ejecutiva de Puig dispara los rumores.
En Alicante, los 'sanchistas' cuentan con suficiente peso para plantear batalla. Si logran un acuerdo con el sector de Juana Serna, la presidenta del PSPV, la mayoría estaría muy decidida y en ese caso es probable que no hubiera choque. Si no hay pacto, habrá contienda.
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