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Un estand de Ciudadanos en Santa Coloma del Gramanet. v. gimenez
«El miedo de la Cataluña silenciosa ha terminado»

«El miedo de la Cataluña silenciosa ha terminado»

Los simpatizantes de Ciudadanos viven en un estado de euforia convencidos de que ha llegado la hora del «cambio»

DAVID GUADILLA

BARCELONA.

Domingo, 17 de diciembre 2017, 00:25

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Si alguien no tiene muy claro lo que significan la euforia y el optimismo se puede pasar por un acto de Ciudadanos en Cataluña y se lo explican. Las encuestas sitúan a la formación naranja tocando las puertas del cielo y algunos de sus militantes caminan ya por las nubes convencidos de que están a punto de vivir un momento histórico. Como Fran. «Es que está siendo una pasada. La acogida es impresionante. A Puigdemont hay que reconocerle que ha hecho una cosa bien. Ha logrado despertarnos. El miedo de la Cataluña silenciosa se ha acabado», zanja de forma concluyente en un encuentro que el partido de Inés Arrimadas celebra en el centro de Barcelona.

A Ciudadanos parece que nada le puede parar. Al menos en Cataluña. La formación que nació para denunciar la política de inmersión lingüística y que copó titulares con un cartel de un desnudo Albert Rivera tiene opciones reales de ganar las elecciones autonómicas del 21 de diciembre. Cómo se convierte un partido residual en alternativa de gobierno depende de muchos factores, pero sin duda uno es la organización. Ciudadanos funciona como una máquina perfectamente engrasada. Todo está controlado. Sus cargos, ya sean públicos o internos, deben pedir autorización para hablar, al menos en campaña. Da igual que sea un diputado que un concejal de un pueblo diminuto. Así que la voz de Ciudadanos es la de sus militantes. Personas que sueñan con un cambio radical en Cataluña. Como Antonio López, que reparte propaganda por Tarragona y apoya en todo lo que puede para que este sueño se haga realidad. «Hay mucha tensión. Estamos divididos. La verdad es que veo el futuro muy complicado». Por eso desea un Gobierno «firme», que haga frente al desafío soberanista y ayude a que «España siga unida».

Ciudadanos ha sabido atraer a un perfil de votante muy concreto. Al que ya no aguantaba más una Cataluña gobernada por los nacionalistas. Y a partir de ahí, las procedencias son diversas: desencantados con el PSC, con el PP, catalanes que nunca se habían planteado ir a votar... Antonio, por ejemplo, procede de las filas populares. «Pero nunca estuve afiliado, ¡eh!», puntualiza mientras reparte banderas de España -«hay que defenderla»-. El giro se produjo porque, básicamente, Mariano Rajoy y Xabier García Albiol le parecen demasiado blandos. «Ciudadanos tiene un mayor empuje. El Gobierno tuvo miedo a aplicar el 155 y era lo que había que haber hecho desde el principio».

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