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La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, en Les Corts. irene marsilla
Nuevas renuncias en Justicia ponen en cuestión la gestión de Bravo en la conselleria

Nuevas renuncias en Justicia ponen en cuestión la gestión de Bravo en la conselleria

Dos cargos comunican su intención de abandonar sus puestos y se suman a la salida de una directora general y al relevo del subsecretario en marzo

F. M.

Miércoles, 13 de diciembre 2017, 00:41

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valencia. El subdirector general de Modernización de la Justicia, Francisco Cabo, comunicó ayer por la mañana-a través de un correo electrónico- su renuncia al cargo que venía ocupando hasta la fecha en esta conselleria después de haber solicitado el reingreso en su plaza de letrado en la administración de Justicia. Cabo alegó motivos personales -así se confirmó desde el entorno de la consellera de Justicia, Gabriela Bravo-, para justificar su marcha. Junto a Cabo, el hasta ahora jefe de servicio de gestión de unidades y planificación de la Oficina Judicial, José Juan Tomás, también deja su puesto en la conselleria de Justicia.

Los dos abandonos, unidos a los cambios que se produjeron en el mismo departamento el pasado mes de marzo -con la marcha de la entonces directora general de Justicia y la destitución del subsecretario de la conselleria- vuelven a poner el foco sobre la gestión de Bravo en este departamento. Salidas y cambios que fuentes de esa conselleria vincularon ayer a la creciente influencia del director general de Reformas Democráticas y Acceso a la Justicia, José García Añón.

Los relevos en la dirección general de Justicia -en marzo abandonó Mª Angels García Vidal y tanto Cabo como Tomás dependían orgánicamente de ese puesto- podrían tener su justificación en la reorganización que Bravo impuso en su departamento. El pasado mes de julio, la titular de Justicia aprobó, entre otros asuntos, la nueva redacción del Reglamento Orgánico y Funcional (ROF) de la conselleria. El ROF es el documento que fija la exacta distribución de competencias de cada conselleria, así como su reparto entre los distintos departamentos. El nuevo documento reforzaba el área de Reformas Democráticas, que ya dirigía García Añón, verdadero número dos de la conselleria de Justicia.

Bravo vació en verano la Dirección General de Justicia en beneficio del área de su número dos

La dirección general de Reformas Democráticas pasó a denominarse «de Reformas Democráticas y Acceso a la Justicia». Y a ella se adscribieron la red de Oficinas de la Generalitat de Asistencia a las Víctimas del Delito, creada en noviembre de 2016, y el nuevo modelo de asistencia jurídica gratuita, de febrero de 2017. García Vidal había sido una de las máximas impulsoras de iniciativas relacionadas con la asistencia jurídica gratuita y la atención a las víctimas del delito. Algunas fuentes destacaron entonces que su marcha se habría producido precisamente al constatar que, pese a ser materia impulsada en primera persona por ella misma desde la dirección general de Justicia, la consellera habría insistido en que con la reordenación competencial en el departamento, ambas pasaran a depender de García Añón. Los puestos de Cabo y Tomás, la subdirección general de Modernización de la Justicia y el servicio de implantación de la Oficina Judicial, estaban directamente relacionados con esas competencias que, desde el pasado verano, desaparecieron de la dirección general de Justicia -cuando todo el trabajo administrativo previo ya estaba culminado- y aterrizaron en la de García Añón. Algunas fuentes vincularon ayer su salida con el vaciamiento de este departamento.

El protagonismo de García Añón en la conselleria de Justicia no ha pasado inadvertido tampoco para Compromís. Bravo le situó como director general tras rechazar los dos primeros nombres que se le pusieron sobre la mesa. Su vinculación con el Institut Universitari de Drets Humans de la Universitat de València que dirige el Catedrático de Filosofía del Derecho y Filosofía Política Francisco Javier de Lucas ha sido observada con recelo.

A Bravo se le ha venido achacando su excesiva querencia por los cargos provenientes del entorno universitario y cierto desprecio hacia los responsables de más perfil político.

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