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Marcos Benavent. Damián Torres
Enfrentamiento entre Benavent y su testaferro por la gestión de una empresa

Enfrentamiento entre Benavent y su testaferro por la gestión de una empresa

El exgerente pide que la Diputación ejerza acciones contra Estarlich por no cumplir con sus obligaciones en la mercantil

A. RALLO

Miércoles, 30 de agosto 2017, 00:12

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Marcos Benavent, el exgerente de Imelsa, ya no mantiene una buena relación con José Estarlich, uno de sus testaferros. De hecho, solicitó en el juzgado de Instrucción 18 de Valencia que investiga todas las piezas del caso Imelsa, que la Diputación ejerza acciones contra el administrador por no haber presentado las cuentas de la sociedad ni haber cumplido con ninguna de sus otras obligaciones.

La Diputación de Valencia deberá de asumir la gestión de Spartaki Sinergias SL, una mercantil dedicada a la explotación de energía solar. El testaferro pidió en el juzgado desvincularse de esta empresa y dejar de ser administrador. Aprovechó su comparecencia ante el juez para cargar contra el exgerente de Imelsa. Quiso exculparse de toda responsabilidad y aseguró que desconocía los tejemanejes de su entonces amigo.

El exgerente de Imelsa, a continuación, solicitó comparecer en el juzgado. Rebatió el relato de hechos de Estarlich y afirmó que era plenamente consciente de la actuación ilícita de la empresa. Una de las sospechas es que la mercantil servía para blanquear el dinero procedente del cobro de comisiones. La idea -la de la energía solar- se la dio el exdiputado David Serra, investigado también en la causa de Imelsa.

La vinculación de Estarlich y Benavent era muy estrecha. La mujer del testaferro trabajó como secretaria de Benavent en la gerencia de Imelsa, ahora rebautizada como Divalterra. De hecho, el propio Estarlich llegó a ser uno de los zombies de la entidad -personas que cobraban una nómina sin desempeñar ningún puesto de trabajo- y percibió alrededor de 4.000 euros. El propio beneficiado se ha comprometido a devolver esa cantidad.

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