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BURGUERA
Jueves, 14 de diciembre 2017, 00:40
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valencia. La política pura y dura se impuso ayer en la comisión de Les Corts donde se debaten las enmiendas a los presupuestos. El principal perdedor de esa negociación entre partidos es García Reche. El responsable de la Agencia Valenciana de la Innovación(AVI) ha comprobado los pocos afectos que genera un proyecto que, entre lo negociado por el PSPV con Podemos y la maniobra de los populares aceptando varias enmiendas podemistas, ha visto recortado su presupuesto inicialmente previsto en cerca de cuatro millones.
Pasa de 28 millones a poco más de 24. El recorte es del 13,5% de las partidas. No repercutirá en la contratación e personal, sino en los proyectos de la agencia, demasiado abstractos, lo que ha desconectado al propio tripartito, según fuentes vinculadas al socialismos alicantino. Las mismas fuentes señalan, además, que AVI no ha sabido «venderse» entre el empresariado alicantino, que se siente muy afrentado al comprobar cómo los hechos desmienten a las palabras.
Desde la Generalitat se anuncia, con un empeño tan considerable como desatinado, que la AVI tiene su sede en Alicante. Sin embargo, Andrés García Reche no ha demostrado el mayor interés por desarrollar su actividad en tierras del sur. De hecho, se han convocado plazas para 17 puestos en Valencia y sólo cuatro en Alicante, un síntoma de dónde se tomarán las decisiones. Compromís también observa con mucho escepticismo la puesta en marcha de la agencia por tratarse de un elemento competidor con la Conselleria de Economía y las entidades dependientes del departamento que dirigen Rafael Climent.
Si a eso se suma el escaso entusiamo que ha trasladado la Universidad de Alicante, una de las entidades que debería colaborar estrechamente con una oficina que supuestamente tiene su sede en tierras alicantinas, se entiende la situación de desamparo de la AVI. La agencia, falta de amistades tanto en el ámbito social como político, ve recortado su presupuesto de manera notable, lo que provocó que desd el PP, el diputado Rubén Ibáñez considerase ayer que las enmiendas dejan la AVI «para nada más que pagar nóminas, sin otra cosa que poder hacer».
En el capítulo de los ganadores se sitúan los podemistas, muy descontentos con las políticas medioambientales por considerarlas insuficientes y alérgicas a las propuestas de Podemos. Una enmienda del partido morado al proyecto de presupuestos de la Generalitat se aprobó ayer para poner en marcha la creación de una Agencia Valenciana de Cambio Climático. Este nuevo ente no estará bajo la tutela de la Conselleria de Medio Ambiente. Su responsable, Elena Cebrián, no goza de la confianza de Podemos, y su secretario autonómico, Julià Álvaro, tambpoco, según fuentes del partido morado, que señalan que el número dos de la conselleria podría verse beneficiado con la creación de la agencia, encargada de coordinar departamentos transversales de la Generalitat para agilizar la tramitación y las iniciativas sobre esta cuestión.
La agencia contra el cambio climático dependerá de Presidencia, al margen de Cebrián. Como Álvaro apenas dispone de nadie en la conselleria para desarrollar políticas en este ámbito, el nuevo ente podría servirle de muleta al margen de la titular de Medio Ambiente, que fue elegida por Compromís, si bien ahora parece más en consonancia con el PSPV.
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