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En la Fonteta. Juan Francisco García visitó la Fonteta en dos ocasiones en las últimas semanas. j. bermejo
Juan Francisco García: el gran fontanero de presidencia

Juan Francisco García: el gran fontanero de presidencia

El expresidente trató de situarlo al frente de Aguas de Valencia en 2002, lo que provocó una importante crisis en la corporación | Jefe de gabinete de Zaplana y hombre de confianza en operaciones empresariales

BURGUERA* dburguera@lasprovincias.es

Miércoles, 23 de mayo 2018, 00:38

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Todo lado luminoso tiene su zona oscura. Si Eduardo Zaplana daba la cara, Juan Francisco García le guardaba las espaldas. Así fue durante el periodo en que Zaplana fue jfe del Consell, a partir de 1995. Un tándem fuerte, mano de hierro en guante de seda. Los que entonces trabajaron en la Generalitat durante los primeros años del PP al frente de la Administración autonómica tienen claro que García era el fontanero de Presidencia. Para negociar Terra Mítica o cualquier otra cosa, allí estaba el abogado madrileño. Zaplana es hombre conocido por su buena relación con lo que le han sido fieles colaboradores. En el caso de García, ese vínculo fue muy estrecho. La detención de García se produjo en Barcelona. Iba camino de presidir la ACB, el baloncesto español, al que ha estado ligado desde pequeño. Nacido en Madrid en 1957, fue alumno del Ramiro de Maeztu entre los 5 y los 16 años, el colegio que acoge al Estudiantes, equipo que presidió respaldado por la empresa de trabajo temporal suiza Adecco (patrocinadora del club y con la que Zaplana mantuvo relación como ministro de Trabajo). Antes de eso, García fue un personaje clave en una crisis que zarandeó los principales despachos financieros de la Comunitat.

El origen de la crisis de Aguas de Valencia, en 2002, se atribuyó el despido de Aurelio Hernández, antiguo consejero delegado. Había entonces intención de que el naviero Fernández Tapias tuviera un puesto en el consejo de Aguas y, sobre todo, que accediera también a la empresa el exasesor de Zaplana. El pulso fue intenso. Finalmente, García quedó fuera, pero los teléfonos que entonces se descolgaban para presionar para su fichaje eran los más potentes de la Comunitat y algunos que mantenían hilo directo con importantes personajes financieros de Madrid y de las multinacionales que ambicionaban entrar en Aguas de Valencia.

Zaplana deja la Generalitat en julio de 2002. Con él se fue un gran colaborador, de su círculo más duro. Elegido para lidiar con los temas escabrosos sin que eso le impidiese tener una relación cordial con la prensa. Al año siguiente, Juan Francisco García se incorpora al consejo de Aumar como independiente, si bien en aquel momento se asoció su llegada a la concesionaria de autopistas al aval de Florentino Pérez, presidente de ACS, y que siempre tuvo buen 'feeling' con el expresidente.

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